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lunes, 10 de julio de 2017

Jesús Negro Marco: reflexiones sobre la fe católica

FIRMAS INVITADAS 
Lo primero, creer
Jesús Negro Marco (Sacerdote escolapio)

 "Todo depende de la fe. La posesión de la verdad o el abrazar la mentira, también depende de la fe. Y en la fe, lo primero es la voluntad, que impulsa a la razón a aceptar la verdad o la mentira.  O sea, que en la vida humana todo depende de la relación interpersonal. De ella nace el sentimiento de atracción o de rechazo. Luego viene la voluntad a tomar postura y luego la razón que le sigue a los imperios de la voluntad.

  Aquí, mentira es lo que no es la verdad. Y aceptar significa adherirse a ésta voluntariamente o por ignorancia invencible.  Para conocer la verdad se necesitan las dos facultades del alma: la inteligencia y la voluntad; aunque algunos piensan, erróneamente, que basta sólo la inteligencia.  Analizando el comportamiento de los hombres vemos que así es la cosa. Y remontándonos sobre este nivel, llegamos a Dios.

 De Dios depende, misteriosamente, que unos abracen la verdad, y, otros la mentira, sin que a nadie le quite un ápice, la propia libertad. Incluso el planteo que ahora estoy haciendo depende de mi adhesión a la fe católica. Si yo no fuera católico yo no escribiría lo que estoy escribiendo sino otra cosa y de otro modo.    Por eso, es exacto decir: Todo depende de Dios y todo depende de la fe de cada uno. Fe que acepta o fe que rechaza para creer en otras cosas o seres.      

 Por tanto, la historia de cada uno y la universal es sagrada, divina, misteriosa, aunque parezca que es acción exclusiva de los hombres. Si miramos la historia de la filosofía, una corriente de pensamiento es realista, y, otra, idealista. Unos afirman que sus ideas se sacan de los datos captados del mundo externo. Y los idealistas rechazan eso y defienden que todo es fabricado por el intelecto, sin poder llegar a conocer lo exterior.  El cristiano, por su fe católica, no puede ser idealista, porque si niega el conocimiento de la realidad externa no puede tener conocimiento del Dios real que existe fuera del hombre.    

 Llegar a aceptar la verdad o la mentira no se hace de repente, sino, poco a poco, empezando
"Llegar a aceptar la vida o la mentira, no se hace de repente,
 sino poco a poco, empezando por la educación en la infancia,
en el seno de la familia
".- Dibujo: Fernando Negro Marco
con la educación desde la infancia en la familia; luego, se continúa con la escuela, los estudios universitarios y la mayor o menor aceptación del ambiente social en que uno vive, o, su rechazo. Total, que, concluimos que lo primero es la fe aceptada por la inteligencia, movida ésta por la voluntad.

  Y aunque digan muchos o todos  que la razón actúa independientemente de su fe, vemos que ni es así, ni es posible.  Lo primero es creer o en la verdad o en el error, y, luego es razonar dentro de uno de los dos ámbitos.   La Fe católica es la única verdadera por todas las razones racionales que hay, sin excepción. Pero para abrazar el catolicismo, sólo se puede hacer si uno recibe de Dios el don de la fe católica. El que no quiere o no puede, culpablemente,  acceder a ella, necesariamente tendrá que creer en la mentira y emplear su razón dentro del ámbito de ella.    

 A continuación, entendemos muy bien, cuáles son las dos consecuencias de los dos modos de creer, de pensar y de vivir, mirando la vida de las personas. Algunos dirán que no hay  diferencia en la vida cotidiana, de esas dos clases de personas, porque todas, más o menos, son buenas, malas, y mediocres.  Pero eso no depende de la opción fundamental  que han hecho de verdad o mentira, sino del pecado de los buenos, que así aguachinan su verdadera fe, y de la bondad natural que, quiéranlo o no, está en los de la mala fe, pues por ser hijos de Dios, son naturalmente buenos y por eso hacen actos buenos, a veces. Pero tienen que aceptar, si pueden, que tales actos buenos sólo lo son, por la Gracia de Dios que actúa en los malos, para que  puedan hacer tales actos buenos. Y sin ella, imposible los hicieran. 

 Por su increencia ignoran que sin la ayuda de Dios nadie puede hacer el más mínimo bien.  En cambio, si se rechaza conscientemente a Dios, el hombre todo lo hace mal, aunque aparente que todo lo hace bien. Todo es pecado y ofensa de Dios, a sí mismo y a los demás. Por todo esto, convenceos: Todo depende de la fe, o en Dios, o en la mentira.

 Todo lo demás en la vida personal, nacional, e internacional, es consecuencia de la opción libre y voluntaria que cada uno hace para aceptar la verdad, pero, ojo, con la Gracia de Dios, o el rechazo de la verdad divina que Dios ofrece a cada uno, por su santa Iglesia católica. Por eso... "dime qué fe tienes, y, te diré si vives en la verdad o en la mentira". Y también: "dime cómo vives tu fe y te diré qué clase de persona eres".     Buena persona, si te tomas en serio vivir la verdad. Mala, si vives seriamente en tu mentira. Tibia, mediocre, ¡la peor!, si vives sin comprometerte ni con la verdad ni con la mentira. Eres "la vomitina de Dios".  

   Y es que el hombre está creado por Dios sólo para una cosa "Para creer en católico, vivir en católico, y salvarse". Y el que se niegue conscientemente a creer, vivirá su vida llena de desgracias, aunque aparentemente no lo parezca; en ésta vida, y, luego, después de muerto.

  "Id y predicad el Evangelio al mundo entero: el que crea y se bautice se salvará. Y el que no, se condenará" (Dios).

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