miércoles, 29 de junio de 2016

Benín en "La Gaceta de Guinea Ecuatorial"

Benín, fusión de religiones y civilizaciones africanas

Luis Negro Marco
Historiador y periodista

Situdada en la zona intertropical de África –entre el Ecuador y el Trópico de Cáncer– la nación de Benin  está limitada al norte por el río Níger, al sur por el océano Atlántico, al este por Nigeria, al oeste por Togo, y al noroeste por Burkina Faso.  La extensión territorial del país es de 113.000 kilómetros cuadrados (algo superior en cuatro veces a la de Guinea Ecuatorial) divididos en 12 departamentos y 77 provincias. Climáticamente en el país se distinguen dos zonas diferenciadas. Así, encontramos el clima ecuatorial (al sur), con  4 estaciones; y el clima sudanés, al norte, con solo 2
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GUINEA ECUATORIAL

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estaciones. Asimismo es en esta zona septentrional de Benin en donde se encuentran los dos Parques nacionales con que cuenta el país: “Pendjari” y el “Parque W”, con una rica y diversa fauna salvaje, y con abndantes ríachuelos, lagos y lagunas. Puede decirse de Benin que su relieve geográfico es poco accidentado, y abundante en bellos paisajes, con pinceladas de bucólicas playas de arena fina, bosques frondosos, verdes valles donde se extienden los cultivos agrícolas y corrientes rápidas de ríos que han tallado a lo largo de años las altas rocas, cayendo sus aguas en espectaculares cascadas. Antigua colonia francesa, Benín cuenta con una población de 9 millones de habitantes. El idioma oficial es el francés, y se hablan también las lenguas propias: fon, adja, yoruba, bariba y dendi. El país obtuvo su independencia el 1 de agosto de 1960, y vive una experiencia democrática estable, desde 1990. El actual presidente electo de Benín, es, desde el pasado 6 de abril, Patrice Talon.

Religiosidad           
 La católica es la religión más profesada en Benin, por un 35% de la población, a la que sigue la religión musulmana (20% de creyentes) y religiones propias de la nación , practicas por un 37% de los naturales del país. Hay que destacar que Benín es la cuna de la religión “Vudú”, la cual fue llevada a América por los esclavos negros allí deportados, quienes llevaron consigo las creencias y prácticas “Vudú”, tan importantes hoy en día en Brasil y las islas caribeñas de Cuba y Haití.

Alegría y amistad. Mujeres beninesas en  la Feria internacional de Turismo (FITUR),  de Madrid, en un derroche de cordialidad y buen humor, con un cuenco de refrescante bebida de coco, elaborada por ellas mismas, muy popular en  Benín.     Foto: Luis Negro Marco

En la actualidad, prácticamente todos los pueblos y ciudades de la mitad sur de Benin  están llenos de templos y conventos “Vudú”, destacando entre ellas la ciudad de Grand-Popo y muy especialmente, la ciudad de Ouidah, donde reside el patriarca de la religión “Vudú”, y en donde se encuentra el “templo de las Pitones”, en el que cada año (durante el mes de enero) se celebran importantes ceremonias en honor de las divinidades (entre ellas la de “Manin Guatá”), que tienen su punto álgido el 10 de enero.

 El secular culto “Vudú”, llegó a América llevado por los esclavos africanos.  Sus manifestaciones en Benín se caracterizan por sus alegres fiestas, con vistosas y coloristas danzas y baleles  folklóricos de carácter ceremonial que son expresión de la cultura de todas las regiones de Benin.

Las fiestas del ñame y de Nonvitcha
 Cada 15 de agosto, el grupo étnico “Mahi”  de la ciudad beninesa de Savalou, celebra la “fiesta del ñame” que tiene como objetivo pedir a la Providencia divina, a través de los antepasados difuntos, una buena cosecha de tubérculos (ñames). Estas antiquísimas rogativas públicas están acompañadas de cánticos y animadas danzas.
Folklore. Grupo de músicos beninesas ensayando su actuación en  la Feria internacional de Turismo (FITUR), celebrada en Madrid en la última semana del pasado mes de enero.                                  Foto: Luis Negro Marco

 Asimismo, desde hace casi 100 años, miles de muchachos y muchachas de las ciudades de Popo, Houéda  y Xwla, se dan cita anualmente en la fiesta cristiana de Pentecostés, en la playa de Grand-Popo, para celebrar la fiesta de “Nonvitcha” (Hermanos unidos), a través de juegos florales, animaciones, competiciones deportivas y conciertos de música. Una manifestación cultural que cuanta cada vez con más adeptos y que se caracteriza por la bondad de sus sentimientos y la reconciliación.


Jinetes Batombou, en la fiesta de La Gaani (alegría) en la ciudad de Nikki. 
Otra interesante fiesta de Benin es la de los “Jinetes  Gaani” (“Gaani” significa alegría), protagonizada por jinetes de la etnia “batombou” a lomos de caballos de raza árabe y que tiene lugar a lo largo del primer trimestre. La ciudad de Nikki (al norte de Benín) es la tierra del pueblo “batombou”, bajo el poder político tradicional del rey de Nikki, el soberano Sinaboko. La leyenda dice que participar en la fiesta de “La Gaani” (la fiesta de la alegría) es seguridad de bienestar, prosperidad, paz y amor para el resto del año.

País de museos
 Benín ha impulsado y puesto en marcha numerosos museos a através de los que está dando a conocer, a propios y extraños, su innumerable riqueza cultural (ya arqueológica, ya etnográfica, ya artística, y de toda índole). Destacan de entre ellos: el Museo histórico de la ciudad de Abomey: creado en 1944 bajo la administración colonial francesa; está ubicado en el palacio del rey Ghézo (que vivió entre los años 1818 y 1858), y en él se muestran más de 1.400 objetos que testimonian la riqueza artística del la civilización del antiguo imperio de Dahomey, que se distinguió por su ejercito de mujeres soldado –amazonas–, y que pervivió durante tres siglos: desde el año 1600,  hasta el 1900.

 Asimismo, destaca el Museo “Honmè” (que significa en el interior de la puerta)  de la ciudad de Porto-Novo, ubicado en los antiguos palacios de los reyes de Hogbonou (nombre con el que fue conocida en la antigüedad la ciudad de Porto Novo) en cuyas paredes se encierran tres siglos de historia de Benín.

 Y por último, destacar la fascinación que provoca en el visitante contemplar la
Plaza de la Libertad en la ciudad de Cotonou

ciudad subterránea de Agongointo”, en la cual, distintas excavaciones arqueológicas han puesto al descubierto vestigios de una antigua civilización muy avanzada. Debido a su incalculable valor histórico, arqueológico y cultural, esta ciudad subterránea ha sido transformada en un gran museo, a través del cual se puede admirar la inmensidad y grandes avances alcanzados por la civilización del antiguo imperio de Dahomey, hoy Benín.

 La historia de Benin a través de su arte
  Esta nación africana ha sabido conservar vestigios de su historia, muy en particular la de su período colonial, que se manifiestan en sus monumentales edificios de época colonial, siendo los más destacados:  En Porto-Novo (capital política de Benin): su barrio de casas portuguesas, donde se encuentra el Museo Etnográfico de la nación, y el “Palacio “Honmè”.  Asimismo, en la ciudad de Cotonou existen todavía importantes edificios de arquitecturra colonial, entre los que destacan: La Catedral de Nuestra Señora de Benin, La Cámara de Comercio e Industria, y el Ayuntamiento.  Por otro lado, en la ciudad de Grand Popo existen numerosas edificaciones de época colonial, que convenientemente restauradas, han sido reconvertidas en hoteles para el cada vez mayor número de turistas que eligen Benin como destino de vacaciones.
Ganvie, la ciudad de los canales, conocida como “La Venecia de África

La Ruta de los Esclavos”
 La ciudad de Ouidah es una de las más importantes ciudades de Benín, por cuanto en ella se encuentra el Museo de Arte Moderno del país, así como la Basíllica Menor  de la nación, que fue edificada en 1909, y un antiguo fuerte, levantado por los portugueses, ahora convertido en el “Museo histórico de La Ruta de los Esclavos”. Este museo es el centro a partir del cual se está desarrollando (desde el año 1994) un importante proyecto de reconstrucción histórica de la Trata de Esclavos, llevada a cabo por los europeos desde comienzos del siglo XVI hasta comienzos del XIX. El proyecto está financiado por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para el Fomento y Desarrollo de la Educación y la Cultura) y la OMT (Organización Mundial de Turismo), y tiene como objetivo fundamental el de salvaguarar aquella inmensamente dolorosa página en la historia de África, para darla a conocer a todas las generaciones venideras del mundo, con el propósito de que aquella mancha en la historia de la Humanidad, no vuelven a repetirse nunca más.

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