San José de Calasanz, pedagogo del XVI, a la vanguardia de la educación mundial
Luis
Negro Marco / Santiago de Compostela
Estatua en bronce de San José de Calasanz, en el santuario dedicado al santo fundador de las Escuelas Pías, en su localidad natal, Peralta de la Sal, en la provincia de Huesca.- Foto: Luis Negro |
El 25 de Agosto la Iglesia celebra la festividad de san
José de Calasanz (1556-1648) fundador de la primera escuela popular y gratuita a
nivel mundial. Nuestro santo nació en la localidad oscense de Peralta
de la Sal. Aragonés
por tanto de nacimiento (increíblemente, aún hoy en día se siguen escribiendo
textos oficiales en Cataluña aseverando que –habiendo nacido en suelo aragonés– san José de Calasanz era catalán), recibió las órdenes sacerdotales en 1583.
Pasó entonces al servicio del Obispo de Lérida, como examinador sinodal, y
posteriormente, a la diócesis de Urgel, de cuya Curia fue oficial durante ocho
años.
Posteriormente, en 1592, se trasladó a Roma,
ciudad en la que el cardenal Colonna lo nombró instructor de su sobrino. A su
vez, y como miembro de la
Calasanz, instruyendo a un niño pobre (se le representa descalzo) en una imagen del santuario escolapio de San José de Calasanz, en Peralta de la Sal.- Foto: Luis Negro |
enseñanza religiosa de la infancia y la
juventud de Roma más necesitada, como si
a él hubiesen sido dedicadas las palabras del Rey profeta: Tibi derelictus est pauper, orphano tu eris adjutor (“Serás el
ayudante de los huérfanos, los pobres y los más necesitados”). Desde entonces,
José de Calasanz pasó a ser un gran pedagogo, que fundó el concepto de la
verdadera y buena escuela: la popular y gratuita. Porque el aragonés pensaba
que la miseria del pueblo solo puede solucionarse por medio de la educación, y
para ello puso los cimientos sobre los que se sustentan los pilares de la
escuela popular; no fue un camino fácil, y Calasanz hubo de sufrir por ello,
cuando no la incomprensión, la oposición directa de las clases acomodadas que
veían en su obra educativa un efecto desestabilizador de sus privilegios.
Pero nuestro pedagogo, en su revolucionaria
visión sabía que la reforma de los pueblos (que debe basarse en la igualdad
de oportunidades y un Derecho igual para todos) consiste en el diligente ejercicio
de la enseñanza. Fue así como en 1597, el santo de Peralta abrió (en la iglesia
de Santa Dorotea, en el romano barrio del Trastévere) las primeras escuelas, a
nivel mundial, verdaderamente populares.
************************************************************************************
en 1616,la Comunidad de Clérigos Regulares de las Escuelas
Pías, que pronto se extendieron por toda Italia, España (Barbastro fundado en
1731 fue el primer colegio escolapio en nuestro país), y Alemania. En estas
escuelas se enseñaba, ya en el siglo
XVI, –y gratuitamente– la lectura (y no
por el procedimiento del deletreo), la escritura “a la manera española”, la Aritmética ,
Geometría , Contabilidad , la Filosofía , la Teología , el Dibujo y la Música –cosa muy inusitada
en aquellos tiempos. De este modo, los colegios de san José de Calasanz fueron,
desde su fundación, verdaderos grupos escolares (absolutamente iguales a los de
hoy en día) donde no podían pasar los alumnos de una clase a la inmediata
superior, sin riguroso examen, y en ellos se practicaba el método heurístico
(que fomenta la creatividad del alumno a la hora de resolver y plantear
cuestiones), llevando a los niños al conocimiento de lo abstracto, a través de
su entorno material y más inmediato.
en 1616,
Vista de la localidad de Peralta de la Sal; al fondo, la torre de su iglesia, en donde se encuentra la gran piedra tallada que da nombre a la localidad: "Piedra alta" (Peralta).- Foto: Luis Negro |
Pero como toda obra revolucionaria (máxime si
su impulsor frecuenta “amistades peligrosas”, como la de Calasanz con el
astrónomo Galileo, quien hubo de retractarse ante la Inquisición por su
defensa del heliocentrismo) también el aragonés hubo de afrontar el Alto
Tribunal ante las calumnias de algunos de sus propios compañeros de Orden.
Profesora del colegio escolapio "Calasanz" de Bata (Guinea Ecuatorial), con niños de Preescolar, en el curso 2011-2012 Foto: Luis Negro Marco |
De
manera que a la muerte del santo, acaecida en 1648, la Congregación de las
Escuelas Pías había quedado disuelta por orden Papal. Eso sí, según revelan sus
cartas, Calasanz siempre tuvo la confianza plena de que la Verdad triunfaría y su obra
seguiría adelante. Y así fue; como todo lo bueno, la Congregación fue
restituida de nuevo en sus plenas funciones y Reglas; Calasanz fue beatificado
en 1748 y canonizado por Clemente XIII en 1767, y la iglesia celebra su fiesta
cada 25 de Agosto. Además, por su gran labor pedagógica, de dimensión mundial,
el santo aragonés es patrón universal de las escuelas cristianas populares y
gratuitas y durante muchos años, ha sido, es o fue, el patrón de los maestros
de numerosos países de los cinco continentes, incluido España.
----------------------------------------------------------------------------------------------------
----------------------------------------------------------------------------------------------------
Alumnos de 4º de ESBA del colegio "Calasanz" de Bata (Guinea Ecuatorial) del curso 2011 a 2012.- Foto: Luis Negro Marco
Actualmente, y después de cuatro siglos, la
obra de Calasanz sigue floreciente y repartida por los cinco continentes a
través de cientos de colegios escolapios en donde se educa a la infancia y la
juventud conforme a las normas pedagógicas calasancias, tan revolucionarias,
que figuran, casi cuatro siglos y medio después, a la vanguardia de la
educación mundial.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.