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lunes, 10 de marzo de 2014

El 8 de marzo se cumplió el 89 aniversario de la muerte del beato Escolapio Faustino Míguez, fundador, en 1885, del Instituto Calasancio de las Hijas de la Divina Pastora

Faustino Míguez, sacerdote escolapio dedicado a la educación de la juventud

Como biólogo, destacó en el estudio de las propiedades curativas de las plantas

Luis Negro Marco / Zaragoza


El sacerdote escolapio Manuel Míguez –gallego de nacimiento– vino al mundo en la madrugada del 24 de marzo de 1831, en la localidad ourensana de XamirásCon los 19 años cumplidos, en diciembre de 1850 ingresó en el noviciado de los Padres  Escolapios de Madrid. Fue entonces cuando cambió su nombre de Manuel por el de Faustino de la Encarnación. Dentro de la Escuela Pías,  hizo su Profesión de Votos Solemnes el 16 de enero de 1853 y fue ordenado sacerdote el 8 de marzo  (fecha simbólica en la vida del beato que enlaza con la de los Derechos de la Mujer y la Paz mundial) de 1856, en la parroquia de "San Marcos" de Madrid. En 1857 es enviado a la nueva fundación escolapia de Guanabacoa, en Cuba, donde permanece durante casi tres años. Aquí se manifiestan sus dotes de educador y sus inclinaciones a la botánica y al estudio de las propiedades terapéuticas de las plantas. En 1860 regresa a España y es destinado a los colegios de "San Fernando", Getafe y Celanova. En 1869 llega a Sanlúcar de Barrameda y permanece allí hasta 1873. En este año sale para desempeñar el cargo de bibliotecario en Real Monasterio de El Escorial, donde aprovecha para seguir investigando las
Al igual que san José de Calasanz, el Padre Faustino Míguez
vio la necesidad de escolarizar a las niñas y dotarlas de las
mismas igualdades de derechos, a través de una educación
integral. En la imagen niñas del colegio de las Madres Cala-
sancias en la camerunesa ciudad de Bamenda, durante una de
sus clases en enero de 2012
.- Foto: Luis Negro Marco
propiedades curativas de las plantas. Luego es enviado a su Galicia natal, en concreto a la lucense localidad de Monforte de Lemos, como Rector. Y  en 1879 es destinado por segunda vez a SanlúcarAsí como san José de Calasanz vio la necesidad de escolarizar a los niños de las calles de Roma, el Padre Míguez, un hombre que aprende en el caminar diario que Dios  se sirve de instrumentos sencillos para grandes empresas, descubrió esa misma necesidad de escolarizar a las niñas de Sanlúcar. Su programa educativo está basado en la educación integral: formar el corazón, lo sentimientos y la personalidad. Así surge, en 1885, la primera fundación del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Y ya  en el año 1907 se abrió el primer centro educativo de dicha institución en Getafe; su objetivo primero: la atención a alumnas huérfanas, pero con el paso del tiempo, se convertirá en el colegio mixto “Divina Pastora”. 
 El Padre Faustino Míguez murió en la madrileña ciudad de Getafe el 8 de marzo de 1925. Fue beatificado por el papa Juan Pablo II, en Roma, el día 25 de octubre de 1998.

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