lunes, 10 de diciembre de 2018

Alfonso Bullón de Mendoza: "Villar y Herrera son la otra cara de la Cincomarzada"


Alfonso Bullón de Mendoza: “En bastantes ocasiones, el carlismo no ha sido bien comprendido”

Alfonso Bullón de Mendoza, catedrático de Historia contemporánea y director del «Instituto CEU de Estudios Históricos», estuvo presente en la tarde-noche del viernes, 24 de agosto de 2018, en las localidades zaragozanas de Herrera de los Navarros y Villar de los Navarros, presentando un documental sobre Charles Lewis Gruneisen, el primer corresponsal de guerra de la historia, que, el 24 de agosto de 1837 presenció y narró, para el periódico londinense «The Morning Post» la batalla de Villar de los Navarros. Un hecho de armas que aconteció en la primera guerra carlista (1833-1840) y supuso una importante victoria para Don Carlos, tío de la reina Isabel II, en sus aspiraciones a la Corona española.

Luis Negro Marco 

Pregunta: Si hubiera de hacerlo brevemente, ¿cómo definiría usted el estado actual de la historia y de la investigación histórica en España?
Respuesta: Sin duda nunca ha habido tantos historiadores profesionales en España como existen en la actualidad, aunque otra cosa es que sus publicaciones lleguen al gran público, pues dentro del mundo académico lo que se valora no son las publicaciones de carácter divulgativo, sino las que aparecen en revistas especializadas de muy escasa difusión.

P: Usted es uno de los grandes especialistas en el estudio de la historia del carlismo ¿considera que este tema ha sido bien abordado por los historiadores?
R: Creo que en bastantes ocasiones el carlismo no ha sido bien comprendido, pues se trata de entender con la mentalidad de hoy a hombres de hace cerca de doscientos años, cuya escala de valores era muy distinta de la actual.

P: Las guerras carlistas se suscitaron por un problema sucesorio a la Corona de España tras la muerte de Fernando VII, el 29 de septiembre de 1833 ¿Les asistía la razón a los carlistas cuando reclamaban  la corona para don Carlos, en detrimento de su sobrina, la reina Isabel II.
Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera, es catedrático de Historia, director de la revista de Historia Contemporánea APORTES, y desde julio de 2018, Presidente de la "Asociación Católica de Propagandistas"
R: Desde el punto de vista de la legalidad del Antiguo Régimen parece indudable, pues por más que se denominara rey absoluto, Fernando VII no podía cambiar el orden de sucesión a la corona sin respetar una serie de formalidades que no tuvo en cuenta, la principal de las cuales era convocar unas cortes cuyos diputados tuvieran poderes extraordinarios para discutir el tema.

P: Charles Lewis Gruneisen era masón y apoyó la causa de Don Carlos convencido de que su partido representaba el progreso en España. ¿No es un mito infundado el identificar al carlismo como contrario a las libertades?
R: La mayor parte de los tories ingleses, incluyendo al duque de Wellington, veían con simpatía la causa carlista, pues no hay que olvidar que Gran Bretaña no ha tenido nunca una constitución escrita como las que los liberales españoles copiaron de Francia. Los carlistas eran vistos por ello como defensores de esa España tradicional que se había opuesto a Napoleón en 1808. 

P: ¿Qué principales ideas fueron las que sustentaron el pensamiento carlista a lo largo del siglo XIX?
R: La defensa de la religión frente a los ataques del liberalismo (exclaustración, desamortización, matanzas de frailes como la de Madrid de 1834) y la defensa del papel decisivo del Rey en el gobierno del reino, sin que eso supusiera que podía hacer cuanto le viniera en gana (de ahí su oposición al cambio dinástico perpetrado por Fernando VII). Posteriormente fue tomando protagonismo la defensa de los fueros y leyes particulares de cada zona.

P: Si el carlismo fue firme defensor de los fueros de los navarros y de las provincias vascongadas, ¿por qué tuvo sin embargo tanto peso también en Aragón?
R: El carlismo tuvo gran peso en toda España, y si el Navarra y vascongadas el alzamiento inicial tuvo tanta fuerza, adhiriéndose a él Vitoria y Bilbao, fue no porque se tratara de un alzamiento en defensa de los fueros, sino porque la existencia de los mismos en el País Vasconavarro hizo que las autoridades locales pudieran disponer de unas milicias armadas que protagonizaron la sublevación, milicias que habían sido neutralizadas en el resto de España. Probablemente la región más carlista de España fuera Cataluña, pero Aragón y Valencia adquirieron al final del conflicto un peso mayor que el del Norte debido al genio militar de Cabrera.

P: Se ha repetido mucho y durante muchas semanas, que el independentismo catalán tendría su base en el pasado carlista de Cataluña a lo largo del siglo XIX y principios del XX ¿Qué opina usted al respecto?
R: En carlismo, en tanto amante de la tradición, juega un papel importante en la recuperación de la cultura catalana y vasconavarra, pero desde el punto de vista político se enfrentó al nacionalismo, lo que se vio con gran claridad en la guerra civil española, cuando gudaris y requetés se combatieron a muerte en la campaña del Norte.

P: ¿Herrera de los Navarros y Villar de los Navarros podrían ser en el futuro referente en Aragón sobre el estudio y difusión de la historia del carlismo como lo es actualmente Estella en Navarra?
R: Quizá el evento que hoy se conmemora más en Aragón relacionado con el carlismo es la fallida sorpresa de Cabañero sobre Zaragoza el 5 de marzo de 1838 (la cinco marzada). La acción de Villar o Herrera supone la otra cara de la moneda, la que recuerda a ese carlismo que tuvo opciones reales de ganar la guerra.


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