miércoles, 19 de febrero de 2014

El respeto a la dignidad y los Derechos Humanos, base de la convivencia pacífica de los pueblos


                                Civilización y barbarie             

Luis Negro Marco / Zaragoza

Cuando en el siglo XIX Europa se lanzó a la salvaje colonización de África, lo hizo en muchas ocasiones bajo el presunto objetivo de conseguir “la civilización de África”. Curiosa meta para un continente que desde el siglo XV y hasta prácticamente los últimos años del siglo XIX esclavizó a millones de africanos que fueron llevados a trabajar en las plantaciones de América. Pero la explotación esclavista también tuvo lugar en los propios países de África; así, entre 1885 y 1908 millones de personas fueron víctimas de un auténtico genocidio en el Congo durante la dominación colonial del país por parte del rey de Béligica, Leopoldo II La civilización esclavista” fue continuada en los Estados Unidos, principalmente en las inmensas plantaciones de algodón de sus Estados del Sur, y en 1861 fue factor desencadenante de la cruenta guerra civil entre los esclavistas estados federalistas sureños y los abolicionistas y unionistas estados del norte. En 1815 el Congreso de Viena  prohibió que continuase la trata de
Los exploradores europeos de África en el siglo XIX,
como los legendarios Stanley, Livingstone, Mungo
Park, o el español Iradier, no siempre estuvieron guiados
por sentimientos científicos, geográficos y humanitarios.
Muchos otros pensaron que representaban a una
civilización superior y cazaron,  asesinaron,
depredaron especies hasta entonces desconocidas
y pusieron en práctica una relación de superioridad
sobre la población indígena africana que perpetuó
 "de hecho" la esclavitud hasta los últimos años del
siglo XX
esclavos, si bien prosiguió “de facto”. Tampoco los prósperos
países árabes fueron ajenos a la trata que, especialmente a partir del siglo XVIII, intensificaron a través de caravanas de esclavos cuyas rutas transcurrían por el sur del Sahara y Este de África.  
Y así transcurre la historia del mundo, entre civilización y barbarie, como si la humanidad estuviese atrapada en el interior de un reloj de arena que gira constantemente, sin que se sepa a ciencia cierta dónde está la civilización y dónde la barbarie. Han pasado más de 1.500 años desde la caída del Imperio romano y sin embargo, lo único que nos diferencia de aquéllos es nuestra manera de vestir y nuestros deslumbrantes avances tecnológicos. También Roma consideró que la suya era la única que podía denominarse “Civilización”, de donde deriva el término “Ciudadanía”, es decir el colectivo de personas con derechos y garantías respecto al poder del Estado. Por el contrario eran denominados “Bárbaros” los pueblos nómadas de las estepas al Este de Europa y Asia, fuera de los límites del Imperio que no hablaban el latín, la "lengua del Imperio", y aún hoy en día utilizamos la palabra “bárbaro” como sinónimo de bruto o incivilizado. Uno de aquellos pueblos “bárbaros” fueron los “Vándalos” que tras instalarse en España fugazmente a finales del siglo V pasaron al Norte de África, instalando su reino en la antigua Cartago (actual Túnez) un efímero reino que finalmente cayó bajo las acometidas de Bizancio a finales del primer tercio del siglo VI. Y también la palabra “vándalo” ha devenido en adjetivo negativo, y decimos, por ejemplo, que son “unos vándalos” quienes hacen destrozos en el mobiliario urbano o no respetan las normas de convivencia. Pero ¿de verdad fueron bárbaros los Bárbaros y vándalos los Vándalos? ¿O se trató de un interesado estereotipo maniqueo creado para defender no ya al Imperio romano de las embestidas de aquellos pueblos que buscaban nuevos espacios vitales para su subsistencia, sino a los intereses personales del Emperador, su Corte y las rica familias patricias de RomaAdemás, y volviendo a los conceptos de Civilización y Barbarie, no se puede obviar que la civilización romana basó su multisecular hegemonía en un sistema económico de producción esclavista en el que los esclavos ni siquiera eran considerados como personas. E incluso entre la ciudadanía romana había una clara distinción entre “Patricios” (personas adineradas y detentadoras de poder) y una inmensa mayoría social conformada por los “Plebeyos”, palabra que con un matiz despectivo (los no pertenecientes a la nobleza) también ha llegado hasta nuestros días. Y es que lugares considerados cunas de la civilización (como también lo fueron las tierras en torno al Mar Negro, cruce de caminos entre las culturas occidental y oriental) han llegado a ser después escenarios de barbarie, como aconteció con la guerra de Crimea (1853-1857) que enfrentó a Rusia  con Francia e Inglaterra, en esta ocasión aliadas con el imperio otomano; una bizarra, aunque seguramente pragmática, alianza para una anterior Europa Renacentista que tantas luchas había mantenido contra los impíos musulmanes.  Pero “Hablemos como personas civilizadas” ¡cuántas veces habremos oído esta frase! ¿Quizás como contraposición a los bárbaros no civilizados? ¿Quizás como nuestra diferenciación de los “Cafres”, pueblo de tronco bantú del África austral? ¿Por qué se ha generalizado en nuestra sociedad la palabra “cafre” –siendo el nombre de un pueblo africano ancestral– como sinónimo de bárbaro?   Ciertamente hay personas muy atildadas y educadas que jamás levantan la voz y sin embargo, carentes de la mínima inteligencia emocional y sentimientos, poseen un potencial de agresividad inimaginable.  Y esto es algo que se pudo comprobar ya en los juicios de Nuremberg (1945-1946) contra los criminales de guerra nazis, responsables de la muerte de millones de judíos que fueron masacrados en los campos de exterminio de la Alemania de Hitler. Los acusados  escucharon sin pestañear sus condenas y jamás (algunos de ellos murieron siendo casi centenarios) mostraron el más mínimo signo de arrepentimiento ni compasión  hacia sus víctimas.Y ahora, en nuestra civilizada era de internet seguimos viendo, desde 2011, cómo cada día mueren decenas de inocentes en la cruel guerra de Siria, a las puertas de Europa. Pero los países civilizados solo intervendrán si las armas que matan son consideradas de destrucción masiva”. Curioso criterio de nueva Humanidad.El silencio, la mentira dicha educadamente, la indiferencia, la falta de compasión, la ausencia de caridad con el necesitado,  o el indigno e inhumano comportamiento de las gentes civilizadas y de orden, son infinitamente más bárbaros y brutales que los de cualquier persona indignada que, aunque asistida por la razón de la verdad, no encuentra otro modo de hacerse oír que el de alzar la voz de sus palabras.
 

viernes, 14 de febrero de 2014

El Amor y la Verdad (Cáritas et Veritas) son los auténticos motores de la Humanidad

San Valentín, día de los enamorados
Luis Negro Marco / Zaragoza

Tradicionalmente, se considera a san Valentín como el patrón de los enamorados y el de las jóvenes parejas casadas.  El santo, como propagador de la religión del amor universal predicada por Cristo: (“amaos los unos a los otros”)vivió en Roma a finales del siglo III; y allí, siendo sacerdote, y bajo la protección de las catacumbas, impartió el sacramento del  matrimonio a centenares de jóvenes de Roma que, clandestinamente, habían abrazado la religión de Jesucristo. Por ello, san Valentín murió mártir (poco antes del 270, año de la muerte a causa de la peste de su ejecutor, el emperador Claudio II) en el transcurso de las numerosas persecuciones que, comenzadas por Nerón en el año 64 al acusarles del incendio de Roma, sufrieron los cristianos hasta que su religión se convirtió, en el año 380, en la oficial del Estado. En
Amar es el deseo de compartir un proyecto de
futuro juntos, como se vislumbra en la serena mirada
de estos jóvenes enamorados.-
Foto: Luis Negro Marco
nuestros días la imagen más simbólica del amor es la del dibujo de un corazón atravesado por la flecha del amor. Pero esta imagen hunde sus raíces (como la de los troncos de los árboles en los que con frecuencia la vemos tallada por manos enamoradas) en la mitología clásica. De este modo, las deidades del amor fueron las más conocidas, populares y solicitadas de cualquier panteón de la Antigüedad clásica. Asimismo las diosas del amor estuvieron en un principio vinculadas al agua (como se observa en “El nacimiento de Venus” célebre cuadro que  Botticelli pintó en 1484, en que la diosa emerge de las aguas marinas, desnuda y de pie sobre una concha). Y del vínculo metafórico entre el mar y el deseo (ambos imprevisibles y misteriosos) Venus pasó a convertirse en la deidad del amor sensual y sexual, así como en el de la belleza de la Naturaleza. Y así, las diosas del mar perduraron en la mitología aunque degradadas en tanto que “ondinas” o “sirenas”, en realidad imágenes de
Las sirenas fueron en un principio, alegorías de la
diosa griega del amor, Afrodita, con cola de pez; y
estuvieron  (y están presentes) en la mitología y
cultura de la mayoría de civilizaciones del mundo.

Foto: Luis Negro
Afrodita con cola de pez y capacidad para seducir a los hombres y arrastrarlos a su mundo submarino. Por eso en el relato homérico de “La Odisea”, Ulises se hace amarrar por su tripulación al mástil de su embarcación, evitando así ser arrastrado por los cantos de sirena que oye durante su azaroso viaje de regreso a Ítaca, una vez finalizada la guerra de Troya. Porque el amor estuvo también en el origen de esta guerra, la más famosa de la Antigüedad, la cual  tuvo lugar en una fecha en torno al año 1200 antes de Cristo. Según la mitología griega todo empezó cuando la diosa Discordia fue excluida de un festín celestial, y en venganza, arrojó una manzana (otra vez esta fruta, como en el relato de Adán y Eva, origen de la discordia) de oro a los asistentes. Como iba dirigida a la más hermosa de las tres, tanto las diosas Hera, como Atenea y Afrodita, la reclamaron para sí. Zeus, el dios del Olimpo griego, se negó a elegir, pero obligó al príncipe troyano Paris a
La mitología clásica de Grecia y Roma, como la tra-
dición celta, situaban al mar como el lugar del naci-
miento de las deidades del amor. El pintor Botticelli
reflejó este hecho en su sensual y mundialmente
conocido cuadro titulado: "El nacimiento de Venus"

foto: Luis Negro Marco
que lo hiciese. Y para forzar su elección, cada una de las diosas ofreció al troyano un soborno: Atenea, la sabiduría y la victoria en la guerra; Hera, el poder; y finalmente Afrodita le prometió el amor de Helena, la mujer más bella del mundo. Por supuesto, Paris escogió a Afrodita (el amor y la belleza), pero cuando Helena fue raptada por Paris se desencadenó la célebre “guerra de Troya” de la que finalmente los griegos salieron victoriosos gracias a la astucia de Ulises que concibió la idea de construir un gran caballo de madera para entrar en la ciudad: “el caballo de Troya”. Queda por tanto de relieve que tanto el amor como la guerra estuvieron fuertemente unidos en la mitología clásica. De este modo, el dios Eros, el de la atracción erótica y amorosa  (Cupido para los romanos) nació de la unión entre la diosa del amor Afrodita y Ares, el de la guerra (Venus y Marte respectivamente en la mitología de Roma). De la importancia que para los romanos poseía la deidad
Como el poeta Machado cantara en su
"Olmo de Silos", desde hace siglos, los
enamorados han elegido las egregias
cortezas centenarias de los árboles
para grabar en el interior de un
corazón las iniciales de sus nombres.

                                                    Foto: Lu is Negro Marco
del amor, nos da una clara idea el hecho de que  era el de Venus el templo de mayores dimensiones de la ciudad de Roma. Desde entonces, y en todas las épocas, muchas han sido las representaciones escultóricas (la célebre “Venus de Milo” por ejemplo) y pictóricas de la diosa, destacando de manera especial en este segundo caso “La Venus del espejo”, cuadro  que Velázquez realizó en 1651; en esta pintura, la diosa, desnuda y de espaldas al espectador, observa su belleza en el espejo que le muestra Cupido con sus alas y carcaj de flechas. Posteriormente, a finales del siglo XVIII fue Goya quien, basándose en este mismo cuadro, pintaría sus célebres “Majas” (vestida y desnuda) aunque en ambos casos, de cara al espectador. Pero en nuestros días, lo más importante es que cada “14 de febrero, nuestras sociedades celebran san Valentín como el día de los enamorados. Una ocasión especial para que las parejas, casadas o no, se hagan intercambios de regalos y sellen su amor, quizás, escribiendo sus nombres en el interior de un corazón de tiza, como cantaba Santiago Auserón. Un corazón símbolo de la pasión del amor que en Aragón también podremos saborear gracias al ya tradicional “roscón de san Valentín”.

miércoles, 12 de febrero de 2014

San Valentín, día de los enamorados... Pero ¿qué concepto se ha tenido del Amor a lo largo de la Historia?

            Las Cortes del Amor

 Luis Negro Marco / Zaragoza

Portada del libro "La Cortes del Amor" de
Margarita de Valois, publicado por la editorial
"Belacqua" (Barcelona), 2005
Margarita de Valois, también conocida como Margarita de Navarra, nació en la localidad francesa de Angulema, en 1492 y murió en la de Odos, en 1549. Fue hija de Carlos de Orleáns (conde de Angulema) y de Luisa de Saboya. En 1509 contrajo matrimonio con el duque de Aleçon. Al acceder su hermano Francisco I al trono de Francia, Margarita se convirtió en el centro de su elegante y majestuosa Corte, desempeñando un destacado papel diplomático. Allí, en la Corte francesa, fue la protectora de poetas notables y mantuvo contactos con Calvino y otros destacados humanistas de la época. Tras enviudar, contrajo matrimonio con Enrique de Albert, rey de NavarraSu activa labor intelectual propició el encuentro entre el Renacimiento y la Reforma, las dos corrientes claves de la cultura, la moral y las artes que emergieron durante el siglo XVI. Margarita de Valois, dotada de una inteligencia y una capacidad de trabajo excepcionales, fue una mujer autodidacta. Su producción literaria (como el Arcipreste de Hita en su Libro del Buen Amor) proclama una victoria del corazón (es decir, del Amor) sobre la razón. De este modo, Margarita de Navarra inauguró una poesía sentimental y muy personal, que ha pasado a la historia de la literatura como el nuevo estilo del “lirismo”. Fue ella la primera en ensalzar los encantos de la naturaleza y en expresar las más profundas pasiones del alma.Siguiendo el ejemplo del “Decamerón” de Bocaccio (cuya traducción acababa de ser publicada al francés cuando Margarita de Valois escribió su obra) Las Cortes del Amor (también conocida como “El Heptamerón”) es una colección de cuentos, que ella denominó “historia de los romances afortunados”. Este ramillete de piezas recoge los relatos de amor cortés que, en el transcurso de siete jornadas, diez personas (caballeros y damas, que a causa de una tempestad que se interpone en su viaje, se ven obligados a buscar refugio en un monasterio) se cuentan en grupo. En total, Las Cortes del Amor, reúne 72 historias, cuyo conjunto está considerado  como una de las más importantes y populares colecciones narrativas en lengua francesa. El libro, paradigma de la sutileza erótica del amor cortés, retrata con precisión a la “honesta sociedad” de su época, el idealismo caballeresco, el amor por encima del honor y el culto a la pasión amorosa. Todo ello convierte a Las Cortes del Amor en una obra de intensa belleza e incontestable elegancia.


sábado, 8 de febrero de 2014

Fiesta del "Mekuyo Mamarracho" de la etnia Ndowe de Guinea Ecuatorial


                                  ENLACE: hhh www.lagacetadeguinea.com

"El Mekuyo Mamarracho", una curiosa y ancestral manifestación festiva de Guinea Ecuatorial
     Artículo publicado en el último número (Febrero de 2014) del mensual "La Gaceta de Guinea Ecuatorial"

Luis Negro Marco / Zaragoza

Es propia de todas las tribus del pueblo Ndowe (combes, bengas, buikos, etc. De Guinea Ecuatorial) y podría tener su origen en fiestas similares de las tribus Pongüe y Mbiko, del Gabón. “El Mamarracho” es una fiesta exclusiva de hombres, solo se celebra en domingos y dura entre tres y cuatro horas; además, siempre debe terminar antes de la puesta del Sol. Según el antropólogo guineoecuatoriano Benjamín Ivini, hacia mediados del siglo XIX, la tribu Benga (del pueblo Ndowe, al que pertenecen los Combes) habría llevado la fiesta del “Mekuyo Mamarracho”, procedente de Gabón, hasta la guineoecuatoriana isla de Corisco, desde donde se habría extendido por toda la costa de Guinea Ecuatorial, de dominio del pueblo Combe.Los personajes protagonistas de tan exótica, rítmica y colorista manifestación cultural son los mamarrachos (palabra española –que a su vez proviene del árabe, muharrág– con el significado de bufón) cuyos personajes son tres: hombre, mujer y abusador, identificados por unas máscaras de color blanco, los dos primeros Y negro, en el caso del abusador. Los mamarrachos van cubiertos de un traje vegetal, a base de pequeños tallos de bambú, cortados en forma de cilindros que recubren los brazos, piernas y tronco de los personajes. En las manos, mamarrachos portan unos guantes negros y en los pies unas zapatillas del mismo color.Durante esta fiesta tradicional del pueblo combe de Guinea Ecuatorial, estos personajes ocupan la presidencia de un gran cuadrilátero, delimitado por una cuerda vegetal trenzada con hojas de palma. El centro del recinto solo será para quienes participen en la ceremonia: principalmente hombres
Pareja de "Mekuyos" de una fiesta Combe celebrada en el Barrio
de "Los Cocos" de Bata (Guinea Ecuatorial) en junio de 2012.- 

                                                                                 Foto: Luis Negro Marco
jóvenes que provocarán con sus saltos a los personajes. 
La ceremonia se ejecuta al ritmo vertiginoso de tambores y percusión metálica, cuya melodía sirve de fondo para el coro de las mujeres que, fuera del cuadrilátero, no dejan de cantar, animar bailar y corear durante las tres largas horas que puede durar esta fiesta única en el África CentralAl final de la celebración los mamarrachos son escoltados, por dos de los oficiantes hasta la puerta del supuesto” mundo mágico” e ignoto del que habrían llegado. Mas, toda vez que la pareja de mamarrachos ha abandonado la escena aparece en escena “el abusador”, portando una máscara negra de amplia sonrisa y una fusta con la que intentará golpear a los espectadores, corriendo tras ellos.
Semejanzas con manifestaciones festivas españolas
La fiesta del Mekuyo Mamarracho, en cuanto al aspecto externo de los personajes (ya hemos visto que también en el nombre, pues “mamarracho” es una palabra española) guarda claras similitudes con muchos personajes de los Carnavales de España. Así, las máscaras que portan los mamarrachos, son muy similares a las que llevan los cigarrones de los Carnavales de Galicia (Noroeste de España). Y en cuanto al voluminoso vestido de tallos secos de bambú, éste traje es muy similar al de “el Botarga” del Carnaval de Navarra (Noreste español). Y también muy similar, incluso en el nombre, a los personajes del Carnaval de Luco de Jiloca (localidad de la provincia española de Teruel). Y ya hemos visto cómo la máscara del personaje del abusador es también muy parecida a la del onso (oso) de los Carnavales de los Pirineos de Huesca (España). Y Junto a esta influencia claramente española, se adivina también otra de las máscaras de las marionetas (puppi) sicilianas. Esta posible influencia de las marionetas sicilianas en la manifestación de la fiesta del Mekuyo Mamarracho de Guinea Ecuatorial, puede deberse a los primeros tiempos de la colonia española (que comienza en 1778) en que por influencia de Carlos III (rey de España y de las Dos Sicilias, hasta 1759) pudo haber sido asimilada por la tradición Combe local.Precisamente, es posible que el éxito y la pervivencia hasta nuestros días de tan extraordinaria y hermosa celebración festiva, radique en el perfecto mestizaje entre las manifestaciones festivas culturales del ámbito hispano, con las preexistentes del pueblo Combe de Guinea Ecuatorial. No olvidemos, que fue este pueblo, precisamente, el primero con el que los colonos españoles pudieron establecer lazos estables de cooperación y amistad antes de su avance hacia el interior del país.

jueves, 6 de febrero de 2014

Madrid celebró una nueva edición de FITUR, la primera Feria Internacional de Turismo del año



Todos los Colores del Mundo se dieron cita en FITUR

Madrid celebró en enero  su 34 Feria internacional de Turismo


Luis Negro Marco / Zaragoza

La 34 edición de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) que se celebró en el recinto Ferial de Madrid, durante la última semana del pasado mes de enero, congregó a 167 países de los cinco continentes, convirtiendo a este certamen en un arco iris cultural en el que pudieron verse todos los "Colores del Mundo". Debido a que la de Madrid es la primera Feria que sobre el sector turístico se celebra anualmente, este acontecimiento es trascendental para una primera conexión entre los mercados del sector y para el desarrollo de los planes de futuro del turismo internacional. FITUR cuenta además con una original puesta en escena, de manera que los más de 700 stands que se pueden visitar no sólo muestran las ofertas turísticas de las empresas y turoperdores de cada país, sino también el encanto de sus gentes,
La diseñadora senegalesa Amy Coly, estuvo
presente en FITUR presentando su colección
de moda "Colores del Mundo", basada en la
fusión de los estilos africano y europeo. 
sus bailes, folklore, cultura, gastronomía, artesanía, arte, naturaleza y paisaje. Por ello FITUR es sin duda la Feria más divertida y didáctica de cuantas se celebran al cabo del año en
EspañaCon casi 900 millones de turistas que durante el 2013 hubo a nivel mundial, el turismo ha demostrado ser un potente motor de desarrollo económico. Un hecho que se observa de manera muy especial en especial en España, tradicional destino de europeos, estadounidenses y asiáticos desde la década de los sesenta. Este año, según los organizadores, alrededor de 200.000 personas se han pasado por la Feria. Muchas de ellas han contratado allí sus próximas vacaciones. Pero todos, sin excepción han disfrutado conociendo, sin viajar, los países más exóticos y casi desconocidos de la Tierra: Nepal, Botswana, Kazajistán, Armenia, Buthán, Senegal, Cuba, Lituania, Grecia, China, la India, Guinea Ecuatorial, Grecia, Turquía, Malta, Israel, Palestina, Uganda, Sudáfrica, Irán... y así hasta 167 países del Globo. Una oportunidad verdaderamente única para beber de la cultura y aprender de la sabiduría de pueblos muy diferentes al nuestro, pero a la vez muy semejantes a nosotros. Porque en el mundo todos "somos diferentes y todos
La cantante Piruchi y el percusionista Gorsy,
ambos de Guinea Ecuatorial, deleitaron a un pú-
blico que vibró con sus actuaciones en el stand
de la compañía aérea guineoecuatoriana "Ceiba
Intercontinental".-
Foto: Luis Negro Marco
somos iguales
". Nos unen los valores del afecto, el cariño, la amistad, el amor, la verdad, y todos ellos caben en una sola caja que es la del Bien y la Solidaridad."Colores del Mundo", eso es  FITUR, una feria que ha pintado de colores una vida que no es como muchos se empeñan en hacernos creer, en blanco y negro. El ser humano es en 95% materia de agua. Y tan solo una gota, atravesada por el haz luminoso de un fugaz rayo de sol, convierte a ese agua en un hermoso arco iris que surca los cielos como un puente uniendo en un abrazo de paz sus dos extremos. El turismo une, transmite, armoniza, rompe los moldes y abre el espíritu. Nos damos cuenta cuando viajamos que hay vida más allá de nuestros pequeños ombligos y que la rutina diaria de nuestras vidas puede dejar de serlo en tan solo un instante, si sabemos ver que no estamos solos y que la vida bulle también bajo nuestros píes, a miles de kilómetros en nuestras antípodas, con gentes de rasgos y modos de vestir diferentes a los nuestros, pero con las mismas preocupaciones. Todos, en nuestro pequeño mundo, nuestro trabajo diario, contribuimos, aunque sin darnos cuenta a que la Tierra siga girando alrededor del Sol, Porque solos no somos nada pero unidos somos un todo. Una luz que nos ilumina e ilumina de paz y felicidad a quienes nos rodean,
Azafatas, periodistas y representantes de la aerolínea "Ceiba
Intercontinental", disfrutan de la actuación de los artistas
Gorsy y Piruchi, de Guinea Ecuatorial
.- Foto: Luis Negro Marco
a quienes sufren y a quienes aunque no oigamos físicamente su voz, nos acercamos cada vez que no sólo pensamos en nuestro bienestar sino en el de conjunto de la Humanidad. 
El concepto de turismo, ciertamente ha cambiado. Es lo bueno que ha tenido la globalización. Quizás la globalización de la economáa ha enriquecido a pocos y a empobrecido a muchos, pero la globalización de la sociedad es una oportunidad de enriquecimiento personal a escala universal. Hacer turismo ya no es ir de campo o ir de playa. Pensar en hacer turismo ya no es tumbarse en la playa a tomar el sol y darse un baño para después ir a descansar al hotel y a bailar a la discoteca. El turismo es ahora descubrir que somos ciudadanos del mundo; es una ventana abierta al conocimiento de nuevas realidades. Es curioso pero ahora se habla de ir a
El stand de Panamá (de ardiente actualidad por la polémica
suscitada en las obras que se están llevando a cabo en el Canal)
fue uno de los más concurridos del Pabellón de América por la
vistosidad de sus bailes y folklore.-
Foto. Luis Negro Marco
Marte
, de la posibilidad de asentar bases humanas en el Planeta rojo. Y hablamos de ello como una maravilla. Pero ¿Por qué no pensamos que mucho más estupendo que ir a un planeta deshabitado puede ser el conocer cómo viven, por ejemplo los niños, hombres y mujeres en Senegal a tan solo unas horas de vuelo de España? No conocemos el mundo si no salimos de nuestro pequeño mundo. Y el mundo es un regalo único de Dios como quizás no haya ningún otro en todo el UniversoSomos, cada uno de nosotros un mundo de colores que aún no hemos descubierto. Pero cuando lo hagamos, no sólo nos abriremos a la vida, sino que los demás disfrutarán también con la nuestra. Y FITUR, la Feria Internacional de Turismo de Madrid, nos da la oportunidad de que abramos nuestros ojos al mundo y despertemos de nuestra vida en blanco y negro. Hay vida más allá de las tablets, los smartphones, del youtube, los twits y los whatsups. Solo tenemos que alzar nuestra vista y observar la belleza infinita que encierra la posibilidad de que podamos disfrutar de un nuevo día. El turismo nos da a posibilidad de viajar y de cambiar de paisajes, y entablar contacto con nuevas gentes y sus culturas. Pero sobre todo, el turismo nos da la posibilidad de cambiar también nuestro modo de ver las cosas. De otro forma, ya en la China o en Marte, nuestros ojos no serán capaces de descubrir la belleza que encierra la existencia. FITUR, un año más, y seguro que también al año que viene, volverá a ser un escaparate de sueños. 
  Y todo el mundo sabe que los sueños no existen, a no ser que nosotros los hagamos realidad.

   
  

lunes, 3 de febrero de 2014

Febrerillo el corto: De la Candelaria a santa Águeda, pasando por san Blas


      La Candelaria, san Blas y santa Águeda      

"En llegando san  Blas,  pan y vino pon en la alforja, que día no ha de faltar"

Luis Negro Marco / Zaragoza

Imagen de San Blas, como obispo de Sebasta, que se en-
cuentra en la iglesia parroquial de Sar, Santiago de
Compostela.-
Foto: Luis Negro Marco
Los romanos celebraban durante el mes de febrero sus fiestas Lupercalias (fiestas de la fecundidad y purificación) en honor del dios “Lupercus”, mezcla de lobo y ciervo. En este tiempo, doce personajes, denominados “lupercos”, recorrían, casi desnudos, las calles de Roma portando en sus manos unas largas tiras de cuero con las que golpeaban a hombres y mujeres. Con este rito se trataba de propiciar la fecundidad en las mujeres,  a la vez que proteger a los rebaños del ataque de los lobos, e invocar la abundancia de cosechas.
Una vez que a finales del siglo IV el Cristianismo se impuso como religión oficial del Imperio, las Lupercalias fueron sustituidas por otras celebraciones más acordes con el espíritu de la Iglesia. Y es que en la religión  judía el parto ponía a la mujer en una situación de impureza que duraba 40 días y que finalizaba con una fiesta de purificación que consistía en la presentación del niño ante el templo. De este modo, coincidiendo las Lupercalias con la celebración cristiana de la Presentación de Jesús ante el templo (2 de febrero, festividad de “la Candelaria”), las Lupercalias consistieron en una serie de procesiones en las que los fieles iban provistos de luminarias, como símbolo de purificación,  identificando a  su vez a Jesús como “la
Cepillo de limosnas para san Blas, existente en la iglesia
compostelana de Sar.- Foto: Luis Negro Marco
luz del mundo
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  Un día después de la Candelaria, llega la festividad de san Blas, obispo que fue de Sebasta, en Armenia, perteneciente en el siglo IV al imperio romano de OrienteAllí los cultos paganos, muy arraigados, mantenían un duro enfrentamiento con el Cristianismo. Durante el ejercicio de su prelatura, san Blas (que también era médico) se retiró con el objeto de hacer oración, habitando durante largo tiempo en una cueva del monte Argeo (en la actual Turquía), rodeado de fieras. Y así, con su opción de eremita, vivió hasta que en el año 316 fue hecho preso y conducido a Sebasta, la capital de su diócesis. En prisión salvó a un niño que se había clavado una espina de pescado en la garganta, por lo que el santo pasó a ser patrono de los laringólogos. Finalmente, san Blas acabó siendo decapitado, y ocupando, por tanto, uno de los altares del martirologio cristiano, siendo además, durante mucho tiempo, patrón de los cardadores, ya que antes de su decapitación, sus verdugos lo habían torturado con peines de hierro, de los que se usaban para cardar la lana de las ovejas. Pero amén de santo protector de la garganta, a san Blas también se le ha considerado tradicionalmente protector de los animales. Esto, unido a la bendición en su día de los tradicionales roscones y tortas de san Blas (con anís, que es un eficaz expectorante) enlaza la tradición del santo con el sentimiento de purificación y protección que tuvieron las fiestas Lupercalias. Además en determinados lugares de la geografía española, el día de san Blas existe la costumbre de pasar una cinta de color por el cuello del santo (como 
Vendedora de rosquillas bendecidas de San Blas, el día 3 de febrero de 2008,
festividad del santo, frente a la iglesia compostelana de Sar
.- Foto: Luis Negro Marco
hacían los romanos con sus hijos recién nacidos, poniéndoles en torno al cuello la “
bula” –collar con un medallón repleto de amuletos– como símbolo de protección); así cada persona que lo hace ha de llevar la cinta colgada del cuello durante todo el año si quiere asegurar la salud de su garganta. 
Finalmente hay que destacar que san Blas es el anunciador de la Primavera, ya que por estas fechas los días son más largos, como indica el refrán popular: "En llegando san Blas, pan y vino pon en la alforja, que día no ha de faltar". Y después de san Blas, el 5 de febrero, santa Águeda, la patrona de las mujeres. Joven mártir siciliana, víctima de la persecución de los cristianos decretada por el emperador Decio, santa Águeda murió en el año 251 por no acceder a los deseos carnales del procónsul de su Sicilia natal. Despechado,  éste ordenó su tortura y muerte, antes de la cual, a la santa le cortaron sus pechos. Y así se la representa en la iconografía cristiana: sosteniendo en sus manos una fuente con ellos aún sangrantes. Santa Águeda, completaría el ciclo de purificación y sanación que comienza con la Candelaria, ya que a ella también se la considera como protectora contra los males de las embarazadas y de los neonatos; y por supuesto, contra las enfermedades de los pechos de las mujeres. Antiguamente, en los pueblos, “reinas el 5 de febrero por un día”, las mujeres sacaban a los hombres de los bares y entraban ellas en su lugar. Antes habían ido a la iglesia para pedir a santa Águeda: “que nos guarde las tetas y el velón al sacristán”. Y al igual que el roscón para el día de san Valero y san Blas, para el 5 de febrero, la repostería aragonesa nos ofrece el original dulce de “las tetillas de santa Águeda”.


sábado, 1 de febrero de 2014

Zaragoza: una red de transporte público manifiestamente mejorable



Zaragoza merece un mejor transporte público

Luis Negro Marco / Zaragoza
                                                                                                                                                                                          
Desplazarse en Zaragoza por medio del transporte público resulta cada día más difícil. En una de sus más de 3 averías de media al mes, el 5 de diciembre, el tranvía sufrió una en su parada de La Romareda. Tras casi diez minutos de espera, finalmente se anunciaba por megafonía que el convoy había sufrido una avería y que reanudaría su marcha en breve. Pero a los tres segundos, también por megafonía, se anunciaba que los pasajeros debíamos apearnos pues ese tranvía no continuaría su marcha. Así lo hacemos. Opto entonces por ir caminando hacia mi trabajo (al que por supuesto llego tarde), pero cuál es mi sorpresa cuando a la altura de la plaza de san Francisco aparece el tranvía. Aún lejos de la parada corro hacia él. Demasiado tarde. Las puertas se cierren mientras aprieto en vano el pulsador de apertura. Y como yo, otros viandantes. Así que debo seguir caminando hasta la plaza de Aragón, porque (eliminadas las líneas de autobús del 30, el 40, el 20, y el 45 que antes hacían ese recorrido) la única alternativa de transporte público actualmente existente entre la plaza de Paraíso, Gran Vía, Paseo de Fernando el Católico y Paseo de Isabel la Católica, es el tranvía si lo que se pretende es desplazarse hacia el centro de la ciudad. Y si el tranvía tiene una avería, pues nada, a resignarse, porque ni siquiera se anuncia al viajero la posibilidad que le asiste de, como mínimo, recobrar el importe de su billete.No se comprende tampoco cómo una ciudad como Zaragoza, en plena expansión, tiene tan desatendido el transporte público de sus barrios, y es
Varias personas descienden del tranvía tras una avería sufrida en la parada de
La Romareda, el pasado mes de diciembre.-
Foto. Luis Negro Marco
que ir a
Juslibol, por ejemplo, es una auténtica excursión. Tampoco se entiende que hasta el pabellón “Príncipe Felipe” tan solo llegue la línea 51. Así el 4 de diciembre, tras el partido del CAI de Baloncesto, una riada de personas llegábamos hasta la parada y solo había un autobús en la parada. Claro, se llenó en seguida. Personalmente opté por ir caminando. Hasta llegar a la confluencia con la Avenida de san José no vi ningún autobús que subiera hacia el Pabellón. ¿Cómo es posible que el Ayuntamiento no contemple refuerzos para eventos deportivos de tal magnitud? Bien, pues en la Avenida de san José, cogí  la línea 40. Antes, me hubiese llevado hasta muy cerca de casa, pero con el nuevo trazado de la línea, hube de bajarme en la plaza de Aragón. Allí me aguardaba una sorpresa: el luminoso indicaba 19 minutos para la llegada del próximo tranvía, y solo eran las diez y media de la noche. Está claro que el Ayuntamiento de Zaragoza quiere que los zaragozanos practiquemos el footing. Pero ¿y las personas de avanzada edad o con problemas de movilidad? Es urgente que los responsables municipales se pongan a trabajar ya para que los zaragozanos dispongamos de un servicio público de transporte de calidad, y no el que ahora tenemos, con tranvías abarrotados, sin posibilidad además de donde agarrarse, siendo el chiste de moda entre los pasajeros: “al menos, con tanta gente, seguro que no nos caemos”. Y un último apunte: En el tranvía, al anunciarse por megafonía las paradas  en las plazas se escucha: “plaza de san Francisco”, “plaza de España”, pero al llegar la de Aragón se oye –y se lee en el indicador: “próxima parada: plaza Aragón”, cuando lo correcto es decir, como en las anteriores, “plaza de Aragón”.  Así que a ver si en esto,  como en cuanto a la calidad y criterio racional  de la red de transporte en la ciudad, el Ayuntamiento de Zaragoza se pone a trabajar ya, para que de verdad podamos sentirnos orgullosos de ser “ziudadanos”.  Que para eso pagamos nuestros impuestos.