martes, 7 de enero de 2014

Artículo en La Gaceta de Guinea Ecuatorial sobre la Educación de los niños









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La Educación de los Niños, la mejor manera de preparar un mañana mejor 
Por: Luis Negro Marco / Zaragoza 

Las difíciles condiciones de vida de muchos niños en distintos países del mundo, y la plena conciencia de que la Infancia necesita protección y derechos especiales, además de los fundamentales de las personas (recogidos en la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” de 1948, y cuya celebración a nivel mundial se celebra cada 10 de Diciembre) llevaron a la ONU, en 1954, a recomendar que los países instituyeran el “Día Internacional del Niño”. Una celebración con el objetivo fundamental de fomentar la fraternidad entre todos ellos (niños y niñas) y promover su bienestar. Dicha celebración se fijó para el 20 de noviembre, fecha en que la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó, en 1959, la “Declaración de los Derechos del Niño”. Y fue también un 20 de noviembre, en esta ocasión de 1989, cuando la misma Asamblea amplió la protección a la Infancia, a través de la “Convención de los Derechos del Niño ”. De este modo, para conmemorar dichas efemérides, cada 20 de noviembre, niños y niñas en todo el mundo celebran alegremente, junto a sus padres y profesores, y a través de juegos y actividades, el hecho de que ellos son lo más importante, pues representan el futuro de la Humanidad. 

Por otro lado, el que se recojan por escrito los derechos de la Infancia, plenamente aceptados a nivel mundial, significa mucho, porque posibilita el cumplimiento de sus derechos fundamentales, como son el de la alimentación, la salud, la educación y la vivienda, garantizando además que niños y niñas puedan expresar sus opiniones sobre los asuntos que les interesan, y que los adultos las tengan en cuenta. Es muy importante por ello que desde la más tierna infancia, los que han de ser futuros y futuras gobernantes de sus países, tengan una buena formación, porque la Educación es la mejor manera de transformar el mundo y preparar un mañana mejor. Dicho espíritu queda reflejado en la Constitución de Guinea Ecuatorial que regoge en su articulado que “la Educación es un derecho primordial; y todo ciudadano tiene derecho a la Educación Primaria que es obligatoria, gratuita y garantizada”. 

En este aspecto Educación y Cultura son ejes imprescindibles para que las generaciones futuras de los distintos países de nuestro mundo vivan en un clima de fraternidad, bienestar y sobre todo de Paz. Porque la Educación debe ser generadora de Paz. Y como vemos en tantos conflictos armados que existen y brotan constantemente en los cinco continentes (en los que los niños son precisamente sus principales víctimas) es aún mucho el camino que queda por recorrer y constante el esfuerzo que día a día se debe hacer en pos de la Paz a través del fomento y desarrollo de la Educación y la Cultura. 

Y este esfuerzo no es algo que hayamos descubierto hoy, sino que hace ya muchos siglos, otras personas, con suma clarividencia, observaron. Es el caso del santo español san José de Calasanz (considerado como el impulsor de la Pedagogía moderna a nivel mundial) nacido en 1557 en Peralta, un pueblo situado al noreste de España. Una ver ordenado sacerdote, en 1583, el santo marchó a Roma, y allí encontró una dura realidad: miles de niños y niñas, muchos de ellos huérfanos, vagabundeaban por las calles de la ciudad, sumidos en la pobreza, mendigando y muriendo a causa de enfermedades que no tenían a quién ni con qué curar. San José de Calasanz formuló entonces una frase que ha servido de guía para todos los planes educativos que, desde el siglo XVI hasta nuestros días, se han ido elaborando y perfeccionando a escala mundial: “Si desde la infancia se educa a un niño en la Piedad y en las Letras, se le asegura un camino de felicidad para el resto de su vida”. Fiel a su premisa, el santo español abrió en Roma, en el año 1597, la primera escuela popular pública y gratuita del mundo cuyos destinatarios eran los niños y niñas y jóvenes pobres sin recursos. 

En consecuencia, teniendo en cuenta ya entonces, muy presentes los derechos de la Infancia, Calasanz afirmaba también: “Que los muchachos tengan un maestro competente que les enseñe la escritura y el cálculo para que puedan abrirse más fácilmente paso en la vida”. Y aquí llega la gran importancia que el maestro desempeña en la tarea educativa (sin olvidar que es también fundamentral la de los padres y por supuesto la responsabilidad de los propios alumnos), porque san José de Calasanz pensaba que el maestro es quien da verdadera categoría a la Escuela, definiéndolo, con total acierto, como “Cooperador de la Verdad”. Porque un Pedagogo (palabra que deriva de las griegas “paidos” / niño y “gogos” /conducir) no solo debe ser eficaz –para conducir por el buen camino a los niños y niñas– a la hora de enseñar conocimientos, sino también cuando se trata de educar en valores de solidaridad y justicia que posibiliten la convivencia pacífica y justa de cualquier sociedad que se considere moderna. Y este concepto educativo que implica aprendizaje de conocimientos y educación ciudadana es lo que conocemos como “Educación integral”, objetivo que contemplan actualmente todos los planes educativos a nivel planetario. 

Consciente de que la obra pedagógica por él iniciada debía continuar y propagarse por toda la Tierra, san José de Calasanz redactó las Constituciones de una nueva Congregación religiosa dedicada por completo a la Enseñanza de cuantos niños y niñas (con preferencia los más pobres) llamaran a las puertas de sus escuelas. Fue así como en 1617 el Papa Paulo V aprobó la “Orden de las Escuelas Pías”, extendidas actualmente por los cinco continentes, y también muy presentes en Guinea Ecuatorial, pues los Padres Escolapios tienen abiertas escuelas en Bata (colegio “Calasanz” de Ekobenam), Akurenam (cuyo colegio también recibe el nombre del fundador de la Orden, “Calasanz) y Akonibe. Finalmente, hay que tener también muy presente que un factor primordial de la Educación de niños y niñas y jóvenes en su etapa de adolescencia, es el Juego, como medio primordial para su integración, relación interpersonal y expresión de su creatividad. En Guinea Ecuatorial niños y niñas disfrutan por igual con la práctica del fútbol, y demuestran una extraordinaria imaginación a la hora de confeccionar sus propios juguetes: Las niñas, pintando las rayuelas en el suelo, o fabricando ellas mismas las tiras de goma para el popular juego infantil de “la goma de saltar”, que exige buenas dosis de habilidad y destreza psicomotriz. 

Pero hay un juego en el que, en este caso, especialmente los niños, demuestran una habilidad inigualable: la construcción de vehículos en madera. Pasan tiempo trabajando en la fabricación de las distintas “piezas” en madera de sus “vehículos” hasta que finalmente, en cuestión de horas, o días, dependiendo del grado de dificultad, diseñan el juguete de sus sueños, una pieza única construida con sus propias manos. 

La creatividad es otro de las grandes factores a tener en cuenta en la Educación, y ésta se expresa, fundamentalmente a través de las actividades de Plástica (dibujo, pintura y manualidades) pero también, y como complemento a la Gimnasia (Educación Física) a través de la “Expresión Corporal”, y qué mejor manera de hacerlo que a través del Teatro. En este sentido, niños y niñas guineoecuatorianos dan constantes muestras en sus colegios de sus capacidades a la hora de elaborar sus propios guiones de teatro, cuyas obras representan después (cuando llegan fiestas y conmemoraciones) en sus respectivos centros educativos, alcanzando un gran nivel interpretativo. 

Como se ve, por todo lo expuesto, la Educación es un concepto muy amplio y esencial en las sociedades modernas, porque son los niños y niñas de hoy quienes ostentarán los puestos de responsabilidad en las sociedades del mañana.

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