Los
escolapios aragoneses, pioneros en el estudio de la Meteorología
A finales del siglo XIX, el Padre
Blas Aínsa creó una red de observatorios meteorológicos distribuidos por diferentes colegios de
Aragón
Luis Negro Marco / Zaragoza
Amaneciendo en Zaragoza / Luis Negro |
La Organización Meteorológica
Mundial celebró el pasado 23 de marzo el Día Mundial de
la Meteorología, información imprescindible en cualquier informativo y prensa
escrita. En España las primeras personas interesadas en su estudio metódico y
sistemático, fueron los religiosos de
las Escuelas Pías, Orden fundada en 1617 por el santo aragonés José de
Calasanz.
Pero quizás la figura más destacada de los filantrópicos e ilustrados escolapios, fue la del turolense Blas Aínsa Domeneque (Híjar, 1841- Zaragoza, 1889). Las observaciones meteorológicas que el Padre Aínsa efectuó desde el torreón que construyó en 1879 –en la azotea del colegio “Escuelas Pías” de Zaragoza– eran enviadas cada mañana a los distintos periódicos de la ciudad con el fin de que su publicación fuese de utilidad para los lectores. Recopiladas con rigor, las publicó más tarde en dos tomos, en el año 1888, mereciendo el reconocimiento del rey Alfonso XII, quien el 12 de marzo de 1889, lo nombró “Comendador Ordinario de la Real Orden de Isabel la Católica”.
Polifacético sabio (su estudio y microfotografías sobre las diatomeas de las aguas de Zaragoza son un prodigio de pericia, y de inigualable calidad) Blas Aínsa mantuvo un estrecho contacto con los observatorios de París y Madrid. El Padre Dionisio Cueva (sacerdote e historiador escolapio) deja constancia en uno de sus libros que diversas instituciones académicas consideraron al observatorio del Padre Blas Aínsa, ya en la época, superior incluso al de Madrid. Y tampoco le faltaron elogios de destacados meteorólogos del XIX, como el también escolapio italiano Giovanozzi, o ya en el siglo XX, el gallego Pío Suárez Pita Covián, toda una institución de la meteorología española.
A su muerte, en el año 1889, el Padre Blas Aínsa había materializado su gran sueño, que era el de la
El P. Blas Aínsa. Cuadro de F. Ramón pintado en 1954; Colegio "Escuelas Pías" de Zaragoza / L.N.M. |
El observatorio meteorológico de Daroca se instaló en un torreón (entonces propiedad del colegio de los Padres Escolapios) que forma parte de la muralla que circunda la ciudad de Daroca y que flanquea su Puerta Alta. En 1909, el Servicio Meteorológico de la División Hidráulica del Ebro llevó a cabo en él una serie de mejoras y lo dotó de los mejores equipos de medición (veletas, pluviómetros, barómetros, anemómetros…) existentes entonces. Resquebrajado en parte a causa del seísmo de 1956, que se dejó sentir con fuerza en las comarcas del Jiloca y Calamocha, en 1971 parte del torreón se derrumbó a causa de las fuertes lluvias y posteriores hielos que se produjeron durante el mes de octubre de aquel año en Daroca. Pero aun así, los daños se pudieron subsanar y el observatorio siguió ofreciendo sus registros atmosféricos.
La Estación Meteorológica de Daroca sirvió primeramente al Ministerio de Obras Públicas (División
Torreón del observatorio meteorológico de los Padres Escolapios de Daroca. Fotografía de 1970.- |
En el año 2009 (coincidiendo con el centenario del funcionamiento ininterrumpido del Observatorio de Daroca) la Agencia Estatal de Meteorología –AEMET– concedió a las Escuelas Pías de Aragón un galardón especial en reconocimiento a su trabajo de vanguardia en el estudio, predicción y divulgación de los datos atmosféricos, así como en la enseñanza de esta ciencia. Pues como hombres buenos ilustrados, los escolapios aragoneses se adelantaron en varios años al Real Decreto de 1887 que daba cuenta de la creación en España del Instituto Central Meteorológico, con la finalidad de que pudiera “calcular y anunciar el tiempo probable a los puertos y capitales de provincia, sin perjuicio de los demás trabajos científicos y prácticos que se le encomienden”.
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