viernes, 10 de julio de 2015

Las ONG y la prensa: una cooperación necesaria

El Periódico de Aragón. Noticias de Zaragoza, Huesca y Teruel
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/opinion/comunicacion-cooperacion_1039198.html
Comunicación para la cooperación
                 No hay democracia sin una sociedad bien informada

Luis Negro Marco / Santiago

 “El periodismo, o está comprometido con la sociedad, o no es periodismo”. Así se expresaba el periodista Iñaki Gabilondo,  –a través de videoconferencia– en la jornada inaugural de “Reportajes sin fronteras”. Curso de verano, que organizado por la Universidad de Santiago, se desarrolló entre los días 23 al 26 de junio, con el objetivo de abordar los puntos de contacto entre comunicación, diversidad cultural, integración y reinserción social, incidiendo de manera especial en el trabajo periodístico como agente favorecedor del desarrollo y la cooperación internacional.

 A lo largo de estas jornadas  se puso de relieve que la cooperación internacional se ha reducido en un 70 por ciento durante los últimos tres años en España, al tiempo que en los últimos seis meses, según informaciones de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados –ACNUR–  habrían llegado ya más de 130.000 refugiados a Europa, procedentes en su mayoría de Siria, Afganistán y Pakistán, pero también de países de Áfria, especialmente de Mali, Senegal y Nigeria, a través del Mediterráneo.

 Y mientras tanto, en suelo europeo, sigue también aumentando la pobreza y cada vez es más amplio el denominado “tercer sector” de la población, con grave incidencia entre la juventud y la infancia, de manera que para el caso concreto de España, algunas ONG apuntan que alrededor de un tercio de este grupo en nuestro país, se encontraría  en riesgo de exclusión social. 

En medio de este panorama de profunda crisis, la labor que pueden desempeñar los medios de
Miguel Ángel Rodríguez, responsable de comunicación externa de la 
Cruz Roja, fue uno de los ponentes de las jornadas celebradas en
Santiago de Compostela sobre Periodismo y Cooperación.- Foto: Luis Negro
comunicación es determinante, ya que si la sociedad no tiene constancia de lo que está ocurriendo, es imposible que pueda involucrarse en la solución del problema. La información es por lo tanto un factor clave para la cooperación, y el periodismo una herramienta imprescindible para el avance social, la defensa de la dignidad de las personas, la inclusión y la eliminación de cualquier tipo de discriminación que limite las libertades y derechos de la población civil, y por los que ya abogó, a finales del siglo XVII, el controvertista inglés Samuel Johnson (1649-1703), en su obra Juliano, el Apóstata.

 Pero tanto la opacidad administrativa en asuntos considerados sensibles, como la abundante opinión –España es el país de los tertulianos– carente de datos fidedignos y fuentes bien contrastadas, son factores que dificultan la información de calidad y provocan la pérdida de credibilidad y confianza en los medios. Y al igual que un alimento en mal estado provoca la enfermedad, del mismo modo la información tóxica, no contribuye sino que atenta, contra la cohesión social. Por esta razón, la periodista Rosa María Calaf, que participó en el curso de Santiago de Compostela, afirmó que el periodismo debe hacer audible el silencio y visible la oscuridad: “El silencio es de plomo, y la palabra de oro”, es una de las frases más esclarecedoras sobre el oficio del periodista de esta veterana excorresponsal de televisión.

 Otro aspecto importante que se debatió en este seminario fue el del límite debe establecerse entre el periodismo y el activismo, y evitar de este modo que se trate como “información humanitaria” la referente a los continentes con países en guerra, éxodo de refugiados, y afectados por emergencias sanitarios o falta de alimentos. Así, por ejemplo, “África no es un país”, como recuerda la periodista Lola Huete en su blog Planeta Futuro, sino un continente integrado por 55


Reportajes si fronteras, fue el título del seminario que

organizó la Universidad de verano de Santiago de
Compostela (entre el 23 y el 26 de junio), el cual contó
con la participción de casi un centenar de periodistas.
 Entre los ponentes, algunos de los corresponsales
y fotógrafos más sobresalientes del periodismos
 español de las dos últimas décadas (Rosa Mª Calaf, 
Javier Bauluz,Gervasio Sánchez, Emlio Morenatti...) 
La dirección del curso estuvo a cargo
de Xosé A. Neira Cruz, Rocío Ovalle y  
 Ahinara Bascuña.
 
naciones -incluida la la República del Sahara- cuya extensión total podría albergar más de dos veces y media la de Europa, y que cuenta con más de mil millones de habitantes y la población más joven del mundo. Sería por ello deseable evitar que,  a la hora de informar sobre estos temas, se evitase caer en el “síndrome de la Piedad cansada”, al que hizo también referencia Rosa María Calaf, en el que, en un deseo último del informador por estimular la sensibilidad de la audiencia, se aleja de la realidad objetiva y entra en el terreno de la compasión. El libro Blanco bueno busca negro pobre, (Roca editorial, 2011), del historiador Gustau Nerín, aporta elementos para la reflexión, al respecto.

 Durante las jornadas también intervino el periodista Nico Castellano, especialista en migraciones y cooperación, quien señaló las dificultades que los profesionales de los medios encuentran por parte del Estado, para informar sobre los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) existentes en España. Precisamente, hace apenas unos días que se ha hecho público un informe, relativo al estudio que cuatro universidades españolas han elaborado a lo largo de un año, en los CIE de Fuerteventura, Las Palmas, Algeciras, Valencia, Murcia, Madrid y Barcelona. Bajo el título de “La situación actual de los Centros de Internamiento para Extranjeros en España y su adecuación al marco legal vigente”, el informe refleja las carencias de los CIE españoles, así como la vulneración de los derechos humanos en la que allí viven los internos. Un estudio que apela a la reflexión de la sociedad y a los poderes públicos, obligados por nuestro Estado de Derecho a actuar con arreglo a los principios de transparencia y participación. Pues la democracia es indisociable de una sociedad bien informada.


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