El retablo de la iglesia de San Pablo
recupera sus puertas
Son una manifestación excepcional en el mundo del
arte, y exclusiva de las iglesias de Aragón
Luis Negro Marco
/ Zaragoza
Tras dieciséis meses de intenso trabajo,
estudio y delicada restauración, el monumental retablo –obra del escultor
valenciano Damián Forment (1480-1540) – del altar mayor de la zaragozana
iglesia de San Pablo, muestra ahora todo su gran y hermoso esplendor.
Esta magistral obra artística, realizada en los primeros años del siglo XVI, disponía de unas grandes puertas que fueron desmontadas en la década de los ochenta. Ambas hojas, están hechas de sargas (telas especiales para pintura, ideadas para la decoración monumental) montadas sobre un ingenioso entramado de madera, totalmente invisible a los ojos del espectador. Situadas en cada uno de los extremos del retablo, tienen unas dimensiones colosales, de diez metros de alto por cinco de ancho, mientras su peso se calcula en torno a los cuatrocientos kilos. Ambas puertas son abatibles, cubriendo la parte central de la mazonería del altar, y pueden abrirse y cerrarse con la simple ayuda de una pértiga.
Hay que destacar el hecho de que tan solo Aragón presenta la peculiaridad de dotar a los retablos de sus iglesias con puertas, y en la actualidad (junto al de la iglesia de San Pablo), tan solo se conservan íntegramente, las de los altares dedicados a San Miguel Arcángel en las iglesias de Ibdes y Paracuellos de Jiloca, los tres del siglo XVI.
Patrimonio de la Humanidad
Las puertas ahora restauradas y reintegradas. Arriba, el anverso de las
puertas (lateral derecho e izquierdo, respectivamente) en escenas de vivas
policromías.- Foto: Luis Negro Marco
Llamada la tercera catedral de Zaragoza, la
parroquial de San Pablo fue declarada Monumento Artístico Nacional el 3 de
junio de 1931. Al mismo tiempo, el templo está
declarado BIC (Bien de Interés Cultural) y en 2001 la UNESCO lo incluyó en la
lista de Patrimonio de la
Humanidad, como monumento representativo de la arquitectura
mudéjar de Aragón. Todo ello conlleva que cualquier actuación que se lleve a
cabo en el templo como en cualquiera de las obras artísticas que alberga, debe
seguir unas estrictas normas de protocolo homologables a nivel internacional.
Las puertas para el retablo de la iglesia de
San Pablo fueron realizadas en 1524 por el entallador Juan Vierto, y las ocho
piezas de lienzo que las decoran fueron pintadas en 1596 por los artistas Antón Galcerán y Jerónimo de Mora.
Asimismo,
las pinturas decoran tanto el anverso como el reverso de las puertas. En el
primero de los casos se reproducen en policromía un total de cuatro escenas
representando diversos pasajes del Nuevo Testamento, delimitadas efectistas trampantojos
que simulan sus marcos. Y lo mismo ocurre en el reverso de las hojas, aunque en
esta ocasión la policromía da paso a cuatro magníficas grisallas con diversos
momentos de la vida de Jesús.
La dirección técnica de restauración y colocación
de las puertas del retablo de la iglesia de San Pablo ha corrido por cuenta del
Ministerio de Cultura a través del IPCE
(Instituto de Patrimonio Cultural Español), siendo la empresa de
restauración Kalam la que ha llevado
a cabo los trabajos de reintegración de la
obra para que en la actualidad la podamos contemplar en su inicial
belleza y esplendor.
Puertas que se cerraban en Semana Santa
La
excepcionalidad de las puertas restauradas y reintegradas al altar de la
iglesia de San Pablo las hace susceptibles de convertirse en un nuevo referente
de atracción turística en Zaragoza. Y es que hay que tener en cuenta que la
funcionalidad de las sargas de la retablística aragonesa era doble: Por un lado
la protección del propio retablo, pero también complementar su efectismo
devocional en los fieles. Así, llegada la Semana Santa, las puertas, que
hasta entonces habían estado abiertas, se cerraban, quedando solo visibles del
retablo las sargas de marmóreas grisallas, cuya sobriedad artística concordaba
mejor con el dolor de la
Pasión.
las
puertas cerradas sobre el altar, con cuatro grisallas que reproducen cuatro
pasajes de la vida de Jesús.- Foto: Luis Negro Marco
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.