jueves, 30 de abril de 2015

Ignacio de Nicolás, sacerdote escolapio, comenta el Evangelio del domingo, 3 de mayo

Firmas invitadas
Padre Ignacio de Nicolás  Sch. P.

Exégesis del Evangelio del domingo, 3 de mayo: V de Pascua, Marcos: Alegoría da videira (Jo 15,1-8)

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La Vid como arbustoLa vitis vinífera [que da origen a los términos vid, viña, parra, cepa] es una planta leñosa que cuando se deja crecer libremente puede alcanzar 30 metros de altura. 
Pero la acción humana, con la poda anual, la reduce a un arbusto de 1 metro de altura, Su tronco, retorcido y tortuoso presenta una corteza gruesa y áspera que se desprende en tiras longitudinales. 
 Las ramas jóvenes llamados sarmientos, son flexibles y gruesas en los nudos. Sobre ellos alternan las hojas grandes y lobuladas. Los brotes jóvenes son llamados de pámpanos, teniendo en sus extremos la gema de la que sale un nuevo sarmiento. Aparecen primeramente como zarcillos con las que se agarran a otros troncos, pues la vid es una planta trepadora.  Las gemas o brotes, se localizan en las axilas delas hojas en posición lateral de la rama o sarmiento, junto a los nudos del mismo. La poda consiste en cortarlos sarmientos para limitar el número de gemas y no exponer la planta a excesos de producción que pueden llevar a una baja cualidad de uvas y de vino. Una planta solo tiene condiciones de nutrir y madurar de forma eficaz a una determinada cantidad de frutos. La poda también proporciona una forma determinada de planta que permite la ejecución de los trabajos de cultivo. La poda es hecha durante el periodo de reposo de la vid, esto es, desde la caída de las hojas hasta poco antes del inicio de los brotes. 
 Los sarmientos que son retirados durante la poda, menos un sexto del total, solo sirven para el fuego. La leña o madera de los mismos es fina y frágil en demasía para servir como madera para muebles o construcción. 

La vid: "Yo soy la vid, la verdadera, y mi Padre es el agricultor": Ego sum vitis vera et Pater meus agricola est. El griego distingue entre Ampelos <288> feminino y Ampelon <290> neutro. El primero significa vid y el segundo viña. Ambos vocablos tienen significados muy arraigados en el simbolismo bíblico. La vinicultura era una de las formas más antiguas de la agricultura y en (Gn. 9,20-21) leemos cómo Noé, labrador, pasó a plantar una viña. Bebiendo el vino, se embriagó y se expuso nudo en su tienda. El tema de la viña y del vino es porque son símbolos de la vida y de la inmortalidad. Religiosamente Israel es la viña y Yahveh el viñador. 

Viña: Es un conjunto de vides, arbusto que produce las uvas de donde se extrae el vino. El profeta Isaías en 5, 1-7 declara Israel como
viña [Kerem <03754>] del Señor, pero en gran parte estéril y sin frutos. Traída de Egipto (Sl 8,9) fue plantada y cuidada con esmero, de modo a poder preguntar a los hombres de Judá: "¿Podía yo hacer por mi viña más de lo que yo hice?" En Jeremías 12,10 leemos: Muchos pastores destruyeron mi viña y pisaron mi heredad, la porción que era mi placer, la tornaron en desierto. Esta alegoría de la viña fue tomada en parte por Jesús en la parábola de los viñadores o arrendatarios homicidas (M 21,33-45). La viña es pues, en el Nuevo Testamento una figura del Reino a ser instalado por Jesús que encontró rechazo por parte de los líderes religiosos judíos.

 Vid: Sabemos que vid es el arbusto constituido por una cepa o tronco del que parten los sarmientos. En el Antiguo Testamento, la palabra es Gephen <0162> traducida al griego por Ampelos. La vid era el símbolo de un árbol noble como leemos en Jz 9,13 en que la vid no quiere balancearse sobre los árboles, abandonando su vino que alegra los dioses y os hombres. En Oseas 10,1 leemos: "Israel es vid frondosa que da fruto". Vemos también cómo la vid puede ser una parra, como por ejemplo en Miqueas 4,4: Se sentará cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera. Y también se habla de una trepadora silvestre que en hebreo tiene la misma raíz y el mismo número Strong 0162. Con el vocablo soreq <0832>tenemos la parra. Esta palabra aparece solo 3 veces y es traducida como "vid más excelente". 
 El salmo 128,3 compara la esposa dentro de casa a una parra, o como dice Ezequiel en 19,12 la madre que es una parra fecunda y los hijos como fruto de sus ramos. En el Nuevo Testamento en Juan, vemos claramente que la vid es tomada por Jesús como una alegoría en que Él, el Padre y los discípulos son implicados directamente. 

Verdadera: Alëthinë <228>, aparece 9 veces en Juan y una sola vez en los sinópticos. Se distingue de alëthës, éste como sujeto que dice la verdad, cuyo contrario sería mentiroso, y alëthës con el sentido de real, genuino, para distinguirlo de falso o adulterado. Cuando Jesús habla pues, de que Él era la vid, la auténtica, quiere significar que toda otra es falsa y Él es la única vid que Dios cultivaba ahora como agricultor, opuesta a todas las que se decían vid de Yahveh como siendo representantes del pueblo escogido de Israel, a quien Dios se había dirigido por medio de los profetas del Antiguo Testamento
 ¿La falsa vid sería representada por la sinagoga? Pues Juan escribió su evangelio, entre otros motivos, como una apología contra la sinagoga. Uno de los más notables adornos del Templo era la gran parra de oro con racimos del tamaño de un hombre. Y entre las monedas de la primera guerra contra Roma [66-70]aparece la imagen de una vid y sus sarmientos. Y después de la queda de Jerusalén, los fariseos, dirigidos por Rabí bem Zakkai fueron conocidos como la viña. La expresión vid auténtica aparece en la Setenta en Jr 2,21: "Yo te planté como una vid fértil, enteramente genuina. ¿Cómo es que te convertiste en una vid silvestre y te tornaste amarga?"

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