La terrible mancha de la
esclavitud
Luis Negro Marco /Milladoiro
_______________________________
Anne Rice
La noche de Todos los Santos
Ediciones B; 854 páginas
Barcelona, 2014
___________________________________
Fue
la primera tierra avistada por Colón tras su larga travesía: Haití (“La Española ”) acogió la
primera de las comunidades españolas en el continente americano. Las costas de
esta isla reclamaron asimismo los náufragos mascarones de proa y popa, con todo
su velamen, de la nao “Santa María”, obligando al intrépido almirante a
regresar a España a bordo de la Niña. Tierra
de esclavos negros procedentes de África, Haití no fue ajena al movimiento de la Francia revolucionaria de
1789. Mas, no por voluntad de los “amos blancos”, sino por la rebelión.
Toussaint Louverture (1743-1803) general haitiano, y negro, del ejército
español, sentó, a través de sus victorias contra los franceses las bases de la
independencia de los esclavos en Haití. Se puede decir que Toussaint fue el
“Espartaco” (113 - 71 a .
C.) de Roma, quien también murió, tras su larga rebelión contra el imperio
romano, sin ver abolida la esclavitud.
Sin embargo un año después de la muerte del
general Toussaint, acaecida en Francia en 1803,
su sucesor, el general Dessalines, (también antiguo esclavo africano,
natural de Costa de Oro) consiguió derrotar a las tropas napoleónicas
comandadas por Leclerc, convirtiendo a Haití en el primer país en declarar su
independencia tras una revolución de esclavos. ¿Final feliz? No. Dessalines
pronto comenzó a comportarse como un tirano, proclamándose emperador de Haití.
Asesinó a la mayoría de colonos franceses que se quedaron en sus plantaciones
después de la revolución, y también a sus mujeres, muchas de ellas negras, así
como a sus hijos e hijas mulatos. La paradoja había consistido en que junto a
la cruel represión esclavista de los colonos europeos, había surgido en la isla
una peculiar casta, les gens de couleur, descendientes de
esclavos, pero que también llevaban la sangre de los esclavistas franceses y
españoles. Su status de hombres y mujeres libres les había permitido ser
propietarios a su vez de grandes mansiones y plantaciones de caña,
mantenidas a su vez por mano de obra
esclava. Dessalines cargó contra esta casta, asesinando a buena parte de las
personas que la integraban. El resto, en su mayoría, buscó refugio en el sur de los Estados Unidos.
Nueva Orleans, en el Estado de Louisiana, fue la ciudad paradigma del
asentamiento de aquellas gentes, mezcla de personas esclavas y libres, y de
sangre mestiza: africana, hispana y francesa.
Les gens de couleur procedentes de Haití,
prosperaron a su vez en Nueva Orleans (vendida en 1803, por Napoleón, junto con
el Estado de Louisiana a los Estados Unidos), merced a su elevada cultura, a su
carácter emprendedor, sus dotes para las artes, y a su gran capacidad para el trabajo, pues no
en vano habían sido anteriormente esclavos. Asimismo la belleza de la mujeres
mulatas, y la atracción que ejercían entre los blancos (muchas de ellas estaban
casadas con ricos hombres de negocios), llegó a convertirse en toda una leyenda
en la Nueva Orleans
de mediados del XIX. Sin embargo, los inmigrantes europeos llegados a América
para hacer fortuna –más que los propios naturales de los Estados Unidos, que
aceptaban de buena gana la condición de personas libres de les gens de couleur, si bien les privaban de cualquier actividad
política– pronto empezaron a recelar del elevado status social de aquella alta
clase social constituida por mujeres y hombres negros libres. Y sobre el devenir de algunas de aquellas
fascinantes familias, hasta la llegada de la Guerra de Secesión (1861-1865), trata La noche de Todos los Santos, obra de la
escritora estadounidense Anne Rice. Nacida en Nueva Orleans en 1941, la autora
de Crónicas vampíricas realiza en
este libro
un magistral retrato de una época y unas gentes sorprendentes y
altamente influyentes en el devenir de los Estados Unidos, y que sin embargo, han pasado prácticamente desapercibidas
en la mayoría de los tratados de Historia. Y sin embargo, ahí están: el maestro
de esgrima cuarterón (hijo de mestizo y española) Basile Crockere; el
daguerrotipista mulato Jules Lion; el inventor negro Norbert Rillieux; o los
escritores pertenecientes a la clase de les
gens de couleur que hicieron posible la gran obra L´Album Littéraire, en prosa y poesía, que comenzó a editarse en
1843. Sin olvidar que Nueva Orleans, fue a finales del XIX la cuna del jazz,
melodía que junto al blues (ambos de origen afroamericano) constituye la base
de la música moderna actual.La
noche de Todos los Santos es una estupenda novela, muy bien documentada,
sobre el prácticamente desconocido mundo de los afroamericanos que fueron libres
hasta comienzos de
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.