martes, 10 de junio de 2014

África, el continente de la esperanza. El día 25 de mayo se celebró el día de África, territorio en el que tradición y modernidad van de la mano, avanzando serenamente hacia el futuro

                                             
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                                  http://www.lagacetadeguinea.com/200/12.htm


                     El latido  de África            


El pasado 25 de Mayo, se celebró en todo el mundo el “Día de África”. Una fecha que conmemora la creación de la “Organización para la Unidad Africana” (OUA), el 25 de mayo de 1963. Una institución que se transformaría más tarde, el 9 de julio de 2002, en la actual Unión Africana, cuyo objetivo principal ha sido, desde su fundación, el de la integración política y económica de sus 54 países miembros. Sudán del Sur fue el último en incorporarse a ella, en julio de 2011, una vez se independizó de Sudán tras años de guerra. Marruecos, por su parte, abandonó en 1984 la Organización Panafricana en protesta por la admisión en su seno del Sahara Occidental como miembro, entonces, número 51.
El gran estadista sudafricano Nelson Mandela (1918-2013), fue el primer presidente negro de Sudáfrica, quien acabó con el apartheid y promovió la unidad de blancos y negros en el país.  Recibió el premio Nobel de la Paz en 1993. En  este mural que se encuentra en el “Instituto Cultural Francés de Bata”, se puede leer una de sus célebres frases: “Papel blanco, tinta negra, palabra: Fraternidad”.-                                                Foto: Luis Negro Marco
África es un continente tan inmenso en extensión (30 millones de kilómetros cuadrados) como lo es en paisajes, culturas, lenguas y gentes, con una población que, ya en 2009, se calcula llegó a los mil millones de habitantes, cuatro cuartas partes de los cuales viven en el África subsahariana. Se podría decir, como en el título de la célebre película interpretada por el actor español Joaquín Bardem (esposo de la también actriz española Penélope Cruz) que “África no es un continente para viejos”, pues el sesenta por ciento de su población tiene menos de veinte años, con una tasa de crecimiento aproximada del tres por ciento anual. De este modo África ha multiplicado por dos su número total de habitantes en tan sólo una generación.
LUIS NEGRO MARCO
Zaragoza
En su conjunto –y a pesar de las notables diferencias entre cada uno de los países que lo integran, y los problemas estructurales que han marcado al continente desde la descolonización– cada vez es más nítida la visión de una África unida y fuerte; y los esfuerzos realizados por los dirigentes africanos en los últimos diez años para poner en marcha un panafricanismo real, han sido muchos, de manera que a día de hoy ya existe un Parlamento Panafricano, así como un Consejo de Paz y Seguridad, e incluso, un Tribunal de Justicia y Derechos Humanos.
Asimismo hay que destacar que la UA contempla el “derecho de injerencia” para intervenir en terceros países miembros, con la finalidad de impedir crímenes de guerra o genocidio, como los ocurridos en la República Democrática del Congo, Ruanda y Burundi, hace menos de dos décadas. Por ello la Unión Africana está finalizando ya su trabajo para la creación de la “Fuerza Africana de Reserva” (que con un contingente óptimo de 32.000 soldados debería estar disponible en 2015) para la supervisión de las futuras operaciones de paz y respuesta a actos terroristas tales como los de Al-Quaeda del Magreb (que motivaron la intervención francesa en Mali, a comienzos de 2013) o los recientes secuestros y brutales atentados terroristas de Boko Haram en Nigeria.
Por otro lado, la presencia de la UA en los grupos económicos del G-8 y del G-20, y el Foro Económico de Davos, son cada vez más frecuentes en los últimos tiempos, y de cara al futuro, y para tener una sola voz en el ámbito
La cantante sudafricana Miriam Makeba (Johannesburgo, 1932 – Italia, 2008), fue  una de las voces africanas más conocidas a nivel mundial. En 1967 grabó su disco “Pata-Pata”, icono de toda una  generación. Esta imagen la representa en un gran  mural que se encuentra en el Instituto Cultural Francés de Bata.- Foto: Luis Negro Marco
 internacional, los líderes de la UA ya contemplan la futura puesta en marcha de un gobierno continental de unidad, el cual sería la etapa previa y necesaria para la constitución de los futuros “Estados Unidos de África” (EUA). Una idea que no es nueva, y que ya fue expresada por los padres de la antigua OUA en 1963. Por otro lado, y gracias a las grandes inversiones de China en prácticamente todos los países de África, el continente está experimentando un desarrollo urbano que crece al mismo ritmo que aumenta la población: muy rápido. Y los intercambios comerciales que mantiene el continente cada vez son más numerosos, principalmente con Asia (China, la India y Malasia). De este modo África está desarrollando unos horizontes de crecimiento que (aún muy dependientes de las antiguas metrópolis, principalmente Francia e Inglaterra, y de la ayuda internacional para el desarrollo) están dando un gran impulso a su economía global. 
Y sin embargo, la imagen social que se transmite de África a través de los medios de comunicación en Europa, sigue siendo la misma, prácticamente, que la que se tenía en tiempos de la descolonización: hambre, violencia, pobreza, inhumanos viajes en patera, asaltos a las vallas de Ceuta y Melilla... Estereotipos que impiden acceder a un conocimiento global del continente, y sobre todo de sus gentes. Si a un grupo de europeos se les pidiese que pensasen por un instante en África y se les preguntase después : “¿Qué imagen les ha venido a la mente?”, lo más probable es que fueran éstas
El Presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, fue el impulsor del “Premio UNESCO-GUINEA ECUATORIAL de Investigación en Ciencias de la Vida” otorgado por vez primera en la Sede de la UNESCO en París, el 17 de julio de 2012. El galardón reconoce la labor de científicos  e instituciones que trabajan por hallar remedios a los males que afectan a la salud y a la vida humana y ponen en peligro  la diversidad planetaria. En la imagen, retrato del Presidente en un mural que se encuentra en el Instituto Cultural Francés de Bata.                                               Foto: Luis Negro Marco
sus respuestas: un hombre con un machete matando a su vecino en la República Democrática del Congo; un niño llorando de hambre en Sudán, con su madre desesperada por no tener nada para darle de comer; un niño o una niña descalzos cargados con un cubo de agua en la cabeza caminando por el desierto del Sahara; o unas cabañas de barro y tejado de nipas con un grupo de mujeres fuera machacando trigo sobre un molino de piedra en la sabana de Kenia. Sí, esas imágenes son África, pero también lo son sus enormes valores humanos y solidaridad (cada día más difícil de encontrar en Europa), donde la familia es un pilar fundamental de una sociedad que respeta y venera a sus ancianos. Un continente donde tradición y modernidad conviven sin traumas, siendo asimismo origen de vanguardias en los mundos de la música, la literatura, el teatro o el arte. Y un continente en el que los jóvenes, al igual que en el resto del mundo, estudian y trabajan por conseguir un futuro digno para ellos, el de su familia y el de su propio país. Y es que, en la “civilización occidental”
El estadounidense Martin Luther King (1929-1968) fue el gran defensor en los Estados Unidos de los derechos de la población negra frente a las leyes de discriminación racial. Fue el líder del movimiento pacifista por los derechos civiles de los afroamericanos. Por su labor de unidad y no violencia, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1964. Martin Luther King fue asesinado el 4 de  abril de 1968 en la ciudad estadounidense de Memphis. Tenía entonces 39 años de edad y dejaba cuatro hijos .En la imagen, retrato de Luher King en un mural que se encuentra en el “Instituto Cultural Francés de Bata.  Al lado, su célebre frase: “I have a dream” –tengo un sueño–      Foto: Luis Negro Marco
(Europa y América del Norte) la sociedad ha permanecido “cegada” durante mucho tiempo por el ahumado cristal de los denominados “Estados del bienestar”, ahora en crisis. Pero en la actual coyuntura, los rayos que alumbran la nueva realidad, hacen evidente que otro mundo no es ya sólo posible, sino necesario. Y en ese mundo, África, no podrá seguir siendo “el convidado de piedra” sino uno más de los invitados de honor y de sus anfitriones. Los latidos de África resuenan cada vez con más fuerza en el horizonte, con la vitalidad y energía del mestizaje, es decir, de la esperanza.

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