sábado, 11 de enero de 2014

La Institución "Fernando el Católico" de la Diputación Provincial de Zaragoza, publica el VII tomo de la colección: "Técnica e Ingeniería en España"

          
Ingeniería, agudeza y arte del ingenio

Luis Negro Marco / Zaragoza

  Reformar con el arte los defectos de la Naturaleza”. Esta era una de las máximas que inspiraron al Cuerpo de Ingenieros del Ejército español creado a instancias de Felipe V en 1711, aún no finalizada la Guerra de Sucesión en España. Una buena definición de lo que es la Ingeniería, ciencia principal de la transformación constante de la Naturaleza por parte de la Humanidad –generando arte a la vez– para contribuir al bienestar de las sociedades.Y la Ingeniería concebida como patrimonio cultural es la idea que ha venido inspirando durante diez
Acto de presentación del libro, el 12 de Diciembre de 2013, en el Salón de Actos de la
Diputación Provincial de Zaragoza; de izquierda a derecha, el Vicepresidente de la Real
Academia de Ingeniería, Javier Araciil; el Vicepresidente de la Diputación Provincial de
Zaragoza, Francisco Artajona; el Rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López,
el Director General de Investigación e Innovación Universitaria, Miguel Ángel García,
y el Consejero Delegado de la empresa aragonesa BSH Electrodomésticos, José Longás;
                                                                                                  Foto: Luis Negro Marco

años la magnífica colección “Técnica e Ingeniería en España”, cuyo tomo VII (titulado “El Ochocientos, de las profundidades a las alturas”) fue presentado el jueves, 12 de diciembre, en el salón de actos de la Diputación Provincial de Zaragoza. La colección, única en su género hasta ahora en España, está coordinada por el catedrático de Informática de la Universidad de Zaragoza, Manuel Silva Álvarez y ha sido publicada conjuntamente por la “Institución Fernando el Católico” de la
Portada del libro editado por la "Institución
Fernando el Católico" de la Diputación Provincial
de Zaragoza
.- Foto: L.N.M.
Diputación Provincial de Zaragoza, la “Real Academia de Ingeniería” y “Prensas Universitarias” de la Universidad de Zaragoza, con el apoyo del Gobierno de Aragón
El acto de presentación de este volumen fue presidido por el Vicepresidente de la Diputación de Zaragoza, Francisco Artajona, a quien acompañaron el Rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, el director general de Investigación e Innovación del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel García, el consejero delegado de la empresa aragonesa BSH Electrodomésticos, José Longás (quien hizo la presentación previa del libro), y el vicepresidente de la Real Academia de Ingeniería, Javier Aracil. Asimismo, el editor de la colección, el profesor Manuel Silva, intervino para desvelar los pormenores y contenidos de este enciclopédico libro en edición de lujo (con casi 900 páginas y 200 ilustraciones) que además incluye un cedé completo del tomo II de la colección, con tres interesantes bloques de vídeos dedicados respectivamente a las almazaras (prensas de aceite), las prensas para hacer vino y algunos de los antiguos molinos y hornos de mineral en España. 
El Ochocientos” –ámbito del trabajo histórico, arqueológico y artístico de la Ingeniería en España que aborda este libro– es visto aquí desde el ámbito europeo del “Gran Siglo XIX”, que comprende desde la Revolución francesa de 1789 hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914. Asimismo, el título del volumen es bien definitorio de su contenido, que  desarrolla ciencias de la Ingeniería propias de las profundidades de la tierra (mineralogía, geología, paleontología –estudio del pasado de la vida en la Tierra a través de sus registros fósiles– y de las aguas, pues fue un militar español, Isaac Peral, quien inventó y
El Catedrático de Informática de la Universidad de
Zaragoza,
Manuel Silva Suárez, coordinador de la
colección "Ingeniería y Técnica en España", durante
la presentación del vlumen VII, el pasado 12 de Di-
ciembre en la DPZ.
- Foto: Luis Negro Marco
construyó el primer
submarino del mundo, botado en septiembre de 1888 junto a las costas de San Fernando de Cádiz. Sin embargo, el gobierno español desechó este proyecto, rápidamente desarrollado por Italia, país al que años después hubo de comprar España, para su Armada, unos submarinos que habían sido fabricados –ironías del destino– con patente española. 
Pero también encontramos en este libro la Ingeniería de las alturas, pues fue en el genérico “Ochocientos”, cuando se desarrollaron los primeros momentos de la navegación aérea; desde que en junio de 1783 los hermanos Montgolfier hicieran volar en Francia el primer globo aerostático (no dirigido), pasando por los dirigibles (los famosos “zeppelines” que llegaron a hacer rutas de transporte intercontinental de pasajeros) en cuyo diseño destacó el español Torres Quevedo, inventor en 1905 del dirigible autorrígido, el primero que permitía viajes de largo alcance, y cuya patente –ante el desinterés una vez más del Estado español– fue comprada por la empresa francesa “Astra”. Y así hasta el 17 de diciembre de 1903, fecha en que los hermanos Wright (estadounidenses) hicieron volar el primer avión, aunque eso sí, impulsado desde una catapulta; aquel aeroplano logró hacer un corto recorrido antes de estrellarse contra el suelo, pero fue un hito que hizo posible el posterior desarrollo de hidroaviones y aeroplanos de hélice cuyas escuadrillas (trabadas en memorables combates aéreos, que convirtieron en héroes a sus pilotos) mostraron gran eficacia militar durante la Primera Guerra MundialEste libro también pone de
Primer Mapa Geológico de España, a Escala: 1: 500.000, obra de Joaquín Ezquerra del
Bayo,  quien lo realizó en el año 1850.- 
manifiesto cómo España se incorporó con un notable retraso a la Revolución Industrial. Así, por ejemplo, mientras nuestro país inauguraba su primera línea ferroviaria (Barcelona-Mataró) en 1848, hacía 37 años que el ingeniero inglés Blenkinsop ya había construido una locomotora  de vapor (idea patentada en 1784 por el también inglés James Watt), a la que curiosamente llamó “locomotora Salamanca”. Las causas del retraso industrial español se encuentran en la política arancelaria del Estado a lo largo del XIX, que favoreció la importación de los productos manufacturados (acero, raíles, locomotoras…) que, paradójicamente se construían con materia prima española. Asimismo las luchas dinásticas internas, así como las guerras en Cuba y Marruecos, hicieron muy difícil el desarrollo industrial de España a lo largo del XIXPor otro lado, la falta de una política inversora por quienes poseían  el dinero (grandes terratenientes,  la nobleza de sangre, la Iglesia y una burguesía a medio camino entre la “Tradición” y la “Modernidad”)  hicieron irrealizable el desarrollo de otra industria que no fuera la agro-alimentaria, basada en la tríada mediterránea (vino, trigo y aceite). No obstante, a comienzos del siglo XX, y gracias a la proliferación del carbón de coque como combustible en las fábricas, se desarrolló en España –próxima a las explotaciones mineras– la industria siderúrgica de los altos hornos, tanto en Asturias como en el País Vasco. Al mismo tiempo, en Cataluña, desprovista de los combustibles fósiles del Norte, se creaba una importante industria textil, alimentada con la energía eléctrica generada  por los abundantes saltos de agua de su territorio. A destacar también de este libro el apartado que dedica al desarrollo de la política forestal en España, en el que desempeñó un papel determinante, a comienzos del siglo XX, el Cuerpo de Ingenieros de Montes, sobretodo en cuanto a la salvaguarda del monte público se refiere; gracias a su labor surgió en 1916 la figura de los Parques Nacionales, lo que convirtió a España en país pionero de la protección de la NaturalezaY es que la imagen de las máquinas convertidas en enemigas implacables de la Humanidad solo son reales (y eficaces en taquilla) en las grandes pantallas de cine. La maquinaria, y las grandes obras, han sido, desde los comienzos de la Humanidad, fruto de la Ingeniería, es decir de la “Agudeza y Arte del Ingenio” de las personas.



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