Mostrando entradas con la etiqueta Historia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Historia. Mostrar todas las entradas

jueves, 2 de noviembre de 2023

Humano humor



Humano humor

Luis Negro Marco / Historiador y periodista

A la festividad religiosa de Todos los Santos (1 de noviembre), que fue instituida por el papa Gregorio III en el año 731, le sigue la conmemoración (memoria, recuerdo, mención reminiscente) de los difuntos, la cual se remonta al siglo XI, cuando San Odilón, abad del monasterio de Cluny (Francia) la celebró por vez primera. Por este motivo, este santo francés es invocado –especialmente en el día de Ánimas– como “poderoso abogado de las almas encarceladas en el Purgatorio”, para que interceda por ellas en pro de su salvación.

Los dos primeros días de noviembre son, por lo tanto, fechas especialmente señaladas para el emotivo reencuentro con los seres queridos que ya no están con nosotros. La carencia de un ser amado siempre genera una profunda tristeza y el tiempo que transcurre hasta superar su pérdida, un doloroso duelo cuyo signo exterior de pena se manifestaba, hasta no hace muchos años, con trajes y vestidos negros con que, generalmente las viudas, vestían, siendo además costumbre –en los lutos rigurosos– que se abstuvieran de ir a los paseos públicos, así como a los teatros y ateneos durante los 6 primeros meses desde el fallecimiento del marido.

Sin embargo, no en todas las sociedades, ni en todas las épocas, la realidad de la muerte ha sido afrontada con llantos. De hecho, en algunos países hispanos, como Guatemala o Méjico, siguen siendo muy populares los «velorios», en que la familia del difunto agasaja en su propia casa a quienes acuden a dar el pésame, no faltando las risas, los chistes y las bromas con las que –lejos de constituir una afrenta para el finado– se trata de dar una despedida alegre al ser querido que acaba de finalizar su misión en la Tierra.


De este modo, ya desde la Antigüedad, tenemos constancia de hechos de humor íntimamente relacionados con la muerte. Así ocurrió tras el fallecimiento del emperador César Augusto (finado en el año 14 d.C.)
quien a la fecha de su óbito no había todavía pagado los legados que había prometido al pueblo romano. Así, para recordarle la deuda pendiente, un hombre chistoso, viendo pasar las exequias de un entierro, se acercó al ataúd e hizo ostensibles gestos de que hablaba al oído del difunto, diciéndole en voz alta: “Cuando llegues al Cielo acuérdate de decir a Augusto que todavía no ha pagado sus mandas al pueblo romano”.

De manera que, habiendo llegado pronto a oídos del emperador Tiberio (el sucesor de Augusto) esta burla, hizo llegar ante su presencia al bufón. Una vez en palacio, Tiberio le pagó personalmente los sestercios que –como ciudadano romano– el difunto Augusto le había dejado a deber y acto seguido, mandó que le quitaran la vida diciendo: “Que vaya a verse con Augusto y él le dará por sí mismo noticias más frescas que las que le envió por mediación del muerto”.

El emperador Tito (39-81 d.C.) mucho más ecuánime que su predecesor Tiberio, abolió la ley de lesa majestad que se empleaba contra quienes hablaban mal de los emperadores difuntos, aduciendo con grandes dosis de sentido común: “Pues mis predecesores son dioses, a ellos les toca castigar los ultrajes que les hacen. Por mi parte, si injustamente me deshonran, los compadezco, si con razón, sería injusticia horrible castigarlos por haber dicho la verdad”.

Siguiendo con la antigua Roma, las exequias de los emperadores (que ostentaban el título de «Divino») debían estar revestidas de la fastuosa teatralidad acorde con su rango y atributo divino. De este modo, durante los funerales, criados diestros en el arte de la cetrería colocaban discretamente un águila bajo la estatua del emperador difunto, de manera que en el momento en que se encendía la pira funeraria, el águila, al sentir el calor, volaba por encima de la llama, creyendo el pueblo que observaba tal prodigio que se trataba del alma del difunto emperador encaminándose hacia el cielo.

Mucho más prosaico que el divino artificio anterior, fue lo que le aconteció a Martín Freiras, gobernador de la ciudad portuguesa de Coímbra, a quien muy bien podría aplicársele el refrán: “El muerto al hoyo y el vivo al bollo”, puesto que cuando falleció  (en Toledo, en el año 1248) su señor, el monarca Sancho II, intimado a rendir la plaza, dijo ante el cadáver de su rey: “Mientras os creí vivo, habría mucho más permitido me enterraran vivo que el faltaros a la fidelidad que os debo, pero puesto que os encuentro difunto, no encuentro mejor modo de actuar que el que nos rindamos ante nuestros enemigos”.

Otro tal le aconteció al Lazarillo de Tormes, quien, habiendo oído al anochecer el tañido de la «sobrehuesa» (el lánguido toque de difuntos), sobrecogido escuchó a continuación, en un callizo oscuro de la ciudad, a un coro de plañideras que cortejaban las exequias de un difunto, moviendo sus lenguas más que un badajo de campana en el día del Corpus. Pero lo peor vino cuando, aterrado, prestó atención a lo que decían sobre el cadáver al que acompañaban: “¡Oh, ahora te vas a la casa triste y desdichada, a la casa lóbrega y oscura, a la casa donde nunca comen ni beben!”. El desdichado Lazarillo al oír aquello quedó pávido y exclamó: “¡Oh desdichado de mí, para mi casa llevan a este muerto!”.

Que la inevitabilidad de la muerte sea abordada bajo un prisma de inteligente humor, no es irreverencia sino respeto, pues, al fin y al cabo, de todos los seres vivos, solo al ser humano le es propio el sentido del humor, es decir, el mostrarse alegre, jovial y complaciente. Una alegría que nace de la tierra (humus: materia orgánica en descomposición) y que resulta imprescindible para la vitalidad de nuestra existencia. La muerte, de este modo, también puede ser contemplada como la serena manifestación de un humilde humano humor.

lunes, 30 de octubre de 2023

Palestina

 

        Luis Negro Marco / Historiador y periodista
 Como una tierra constantemente batida por oleadas de pueblos empujados por los vientos de la Historia, el territorio de Palestina ha cambiado tanto de dominadores como de nombres. Pero el de Palestina (nombre que le habrían dado los romanos para tratar de borrar al de los irreductibles judíos de Israel) parece provenir de los Filisteos, cuya memoria ha perdurado en la denominación de «Phalastin», término que sirvió para dar nombre al litoral que se extiende entre Jaffa y Gaza. 

Palestina: provincias en las que fue dividida la región por los israelíes al regreso de su cautividad en Babilonia (536 a.C.)

Llamado por los israelitas «Tierra prometida», el territorio fue dividido por ellos en 13 tribus. Más tarde, al regresar los judíos de su cautividad en Babilonia (536 a.C.) lo dividieron en 4 provincias: Betania al este del río Jordán, Galilea al noroeste, Samaría en el centro y Judea en el suroeste. Bajo la dominación de Roma, Palestina pasó a formar una sola provincia, con el nombre de Reino de Judea, cuya corona ciñó –en el año 40 a.C.– el rey Herodes. 

Ya en el siglo IV d.C. los romanos volvieron a subdividir el territorio en 4 regiones, otorgándoles a cada una de ellas el nombre de Palestina, junto a su respectivo numeral, con capitales en Escitópolis, Bostra, Cesarea y Petra. Durante las Cruzadas, los cristianos –que la denominaban con el título de Tierra Santa– fundaron en Palestina el Reino de Jerusalén (1099 – 1291) que fue señorío feudal de los príncipes de Galilea y de Tiberíades, de los Condes de Jope y de Ascalón… y desde el siglo XIII, del Reino de Sicilia. Hecho, este último, crucial para la monarquía hispana pues (siguiendo a los historiadores Daniel Berzosa y Matilde Latorre), cuando Fernando el Católico, casado con Isabel la Católica, ocupa en 1468 el reino de Sicilia, el monarca aragonés (nacido en Sos del Rey Católico) adquiere también el título de rey de Jerusalén, el cual, perpetuamente ligado desde entonces a la monarquía hispana, sigue honoríficamente ostentando nuestro monarca, el rey Felipe VI. 

Palestina, también llamada «Eretz Yisra'el» (Tierra de Israel) por el pueblo judío, seguiría siendo

conquistada y tras la caída, en el año 1453, de Constantinopla –la actual Estambul– a manos de los turcos, el sultán Selim I la incorporó al Imperio Otomano, con el rango de provincia y capital en Jerusalén, dependiente del bajalato de Damasco. Ya en el siglo XX, en 1917, en plena Primera Guerra Mundial, una declaración firmada por el ministro de Asuntos Exteriores inglés, Arthur Balfour iba a ser determinante para el devenir de Palestina: “El gobierno de Su Majestad británica se muestra favorable para la constitución en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío…dándose por supuesto que no se tomará ninguna medida que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina…”. 

Palestina pasó a ser gobernada –a partir de 1921– por la Sociedad de Naciones, a través del Mandato Británico. Durante siete años, la región conoció una paz relativa que se truncó en 1928. A partir de entonces, la tensión árabe-judía fue en aumento, fomentada por la aparición de un nuevo líder árabe, Haj Amin el Huseini, muftí de Jerusalén (controvertido personaje por sus afinidades con Hitler y la Solución final del gobierno nazi, responsable del Holocausto –el asesinato, durante la Segunda Guerra Mundial, de más de 6 millones de judíos en las cámaras de gas–), que predicó entre sus compatriotas palestinos la guerra santa contra los no musulmanes. 
    Nicolas de Fer (1647-1720). Cartografía de Tierra Santa. 1688.

Ya en 1947, la ONU nombró una comisión especial, cuyos delegados recomendaron un proyecto de división de Palestina para la formación de dos Estados (uno árabe y otro judío) que el mando judío aceptó, mientras los árabes lo rechazaron de plano. Sin embargo, el Consejo General de la ONU lo aprobó por considerarlo una solución justa. Pero los árabes, no conformes con la resolución, declararon la guerra. Así, el 14 de mayo de 1948, fecha que coincidía con la partida del Alto Comisariado Británico y con la proclamación del Estado de Israel, la naciente nación judía entraba en guerra con el Líbano, Siria, Irak, Transjordania y Egipto. 

Durante la guerra árabe-israelí de 1948, alrededor de 750.000 árabes residentes en Palestina, huyeron o fueron expulsados de sus hogares, de los aproximadamente 1.200.000 que vivían en la región durante el Mandato Británico. Este desplazamiento es conocido por los palestinos como la «Nakba» (catástrofe o desastre). La guerra finalizó a finales de 1949 con la victoria de Israel, que anexionó más territorios y logró la firma de un armisticio con los países árabes beligerantes, pero sin que se alcanzara un tratado de paz, por lo que –al menos técnicamente– continuaban en guerra con Israel.

 De este modo, en 1967 tuvo lugar la «Guerra de los Seis Días» en la que el ejército israelí se hizo con el control de la península del Sinaí, perteneciente a Egipto, y solo seis años después, en 1973, Egipto y Siria desencadenaron la guerra del «Yom Kippur», que acabó con otra incontestable victoria de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel). el 13 de septiembre de 1993 podía haber sido una fecha transcendental para la paz entre judíos y palestinos. Bajo la emocionada mirada del presidente estadounidense Bill Clinton, el presidente israelí Yitzhak Rabin y Yasser Arafat, líder de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) se estrechaban la mano, en busca de la paz. 

Ashbel, Dob (1896-1989). Cartografía - Mapa de Palestina, Transjordania, Sur de Siria y Sur del Líbano. Cambio de fronteras entre 1859-1938. Mapa realizado por D. Ashbel en 1940

La ocasión fue la firma del primer tratado de los que se conocieron como los «Acuerdos de Oslo», que establecían un marco provisional para la creación del Estado palestino. Sin embargo, el terrorismo de «Hamas» continuó y el presidente Rabin fue asesinado por un israelí ultranacionalista el 4 de noviembre de 1995. De manera que, truncados los caminos hacia la paz, en 2006 se desataba la guerra entre Israel y la organización terrorista libanesa «Hezbollah», que provocó que el Consejo de Seguridad de la ONU desplegara a sus cascos azueles en la frontera entre Israel y el Líbano, bajo el mandato de la FPNUL –Fuerza Provisional de Naciones Unidas para el Líbano– en cuya misión siguen participando, desde sus inicios, tropas españolas. 

Ahora, en medio de la más cruenta guerra que se libra en la región desde hace 50 años, es posible que los Estados Unidos, como ya ocurriera con los Acuerdos de Oslo, vuelvan a poder ser determinantes para dar otra oportunidad para la paz entre israelíes y palestinos. Tal vez, esta vez sí, sea posible si, tal y como apunta el politólogo israelí Aaron David Miller, “se cuenta con israelíes y palestinos valientes para batallar por los acuerdos y el imprescindible apoyo del mundo árabe en su conjunto”. Porque solo con la ayuda de todos, será posible la paz.

miércoles, 18 de octubre de 2023

Vergüenza

Vergüenza

                                                                         
Luis Negro Marco
(Historiador y periodista)

La organización terrorista «Hamas» (el significado literal del término es «celo» o «fervor» y abreviatura de la denominación árabe «Arakat al-Muqawama al-Islamiya»–“Movimiento de Resistencia Islámica–) fue fundada el 14 de diciembre de 1987 por el jeque Ahmed Yassin, cabeza de Hamas en Gaza y su líder espiritual, quien –por su implicación directa en numerosos actos terroristas de la organización criminal– sería asesinado por la fuerza aérea israelí en marzo de 2004.

Portada del libro: "Hamás: Política,
beneficiencia y terrorismo al servicio
de la Yihad", de Matthew Levitt.- 
Editorial Belacqua (2007)
Hamas surgió como una escisión de la rama palestina de los «Hermanos Musulmanes», movimiento islamista fundado en 1928 en Egipto (la Hermandad Musulmana sigue contando con una gran proyección en la nación) por un maestro de escuela, Hassan al-Banna, siendo su principal inspirador intelectual el también egipcio Sayyid Qutb (ejecutado en 1966 por el régimen del presidente egipcio Nasser) quien proclamaba que el Islam es la completa –y por tanto única– vía para alcanzar la justicia social en el mundo. Los postulados de la Hermandad Musulmana influyeron de manera determinante no solo en Hamas, sino también en la «Yihad Islámica» –la otra organización terrorista que opera, junto con Hamas, en la Franja de Gaza– y en Osama bin Laden –asesinado en Pakistán por fuerzas especiales de los Estados Unidos en mayo de 2011– líder que fuera de la organización terrorista «Al Qaeda», autora de los brutales atentados del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos.

Como organización terrorista nacida y afincada en la Franja de Gaza, Hamas no puede admitir nada que no sea la lucha permanente contra Israel. Y es que desde el instante mismo en el que nació, el objetivo de Hamas ha sido el de eliminar al Estado hebreo y establecer en su lugar (ahora bajo los auspicios de Irán, que también apoya, con el mismo propósito, a la poderosa organización terrorista del Líbano «Hezbollah»: “Partido de Dios”) de un Estado Islamista en los territorios que antaño habían correspondido al Mandato Británico de Palestina (1920-1948), es decir: Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza.

En la madrugada del sábado (festividad semanal judía del «Sabbat») 7 de octubre, Hamas sorprendió a Israel cuando cerca de 2.000 terroristas de la organización lograron neutralizar los controles de seguridad y cruzaron, por distintos puntos, la valla que separa a Israel de la Franja de Gaza, perpetrando, en las horas que siguieron al asalto, el ataque terrorista más devastador que Israel ha sufrido desde la creación de su Estado (1948) y la más sangrienta masacre cometida contra judíos desde el Holocausto.

El propio secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, se refirió a estos actos terroristas perpetrados por Hamas como “una letanía de brutalidad e inhumanidad de bebés asesinados, de cuerpos profanados, de jóvenes quemados vivos, de mujeres violadas, de padres ejecutados delante de sus hijos y de niños asesinados delante de sus padres”. Mientras, los terroristas emitían en directo, usando incluso los teléfonos móviles de las personas a las que iban a asesinar, para que las vieran sus familiares, la brutalidad de sus crímenes.

Unos actos terroristas largamente premeditados, como demuestran los documentos hechos públicos por la cadena de noticias NBC News, según los cuales, los dirigentes de Hamas instruyeron a sus terroristas para que asesinaran y secuestraran, indiscriminadamente, al mayor número de personas posible. Como resultado, más de 1.500 personas (hombres, mujeres, ancianos, bebés y niños) fueron asesinadas, más de 3.000 resultaron heridas y hasta 200 fueron secuestradas y llevadas a la Franja de Gaza como rehenes.

Solo en el festival de música por la paz, que se estaba celebrando cerca del kibutz de Reim, en el desierto del Negev, fueron asesinados 260 jóvenes israelíes que hasta entonces habían estado celebrando con cantos y bailes la festividad judía de la «Simjat Torah» la alegría de la Ley–. Allí, la organización terrorista filmó y difundió videos de sus combatientes cometiendo atrocidades que incluían violaciones, decapitaciones y torturas. Una de las fotografías subidas a la red por los propios terroristas de Hamas, muestra a una joven secuestrada, tendida boca abajo y aparentemente muerta o inconsciente, llevada en la parte trasera de una camioneta hacia la Franja de Gaza, mientras sus sonrientes violadores descansan sus pies sobre las desnudas espaldas de la joven.


Es preciso tener en cuenta que Hamas ha perpetrado actos terroristas de forma sistemática siempre que ha atisbado el mínimo progreso hacia la paz. Y no solo porque no cree en ella, sino principalmente porque esta organización terrorista sería incapaz de sobrevivir en unas circunstancias en que la paz y la prosperidad constituyeran el presente de la Autoridad Palestina y el futuro de un pueblo palestino independiente en pacífica convivencia con el de Israel. Por ello, no es casual que Hamas haya lanzado ahora su ataque terrorista más brutal, precisamente en unos momentos en los que Israel estaba a punto de normalizar sus relaciones con Arabia Saudí, el Estado árabe con más influencia sobre Oriente Próximo.

De manera que nada frustra más el objetivo legítimo de establecer un Estado palestino independiente y seguro, que viva en paz y colaboración con sus vecinos, que la existencia misma del terrorismo palestino, es decir, de Hamas. Por ello, causa vergüenza que la parte del Gobierno español representada por la extrema izquierda de “Podemos” y “Sumar (a cuyos ministros pagamos el sueldo todos los españoles) lejos de calificar los ataques del 7 de octubre como terroristas, de mostrar su explícita y más firme repulsa contra los asesinatos de bebés y violaciones de mujeres por parte de los terroristas de Hamas y de mostrar sus  condolencias a los familiares de las víctimas, se hayan apresurado en responsabilizar del “conflicto” al Estado de Israel.

¡Vergüenza!

 

 


martes, 17 de octubre de 2023

A N N O B Ó N

 

https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2022/11/28/annobon-79196491.html

ANNOBÓN


LUIS NEGRO MARCO
/ Historiador y periodista


En la fría mañana de aquel miércoles, 16 de noviembre de 1932, la oficinista de la sede de la «Compañía Transmediterránea» en Cádiz caminó despacio, aún somnolienta, hacia el teléfono: –¿Diga? No, el vapor correo «Legazpi» no saldrá de Cádiz en la fecha prevista hacia Fernando Poo. Se halla ahora anclado en Annobón… –No, no puedo decirle cuándo se reanudará la línea hacia Guinea.

Restituto Castilla González, sargento de la Guardia Colonial era desde hacía un año la máxima, y desde hacía unos meses, la única autoridad española en la isla de Annobón, a la que los nativos llaman «Pagalu», que en su lengua (el «Fá d´Ambó» Habla de Annobón, de raíces portuguesas) significa papagayo.

El lunes, 14 de noviembre de 1932, a las 9 horas de una deliciosa noche tropical, el joven suboficial, que apenas rondaba la treintena, se acercó amistosamente hacia el Gobernador general de la Guinea española, Gustavo Sostoa Sthamer, de 60 años de edad. Parecía que quería hacerle partícipe de una confidencia. Un destello metálico se interpuso entre los dos hombres, al que siguió un grito desgarrador que brotó de los labios del Gobernador. Un collar de sangre tiñó de rojo el blanco cuello de  su camisa, antes de caer muerto, degollado, en medio de la plaza.

La música dejó de sonar al instante y las jóvenes bailarinas del festivo balele, interpretando la leyenda del mítico héroe annobonés «Lodán» (Roldán) en honor al Gobernador Sostoa, salieron corriendo, horrorizadas, hacia la aconchada playa, repleta de cayucos y redes artesanales.

A su vez, el guardia Restituto Castilla había desaparecido también de la escena  dejando atrás San Antonio de Palea. Aún hoy este pequeño y hermoso poblado de antiguos pescadores de ballenas, conformado por humildes casas de caña y barro, con tejados de nipa, sigue siendo la capital de la hermosa isla de Annobón, la “perla” de Guinea Ecuatorial.


Tras cometer su crimen, el joven guardia huyó alocado, enajenado, hacia un cercano y frondoso bosque de ceibas que cubre las faldas del único volcán (de nombre «Apotó» y desde hace miles de años apagado) de la isla. Las inmensas profundidades de su amplio cráter las cubre ahora un lago de  plateadas y serenas aguas, el cual ha dado origen, en el imaginario popular annobonés, a fantásticas y maravillosas leyendas sobre gigantes, héroes y misteriosos animales marinos.

Autoridades españolas y guardias civiles guineanos, durante la búsqueda del guardia civil español Restituto García, después de que hubiese asesinado al Gobernador Sostoa.- Foto: Cortesía de D. Ramón Núñez Diácono.

--¿Qué pasa en Guinea? –preguntó el ministro de Estado a su homólogo Zulueta. --Se ha recibido un despacho por radio del capitán del vapor «Legazpi», a bordo del cual el señor Sostoa se había desplazado hasta Annobón con el objeto de realizar una visita de inspección a la isla. Parece ser que el Gobernador general de Guinea Ecuatorial ha sido asesinado por un sargento de la Guardia colonial española, que después de cometer el crimen se ha dado a la fuga. En las próximas horas, la «Dirección General de Marruecos y Colonias» proporcionará información más detallada a los periodistas.

--«Manín Guatá» (transliteración del inglés, Man in Water, y que podría traducirse por sirena –para los habitantes del África Central deidad de las aguas marinas–) lo ha hechizado y le ha hecho perder la cabeza --murmuraban llorando desconsoladamente las mujeres más ancianas de Annobón—.

Para anunciar el trágico suceso a todos los habitantes de la paradisíaca y diminuta isla (tan solo 17 kilómetros cuadrados de extensión) el «sanguistá» (sacristán) de la iglesia, apodado Malambá, se había apresurado a hacer sonar la única campana de la iglesia. Fundida en bronce en 1923, en los talleres «Averly» de Zaragoza, esta campana había sido un regalo a la isla de Annobón del grupo de refugiados alemanes que, residentes entonces en la capital aragonesa, habían encontrado refugio en Río Muni (Guinea española continental) cuando huyeron del Camerún, toda vez que esta antigua colonia alemana del África central fue tomada por franceses e ingleses en 1917, en el transcurso de la Primera Guerra Mundial. 

El único sacerdote español que hasta hacía poco había existido en Annobón, un abnegado misionero de Segorbe, perteneciente a la Congregación del Inmaculado Corazón de María, se vio obligado a abandonar la isla en aplicación de las leyes laicas de la República. Y el maestro de la única escuela, un joven de Teruel, había muerto hacía tan solo unas semanas aquejado de malaria.

 

Sabedor de que su huida estaba destinada al fracaso (la costa de Gabón, a 667 kilómetros de distancia, es la tierra más próxima a la isla de Annobón) a las 9 de la noche del día 17 de noviembre, el guardia Restituto Castilla se entregaba al capitán del «Legazpi», siendo inmediatamente apresado por la guardia del barco.

Trasladado a la Peninsula fue condenado a 8 años de prisión, pero pudo beneficiarse del decreto de amnistía promulgado por el Frente Popular en marzo de 1936. Durante la Guerra Civil el guardia Restituto García luchó del lado de la República, alcanzando el grado de capitán de la Guardia Republicana. Un año después de la victoria de Franco fue acusado de chequista y sometido a un juicio sumarísimo por el que se le condenó a muerte. El 8 de abril de 1940  fue fusilado frente a las tapias del cementerio del Este, en Madrid.

domingo, 5 de abril de 2020

"Operación Balmis" contra el coronavirus

Ahora todos somos uno
Más que nunca tenemos que protegernos para proteger y en esta misión tenemos asegurada la victoria


24/03/2020

Existe un axioma según el cual cuanto más difíciles han sido los momentos en la historia de la Humanidad, mayores han sido también las muestras de ayuda desinteresada, altruismo y solidaridad de las personas. Por lo que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el cariño y el amor son la gran e ineludible verdad sobre la que se sustenta la inigualable belleza de la naturaleza humana.

La actual situación de emergencia sanitaria que hay en España provocada por el coronavirus (covid-19) es una buena muestra de ello. Todos los días estamos viendo las grandes muestras de agradecimiento con las que la población española obsequia a todo el personal sanitario, así como las manifestaciones de reconocimiento que ofrenda a los transportistas y a todas las personas que, día a día, siguen trabajando en los supermercados y en el sector de la alimentación, asegurando de este modo que todos los hogares sigan igual de abastecidos que antes de la crisis. Con un especial recuerdo y apoyo a nuestros mayores y a cuantas personas están a su cuidado, dignificando unos y otros no solo su vida, sino también la del conjunto de la sociedad.

Sin embargo, y felizmente, no acaban aquí las manifestaciones de gratitud. Existen muchas más. Pero quiero centrarme ahora, especialmente, en un caso que considero de especial interés, puesto que proviene de la juventud, y particularmente, de la juventud aragonesa. Me refiero, en concreto, a una serie de emotivas cartas que, dirigidas a los militares españoles y escritas por jóvenes estudiantes de nuestra tierra, están siendo publicadas durante los últimos meses en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, cuyo director es Nicolás Espada, dentro de su magnífico suplemento semanal El Periódico del estudiante que coordina la periodista Laura Rabanaque. Y lo más destacable: todas estas emotivas cartas finalizan con muestras de agradecimiento hacia los militares españoles y con la palabra «gracias».

Con gran atención las he ido leyendo, y en todas y cada una he podido constatar una claridad expositiva, una sensibilidad narrativa y tal profundidad de conocimientos de la cultura militar, que denotan en sus jóvenes autores (Carmen, Rocío, Jaime, Marta o Paola, entre otros) un sincero reconocimiento al valor y a la labor que desarrollan nuestras Fuerzas Armadas, así como un auténtico sentimiento de pertenencia a ellas, pues todos y cada uno de nosotros servimos al bien común de España.

Y en el caso de nuestros jóvenes, estamos hablando de una juventud que, a pesar de ser la gran ausente en los medios de comunicación (salvo meritorias excepciones, como en el caso de este periódico) demuestra un alto grado de formación y calidad humana. Ellos son la mejor prueba de que tenemos ante nosotros un futuro prometedor.

En sus entrañables Cartas a un militar, los jóvenes aragoneses, además de mostrar un reconocimiento a las Fuerzas Armadas, recuerdan también que gracias a su labor secular se lograron importantes avances en la ciencia y en la medicina.
De hecho, se debe a un militar aragonés, el comandante médico Fidel Pagés Miravé (1886-1923) la invención de la anestesia epidural que actualmente se aplica a muchas madres en el momento de dar a luz. Y del mismo modo, el médico militar navarro Nicasio Landa (1830-1891) fue el inventor, en 1865, de un mandil de socorro para el ágil transporte de heridos en combate hasta los hospitales de campaña, el cual –durante décadas– fue decisivo para que las vidas de muchos soldados fueran salvadas.

Soldados de la UME desplegados,con equipos de desinfección, en la Plaza de España de Zaragoza.- Foto Ángel de Castro / El Periódico de Aragón.- 23 de marzo de 2020
Asimismo, es relevante destacar el hecho de que el actual despliegue de nuestras Fuerzas Armadas, ordenado por el Gobierno de España para proteger el bienestar y la salud de toda la ciudadanía, lleve el nombre de Operación Balmis. Un reconocimiento al médico y cirujano militar español Francisco Xavier Balmis y Berenguer (1753-1819) quien desde 1803 y hasta 1806 –bajo los auspicios del rey de España Carlos IV– dirigió la Real expedición filantrópica de la vacuna contra la viruela a lo largo de la América hispana, Filipinas, Cantón, Macao y, de vuelta a España –completando con su llegada a nuestro país la vuelta al mundo– la isla inglesa de Santa Elena.

Una universal y pionera campaña de vacunación (considerada por la OMS como la primera misión internacional de carácter sanitario en el mundo) a la que también va intrínsecamente unido el nombre de la enfermera gallega Isabel Zendal Gómez (nacida en 1773, y cuya fecha de fallecimiento en Méjico se desconoce), así como los de los veintidós niños españoles que estuvieron a su cargo durante las innumerables travesías, portando las pústulas de la viruela en sus brazos (conocidos por ello como «los niños de la viruela») de la que se extraía la aguadilla de la vacuna para su eficaz aplicación.

Todo lo anteriormente expuesto evidencia que las Fuerzas Armadas no solo emanan de la sociedad sino que nacen con la vocación de estar a su servicio, procurar su bienestar y garantizar sus libertades y protección. Por todo lo cual, no es sino la manifestación de la más pura normalidad democrática el ver en las calles de nuestras ciudades y pueblos a los militares de la Legión, de la Infantería de Marina, y de la UME (la Unidad Militad de Emergencias, cuyo lema es precisamente Para servir) proporcionando tranquilidad y serenidad a la población, en estos momentos en que tanto se necesita.

Más que nunca, necesitamos protegernos para proteger y en esta inexcusable misión tenemos asegurada la victoria final, porque ahora todos somos uno, unidos por el cariño y el amor.


*Historiador y periodista

Ejército de España: Para servir a la sociedad


  Nuestro ejército  

En situaciones de crisis, es uno de los instrumentos de que dispone el Gobierno para hacerles frente

JAVIER FERNÁNDEZ
20/03/2020
La grave crisis sanitaria que estamos viviendo, pandemia según la OMS, nos tiene absorbidos de tal manera que se hace difícil tratar un tema que no sea ese. Yo, que intento ser prudente, no quisiera escribir sobre algo de lo que no sé casi nada, así que lo haré de un tema que tiene que ver con las decisiones que está tomando el Gobierno y con uno de los instrumentos de los que dispone para tratar de poner fin a la crisis. Tema del que, por razones obvias, sé algo.
En tiempos ordinarios se suelen escuchar frases del tenor: «Menos tanques y más escuelas». Una inmensa mayoría de ciudadanos la podría suscribir, pero en situaciones de crisis se pueden observar las cosas de distinta manera. Y el papel del ejército en nuestros días puede ser una de ellas. No puedo dejar de citar antecedentes históricos, como el larguísimo Gobierno del general Franco, para saber que en nuestro país no han sido muchas las simpatías a quienes hemos vestido el uniforme caqui.
Si hacemos un repaso, aunque sea somero, a los graves conflictos en el mundo, veremos que la lista es casi interminable. Guerras abiertas en Afganistán, Siria, Libia, Kurdistán y Yemen del Sur. Conflictos bélicos en Pakistán, India, Irak, Ucrania, Israel-Palestina. El eterno Líbano. La locura armamentística en Corea del Norte. Grupos armados en Indonesia y en buena parte de África. Desórdenes públicos de especial gravedad en Hong-Kong, Argelia, Bolivia, Ecuador, Chile, Colombia. Lo de Venezuela. El narco en México. Bolsonaro incendiando el Amazonas. Y en algunas ocasiones, de conformidad con instituciones supraestatales, especialmente la ONU, nuestros militares tienen que actuar para tratar de paralizar, o minimizar, parte de estos conflictos (guerras abiertas muchas veces). Tal como informa la web del Ministerio de Defensa, España tiene activas 17 misiones internacionales o de mantenimiento de la paz: Eurofor Althea, Bosnia Herzegovina; Colombia; Sea Guardian, Mediterráneo; SNMG/SNMCMG, OTAN, Mediterráneo Oriental; Letonia; Turquía, OTAN; Irak; Afganistán; Líbano; EUTMRCA, UE, Centroáfrica; Mediterráneo Sur, UE, Libia; Apoyo Aéreo, Gabón; EUTM, UE, Mali; Seguridad marítima, África Occidental; Piratería en el mar, Somalia; EUTM, UE, Interior Somalia; Apoyo Aéreo, Malí-Senegal.
Si en vez de posar nuestra vista en la actualidad lo hiciésemos en el pasado (siglos XIX y XX), solo en España, veríamos que los conflictos en los que estuvimos involucrados eran otros: guerra contra los franceses (1808-1814): guerras carlistas (1833-1839; 1846-1849; 1872-1876): la guerra de África (1859); las guerras en Cuba (1874-1884; 1886-1888; 1898); cantonalismo (1873-1874); guerras coloniales en Centro y Sudamérica: (1811-1898); conflictos en el norte de África: (1906, 1909, 1921, 1925); guerra civil (1936-1939).
Regresando a la actualidad y exclusivamente a nuestro país, los primeros militares a los que hemos visto esta semana por nuestras calles son los de la UME, una unidad muy joven, ya que fue creada en el 2005 por el Gobierno presidido por José L. Rodríguez Zapatero. Su cuartel general está en Torrejón de Ardoz (Madrid) y tiene, además de Cuartel General, Transmisiones y Escuela de Formación, cinco batallones situados en esa misma localidad, el primero, y los demás en: Morón (Sevilla), Bétera (Valencia), Zaragoza y San Andrés de Rabanedo (León). Su actual jefe es el teniente general Luis Manuel Martínez Meijide, con fuerte vinculación personal y familiar zaragozana, que ha sustituido recientemente a Miguel Alcañiz Comas, aragonés de Maella. No creo necesario explicar las labores de esta unidad puesto que es conocida por todos y, me atrevo a decir, que alabada por una inmensa mayoría. España no es el primer país que crea unidades específicas para trabajar en labores de protección civil ya que Francia, Canadá o Japón también las tienen.
Pero la UME no es la única unidad militar que puede participar en acciones concretas dentro del estado de alarma decretado por el Gobierno. Además de las más evidentes de policía, controlando ciertos desplazamientos, podrían actuar en funciones de desinfección de zonas especialmente contaminadas e, incluso, montando hospitales de campaña en casos de extrema gravedad. Tampoco debemos olvidar la posibilidad de utilizar medios militares en convoyes de transporte si fuese preciso abastecer de determinados productos estratégicos. Por supuesto que todo el personal sanitario militar está ya colaborando en las funciones que el Gobierno ha determinado.
No creo que sea bueno tratar de establecer listados de quienes más están trabajando en esta crisis, pero podría ser útil que hiciésemos un esfuerzo para analizar, ahora que tenemos tanto tiempo recluidos en casa, temas que de ordinario no centran nuestra atención. Y el ejército es uno de estos, su necesidad y funciones, a diario y en casos extraordinarios, en España y fuera de nuestras fronteras. Por supuesto que yo también prefiero más escuelas que cañones, aunque un Estado precisa de muchas cosas a las que, a veces, no les vemos la necesidad, pero la tienen. Y a las pruebas me remito.
*Militar. Profesor universitario. Escritor

viernes, 21 de febrero de 2020

Tiempo de Carnaval

Carnaval, expresión de humano humor

Luis Negro Marco

A partir del jueves lardero (del latín lardum –tocino– y por lo tanto, todo lo que tiene que ver con la gastronomía del mondongo) retorna el alegre carnaval, embutido en multitud de personajes diferentes: en Luco de Jiloca, en forma de zarrapastrosos zarragones; en Bielsa, transfigurado en onso que acaba de despertar de su letargo invernal, acompañado de amontatos, trangas y madamas con sus joviales y vistosos vestidos blancos, adornados de cintas de color. Tiempo de chirigotas, metamorfosis, tránsito, disfraces, tiznados, caretos y mascaradas, a Épila llegan las mascarutas, como a San Juan de Plan el peirot y, al festivo son de las dulzainas, los galantes enmascarados gigantes a Zaragoza.

De manera que al igual que Isis (la de los mil nombres, diosa de la fertilidad para griegos y romanos)
Tranga y Madama, del Carnaval de Bielsa
Fot- Luis Negro
ocultando su rostro bajo un velo, el carnaval emboza su acreditada fama burlona bajo diferentes denominaciones: carnestolendas o carnevale, adiós a la carne, porque tras su finalización –el martes de carnaval, que antecede al miércoles de ceniza– llegan el ayuno y la abstinencia propios de la Cuaresma.

Así mismo, el carnaval es denominado entrudo en Portugal y entroido en Galicia, porque es la fiesta que da entrada a la Cuaresma; pero también podría ser el carnaval el carrrus navalis (la fascinante y majestuosa carroza en que los emperadores romanos celebraban con júbilo sus triunfos, al igual que los comandantes de la flota griega sus victorias navales) asociado a las gozosas celebraciones del Navigium Isides, en honor de Isis, y que en la antigua Grecia se celebraba el 5 de marzo coincidiendo con el inminente resurgir de la primavera y el comienzo de la navegación.

Carnaval de San Juan de Plan, 1990
Foto: Luis Negro
El escritor romano Apuleyo, que vivió en el siglo II de nuestra era, en su Metamorfosis (obra también conocida con el título de El asno de oro) nos aporta una descripción de aquella fiesta que bien podría parecernos hoy la crónica de un desfile de carnaval: grupos de hombres disfrazados de mujer, de gladiador, de magistrado, o de pescador, junto a mujeres ataviadas con vestidos blancos y adornadas con flores y espejos a sus espaldas, vertiendo perfume a los participantes. Incluso señala Apuleyo que entre el séquito también había una osa amaestrada vestida de matrona, portada por esclavos sobre una litera; completando el cortejo una multitud de músicos y jóvenes de ambos sexos ataviados con albos ropajes.

Y ya en tiempos más próximos destacan de entre las figuras del carnaval los zanni (de la palabra latina sannio, con el significado de bufón, burlón y escarnecedor) personajes de la carnavalesca comedia italiana, entre los que se encuentran Arlequín, Colombina, y el viejo avaro comerciante Pantalón, quien haciéndose a la mar carnavalera, llegó también a la burlesca pantomima anglosajona con el nombre de Pantaloon.

Máscara de Mekuyo Mamarracho,
Carnaval de la etnia Combe de
Guinea Ecuatorial. 
Foto: Luis Negro
Así mismo, desde mediados del siglo XVI se hizo muy popular en Francia el personaje de  Saint Pansard (o Pançar) así llamado en alusión a su pantagruélica panza, obtenida a base de zampar en los días de Carnaval, previos al miércoles de ceniza. Y ya a mediados del siglo XIX, en el Carnaval de París se introdujo al cervantino personaje de Sancho Panza, muy probablemente por su –en nombre y figura– con Saint Pansard semejanza.

En cualquier caso, parece evidente que (al igual que ahora el carnaval es sinónimo de sátira, buen humor, alegría y diversión) en los pueblos de la antigüedad los ritos asociados a la fecundidad, invocando a la vida que renace, estuvieron marcados por un tono de alegría (hilaritudo –hilaridad–, como lo definieron los autores clásicos) en sus manifestaciones religiosas, las cuales –a partir de la risa, el baile y el amor– constituían un armónico encuentro entre el medio ambiente y la naturaleza humana.

Así, a la luz de lo anterior, nos resulta más fácil comprender el hecho de que durante la Edad Media, llegado el domingo de Resurrección, fuera costumbre que los sacerdotes hicieran bromas (risus paschalis –risa de Pascua–) durante sus homilías, recordando de este modo que Jesús, burlándose del demonio, había resucitado. Y que, en definitiva, al igual que la inocente y pura de un niño que acaba de nacer, es la sonrisa de Dios la que nos otorga la vida y con ella el buen humor, la felicidad y la alegría de vivir.