viernes, 31 de enero de 2020

El roscón de San Valero, una tradición consolidada en Zaragoza por iniciativa de "El Periódico de Aragón"

San Valero, rosconero, ventolero y chocolatero

Luis Negro Marco / Historiador y periodista

Zaragoza, de las lamineras ciudades de España, es la más famosa pues fue en tierra de su provincia, en el Reino de Aragón, donde los monjes cistercienses del Monasterio de Piedra, en un metate molieron, allá por el año 1534, los primeros granos de cacao que llegaron de las Américas, siendo ellos los que dieron la primera y mejor receta que del chocolate había de hacerse en Europa, endulzando su primigenio amargo sabor con vainilla y azúcar de remolacha.

El chocolate caliente, ya en taza, escudilla, jícara o mancerina (aunque siempre) es sobre todo en invierno, con el cierzo que fuerte pega, cuando más apetece, y aún más si acompañado viene con torta, mojicones o mejor aún, con un trozo de buen roscón. Ya nada más se dirá si además tan dulces y gustosos manjares –chocolate y roscón–  el 29 de enero, que es el del Patrón de la ciudad, en Zaragoza se comen.

Artículo publicado en EL PERIÓDICO DE
 ARAGÓN
en su edición del miércoles,
 29 de enero de 2020
Por eso dice un zaragozano refrán: “San Valero rosconero, y San Blas mucho más”, pues ya en el siglo XIX la cantidad de roscones que se degustaban para honrar al zaragozano y santo obispo era inferior a la que se amasaba para el 3 de febrero, día de San Blas; festividad en que los roscones –bendecidos en la iglesia–  se convierten en segura protección contra los problemas de garganta. Y por cierto, que en esto de la sanación de los males del frío, San Valero a San Blas a la zaga no le va, pues siempre al primero se le consideró abogado contra el reúma; así que, ¡ánimo al chocolate y al roscón! pues de buenos granos de cacao y trigo son.

Una costumbre, la del Valero roscón, que los emigrados aragoneses hicieron –hace siglos ya– muy popular por tierras de toda España; tanto que no había periódico americano ni español, desde “El Imparcial” hasta “El Sol”, que llegado el 29 de enero eco no se hiciera de que la colonia aragonesa de tal o cual ciudad, se disponía a celebrar la tradicional y típica fiesta de San Valero, invitando a socios y ajenos a comer el clásico roscón del santo, como ahora lo hace “El Periódico de Aragón”.

Y también tradicional y arraigada costumbre zaragozana fue la de enviar a los familiares de fuera cestas con pucheros de cuajo, confituras, miajas de mondongo y por supuesto, un roscón de San Valero; viandas todas ellas bien envueltas en abatanados refajos de lino para que llegaran con todo su rico sabor de Aragón.

Por eso tanta fama, mediado el siglo XIX, los roscones de Zaragoza en Madrid llegaron a tener, los cuales rozando el 29 de enero se anunciaban en las tahonas de la villa con la segura publicidad de que estaban fabricados en la misma forma y con el mismo gusto –a los quince días que el primero– que los zaragozanos. Eso sí, con aumento  en Madrid de dos cuartos en roscón del precio a que se vendían en Zaragoza, saliendo así los roscones en la villa y Corte  de Madrid a 14 reales la unidad.

¡Y cómo no habían de ir unidos los dulces chocolate y roscón a la fiesta! Que en Zaragoza era San Valero el día de la aparición del pre carnavalesco mascarón del higuí, con una cesta de higos en la mano, perseguido por la chiquillería, y acompañado de artísticas comparsas a cuyo son se ponía a bailar el alegre personal.

jueves, 30 de enero de 2020

Sobre la libertad educativa en España y la patria potestad de los hijos


"La Libertad educativa que se nos prescribe"
A raíz de la polémica sobre el "pin parental" y la declaración de Celáa de que "los hijos no son de los padres", la autora dice que lo que está en juego es quién asume el rol de primer educador y quién el rol subsidiario.

Catherine L´ Ecuyer 
Doctora en Educación y Psicología.
(Artículo publicado en el diario "El Mundo" el martes, 29 de enero de 2020.- página 34)
____________________________________________________________________________________________________________________________________________

(Artículo publicado en "El Periódico de Aragón" el 30 de enero de 2020)

"Adoctrinamiento escolar"

Quienes ejercen la patria potestad de un niño poseen plenamente ese derecho 

Santiago Molina / Catedrático jubilado, Universidad de Zaragoza
 En las últimas semanas se han publicado docenas de artículos y comentarios a favor y en contra del derecho de las familias a vetar aquellas actividades escolares de tipo moral que puedan ir en contra de la ideología de los padres y madres. Si se analiza esa polémica se comprueba que la mayoría de argumentos empleados, tanto en un sentido como en el contrario son muy sensatos, aunque es cierto que también se han colado algunos tan esperpénticos y absurdos como el utilizado por la ministra de educación cuando afirmó que los hijos no pertenecen a los padres. Si el análisis de esa polémica se ciñe estrictamente al ámbito metafísico y jurídico, creo que no hay duda alguna de que quienes ejercen la patria potestad de un niño poseen plenamente ese derecho. Sin embargo, en una democracia ese derecho, como tantos otros, ha sido cedido a quienes detentan el poder ejecutivo.
¿Quiere ello decir que en una democracia los gobiernos pueden ejercer ese poder delegado de forma absoluta? Es evidente que no. Por ello, en todos los países democráticos existen leyes destinadas a regular la competencia de ambas partes: del derecho de los gobiernos a imponer un currículum obligatorio y del derecho de las familias, bien de forma directa o indirecta, a evitar los excesos gubernamentales. Por lo tanto, en el tema que nos ocupa, lo que hay que hacer es aprobar unas normas jurídicas que satisfagan a las dos partes, después de haber logrado un pacto social por la educación. ¿Por qué me parece fundamental ese pacto social y la aprobación de una legislación que especifique de forma nítida cuáles son las competencias del gobierno y cuáles las de los padres? Porque la historia demuestra que tanto los poderes religiosos como los políticos han utilizado las escuelas para imponer a los niños intereses e inconfesables ideologías; es decir, al sector de la sociedad más vulnerable desde el punto de vista mental y sentimental.

Si se estudia la historia de las instituciones escolares desde el momento en que fue decretada la escolarización obligatoria, rápidamente se percibe que las escuelas no se crearon para satisfacer la curiosidad intelectual de los niños y jóvenes. Su misión más genuina fue doble. Por una parte, dotar a las nuevas generaciones de las competencias que en cada momento histórico demanda el desarrollo industrial, tanto en los regímenes capitalistas como comunistas. Por otra, adoctrinar a los niños y jóvenes para que interioricen la cultura hegemónica de cada sociedad, intentando con ello la cohesión social impuesta por las élites que detentan el poder.
Hasta la segunda mitad del siglo XVIII, esas dos misiones fueron controladas de manera exclusiva por los poderes religiosos. Sin embargo, esa hegemonía del poder religioso se trastocó con el triunfo de la Revolución francesa a través de la imposición de la escuela laica. Fue entonces cuando los gobiernos tomaron la determinación de ejercer el control de las mentes infantiles mediante la creación de lo que se denominó la escuela popular y que siglo y medio más tarde se transformó en la escuela pública. Desde entonces hasta hoy, la lucha por el control de las voluntades de las nuevas generaciones a través de las escuelas ha pasado por muy diversas vicisitudes. En los regímenes dictatoriales el adoctrinamiento es total por parte del estado. En las modernas democracias sigue estando en manos de los gobiernos, pero contrarrestado por el poder popular.
La contradicción secundaria de la dialéctica entre la escuela y la sociedad radica en discutir quién debe ejercer ese poder de adoctrinamiento de las nuevas generaciones y en cómo ejercerlo. En cambio, la contradicción principal radica en la existencia de dicha potestad. Por eso, lo verdaderamente preocupante es que esta polémica se haya centrado única y exclusivamente en quién y en cómo ejercer ese adoctrinamiento, en lugar de discutir si es aceptable, desde el punto de vista ético, que la escuela tenga la potestad de adoctrinar a las generaciones jóvenes.
A mi modo de ver, el hecho de que tanto los articulistas como los comentaristas se hayan centrado solo en la contradicción secundaria del problema refleja perfectamente el desamparo de la infancia frente al poder político y también, en buena medida, frente a la dejadez de los padres y de las madres. Holt (1977), en su obra titulada El fracaso de la escuela (págs. 72-73), se quejaba de esa dejadez con las siguientes palabras: «La sociedad ha dicho a las escuelas encerrad a nuestros hijos durante seis o más horas al día durante unos ciento ochenta días al año, para que nos dejen tranquilos y para que no nos causen problemas. De pasada, mientras los tenéis encerrados, intentad educarlos. Sin embargo, las dos peticiones son contradictorias y se anulan mutuamente. Las escuelas pueden servir para mantener a los niños presos o para educarlos, pero no para ambas cosas a la vez. Cuanto más se dediquen a una menos se podrán ocupar de la otra».
Personalmente opino que tanto entre los partidarios del veto familiar como entre quienes defienden el poder omnímodo del gobierno hay intereses espurios que nada tienen que ver con la defensa de los derechos básicos de la infancia. Parafraseando a Apple (1996), podría afirmarse que en ambos planteamientos los educandos son considerados como meros consumidores del saber tradicional, enlatado en paquetes curriculares en régimen de franquicias para la generación de beneficios. Según dicho autor, esa forma de entender la educación resulta verdaderamente incapacitante para el desarrollo de la personalidad de los educandos en una sociedad democrática. A aquellos padres y madres que deseen evitar el adoctrinamiento de sus hijos por parte de las instituciones escolares, les recomiendo que estudien en qué consiste el movimiento internacional denominado «la escuela en casa».
*Catedrático jubilado, Universidad de Zaragoza

miércoles, 29 de enero de 2020

Auschwitz, no olvidemos aquel horror


Auschwitz, no olvidemos aquel horror

Luis Negro Marco 

Cartel anunciador de la exposición "Auschwitz, no
 hace mucho, no muy lejos
" que se pudo visitar en
 Madrid durante el 
pasado año, 2019
El 27 de enero de 1945, cuando las tropas soviéticas liberaron el campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, se encontraron con miles de personas esqueléticas y enfermas, en su práctica totalidad judías, que habían sido allí deportadas por la Alemania de Hitler para realizar trabajos esclavos, antes de ser asesinadas en las cámaras de gas. Nueve días antes de la liberación del campo, los nazis,–ante la inminente llegada de las tropas rusas– habían intentado evacuarlo (para eliminar las pruebas de sus crímenes) y forzado a más de 60.000 personas a efectuar la tristemente conocida en la historia como “Marcha de la muerte”, desde Auschwitz hasta el campo de exterminio de Gleiwetz, en suelo alemán. Una brutal travesía de 68 kilómetros que las víctimas hubieron de efectuar a pie, sin apenas ropa ni comida, sobre un terreno cubierto de nieve y a una gélida temperatura de veinte grados bajo cero. Muy pocas fueron las personas que pudieron sobrevivir a aquella tortura.

Auschwitz, final de la línea de ferrocarril que conducía, en vagones de ganado, a los más de 1.300.000  de personas deportadas allí, en su práctica totalidad pertenecientes a la comunidad judía, de las cuales fueron asesinados en las cámaras de gas más de un millón de personas.
Al liberar Auschwitz, los soldados rusos descubrieron las cámaras de gas y los crematorios, que en vano los guardias nazis habían intentado destruir, así como numerosos barracones conteniendo miles
de toneladas de objetos (ropa, zapatos, juguetes de niños, prótesis dentales, cabellos de mujer, documentos de identidad, joyas…) pertenecientes a las más de un millón de personas que habían sido allí asesinadas. Los supervivientes desvelaron entonces a sus libertadores cómo los nazis habían sistematizado, a través de verdaderas “fábricas de la muerte” el mayor crimen de la historia, el genocidio del pueblo judío y gitano.

La organización consistía en un vasto complejo de campos de concentración apoyados por una amplia red de “Kommandos” (campos anexos) distribuidos a lo largo de una extensa área geográfica a través de Alemania, Polonia y la antigua Checoslovaquia. Todos los campos se encontraban bajo la supervisión de la Gestapo y dirigidos por guardias nazis de las SS y tiranos kapos, bajo las órdenes directas de Himmler, y las directrices genocidas de Hitler contenidas en su “Solución final” para el exterminio del pueblo judío.
Fragmento de una carta de un preso de Auschwitz.- De la exposición "Auschwitz, no hace mucho, no muy lejos" que se pudo ver en Madrid durante el pasado año, 2019, siendo una de las muestras que más expectación suscitaron de Europa, al superar los 600.000 visitantes. 
Fue en el campo de concentración de Struthof (el único que hubo sobre suelo francés) en donde el criminal SS Josef Kramer, comandante del campo de concentración de Bergen-Belsen, efectuó –en agosto de 1943– y utilizando como “cobayas” a prisioneros soviéticos, los primeros ensayos de exterminio en cámaras de gas, los cuales pasaron a la fase de “industrialización”, según la propia terminología nazi, en Auschwitz-Birkenau.

Todos los campos de exterminio se regían por un mismo reglamento, implacablemente aplicado, con una brutalidad sin límites, a todos los deportados por igual ya se tratase de
Imagen de la Exposición "Auschwitz, no hace mucho,
no muy lejos
" que se pudo ver en Madrid durante el pasado
 año. La frase es de
Elie  Wieselintelectual y eminente
 escritor judío superviviente
 de Auschwitz, que falleció
en Nueva York el 2 de julio de 2016.
mujeres, hombres o niños. En Auschwitz, las mujeres encinta que llegaban en los trenes eran en su mayoría, enviadas directamente a la cámara de gas, pues se las consideraba inútiles para el trabajo, que era lo que proclamaba un cartel a la entrada de Auschwitz: “El trabajo libera”.

Hiela el corazón constatar la absoluta falta de arrepentimiento (algo que fue común en todos los criminales de guerra nazis) que mostró en sus memorias el que fue comandante del campo de concentración de Auschwitz, Rudolph Hoess (durante el Proceso de Núremberg fue condenando a muerte el 16 de abril de 1947) quien con inhumana frialdad escribió: “Las madres, conscientes del destino que les aguardaba a ellas y a sus hijos [la cámara de gas] intentaban esconderlos entre sus vestidos, una vez habían sido obligadas a desnudarse. Pero viendo ya la muerte inevitable, todavía encontraban fuerzas para hacer bromas con sus bebés y tranquilizarlos en los momentos previos a ser obligados a entrar las cámaras de gas”.

Tan solo han pasado 75 años de aquel horror. No hace tanto tiempo, y debemos actuar de manera que aquellos hechos nunca más se vuelvan a repetir. Y para ello, como reza uno de los lemas del monumento que se inauguró en 1962 en París, dedicado a las víctimas de los campos de concentración nazis durante la Segunda guerra mundial, “es bueno perdonar, pero jamás hay que olvidar”.



martes, 28 de enero de 2020

Libro del Cardenal Robert Sarah y Benedicto XVI: "Des profondeurs de nos coeurs", editorial Fayard

El caso Robert Sarah

Luis Negro Marco 

Portada del libro Des profondeurs de nos coeurs
publicado en Francia por la editorial Fayard el
pasado 15 de enero. 
A raíz de la reciente aparición en Francia del libro “Des profondeurs de nos coeurs” (Desde la profundidad de nuestros corazones), firmado por el Papa emérito Benedicto XVI y el cardenal Robert Sarah (prefecto de la Congregación para el culto divino), distintos medios de prensa europeos han dado la falsa noticia de la existencia de un enfrentamiento entre el Papa Francisco y su antecesor, Joseph Ratzinger, a propósito del celibato de los sacerdotes católicos.

Y para apuntalar dicha falsedad, dichos medios no han dudado en recurrir a la difamación del cardenal Sarah, acusándolo de haber manipulado a Benedicto XVI, insinuando que el Papa emérito no habría sido informado de la aparición del libro, en el que es autor de un texto de cuarenta y seis páginas, titulado “El sacerdocio católico”.

Unas abyectas afirmaciones ante las cuales el 14 de enero (un día antes de la aparición de la obra –de momento solo en Francia–) el cardenal guineano emitía un comunicado en el que ponía en evidencia la falsedad de tales acusaciones. Y a pesar de ello muchos medios (incluido algún destacado medio de comunicación estatal de España) han informado que se ha retirado, a petición de Benedicto XVI, su nombre y su foto del libro que rechaza la ordenación de curas casados. Lo cual no se corresponde con la verdad, por cuanto en la portada del libro (cuya publicación en Estados Unidos está prevista para el 20 de febrero) sí aparece la foto y el nombre de Benedicto XVI.

Lo único cierto de todo ha sido el anuncio del cardenal Robert Sarah, quien como consecuencia de las vivas polémicas que se han suscitado en la prensa tras la publicación, ha anunciado que en las sucesivas ediciones de “Des profondeurs de nos coeurs” figurará como autor: Cardenal Sarah, con la colaboración de Benedicto XVI. Y del mismo modo, la introducción y la conclusión de la obra aparecerán con la precisión de que han sido redactadas por el cardenal Sarah, con la aprobación de Benedicto XVI. Los textos quedarán igual. Todo ello demuestra –como ha indicado Andrea Tornielli, director editorial de todos los medios de comunicación del Vaticano– que el libro es una contribución sobre el celibato sacerdotal, en filial obediencia al Papa Francisco, quien se ha referido a este tema en numerosas ocasiones.
Robert Sarah, en Montilla (Córdoba), hace algo más de dos años. - JOSÉ ANTONIO AGUILAR
Nada que ver con un inexistente enfrentamiento entre papas, como muchos medios de comunicación en Europa se han apresurado a difundir, que habría surgido ante la pronta publicación de la exhortación post-sinodal de la Amazonía (que tuvo lugar en octubre) y en el que, entre los diversos temas a tratar, se contemplaba la posibilidad –de acuerdo a las necesidades específicas de aquella agreste y apartada región del planeta– de ordenar a hombres casados.  

Como el caso Alfred Dreyfus en la Francia de finales del siglo XIX, el militar judío que fue falsamente acusado de espionaje, ahora el caso Robert Sarah, adquiere el perfil de un orquestado intento de originar tensión en la Iglesia, a partir de un libro que, quizás si ha suscitado tanta polémica, ha sido porque constituye una gran contribución al debate sobre el celibato de los sacerdotes y la definición del sacerdocio católico.

lunes, 13 de enero de 2020

"La Gaceta de Guinea Ecuatorial": Entrevista al ex-Director de la RAE, el catedrático de Literatura, D. Darío Villanueva Prieto

Entrevista a Darío Villanueva Prieto
Exdirector de la Real Academia Española (RAE) y primer académico correspondiente de la Academia Ecuatoguineana de la Lengua (AEGLE)

Luis Negro Marco 

El  30 de abril de 2019, el ilustre profesor Darío Villanueva (una de las personalidades más destacadas de la cultura española) visitó la Academia Ecuatoguineana de la Lengua Española (AEGLE), con sede en Malabo, donde fue nombrado académico correspondiente. En un acto solemne, celebrado en el Centro Cultural Ecuatoguineano, Agustín Nze Nfumu, presidente de la Institución académica, le hizo entrega de la insignia y el diploma acreditativos de la distinción.

Darío Villanueva Prieto, Director de la Real Academia
Española (RAE) desde diciembre de 2014 hasta
diciembre de 2018
Darío Villanueva, catedrático de Literatura y de Literatura Comparada en la Universidad de Santiago de Compostela, fue elegido director de la RAE el 11 de diciembre de 2014, cargo que desempeñó hasta el 20 de diciembre de 2018. Como máximo representante de la más alta institución que vela por el buen uso del español, en constante adaptación a las necesidades de sus hablantes en todos los rincones del planeta, el profesor Darío Villanueva fue así mismo presidente nato de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE). Y fue bajo su presidencia cuando –desde el 19 de marzo de 2016– la Academia Guineoecuatoriana de la Lengua Española se  incorporó a dicha Asociación como miembro de pleno derecho. La Academia Guineoecuatoriana de la Lengua Española es la más joven de las 23 que integran la ASALE, así como la única existente en el continente africano.

Amablemente, el profesor Darío Villanueva ha concedido una entrevista en exclusiva para los lectores de “La Gaceta de Guinea Ecuatorial”, la cual ofrecemos a continuación.
La Gaceta de Guinea Enero 2014
Portada de la revista "La Gaceta de Guinea
Ecuatorial
"
, correspondiente al mes de julio de
2019, en la ue fue publicada esta entrevista
https://9ad37dca-c454-4ea2-b887-d3f7a8115ac1.filesusr.com/ugd/
adb638_f08f620abd7c4381b2efcee82d7d84e5.pd
f

Pregunta.- Bajo su dirección se incluyó a la AEGLE en la ASALE. ¿Qué importancia tienen las Asociaciones mundiales de la Lengua española en la RAE?
Son total, hasta el momento, 23, incluida la más joven que es precisamente AEGLE. Están todas las de los países americanos hispanohablantes, incluido Puerto Rico, más la Academia norteamericana de la lengua española y, desde 1924, la Academia filipina. Desde 1871, fecha de fundación de la decana que es la colombiana, han sido pieza imprescindible para el mantenimiento de la unidad de nuestra lengua, y actualmente son los agentes de la política panhispánica que informa nuestros trabajos comunes en cuanto a la gramática, la ortografía, el léxico y otros aspectos fundamentales, lingüísticos y literarios.

P.- En el caso de la AEGLE, ¿tuvo la oportunidad de intercambiar impresiones con su Presidente, Agustí Nze Nfumu?
Por supuesto, sobre todo una vez reconocida como academia correspondiente de la española y constituida como tal, lo que dio paso a su elección como presidente de AEGLE. Como tal vino ya con nosotros al congreso de la ASALE que tuvo lugar en la ciudad de México en noviembre de 2015.

P.- ¿Qué  función específica cree que puede desempeñar AEGLE como única de las Asociaciones de la Lengua Española en el continente africano?
Hacer sus aportaciones específicamente ecuatoguineanas a las obras académicas en el
El exdirector de la RAE, junto al diploma que le acredita como primer Académico correspondiente en España de la Academia Guineoecuatoriana de la Lengua Española. Abajo detalle del diploma acreditativo.  Foto: Luis Negro

marco de la mencionada política panhispánica y actuar como la avanzadilla del español en el continente africano, en varios de cuyos países está creciendo considerablemente el interés por él como lengua extranjera.

P.- ¿Qué vías de colaboración podrían desarrollarse en el futuro entre AEGLE y la RAE?
Hemos comenzado ya colaborando en los aspectos organizativos internos, para que la experiencia de nuestros departamentos de gestión les sean de utilidad a los colaboradores de AEGLE. Igualmente, en el aspecto bibliotecario esta experiencia compartida debe ir acompañada del aporte de los fondos bibliográficos de que la RAE y ASALE disponen y que son imprescindibles para que la actividad de AEGLE alcance su velocidad de crucero.

P.- En el Diccionario de la Lengua Española, ¿se incluyeron palabras del español hablado en Guinea Ecuatorial?
El Presidente de la Academia Guineoecuatoriana de la Lengua Española (AEGLE), Agustín Nze Nfumu, impone la insignia al profesor Darío Villanueva que le acredita como primer Académico Correspondiente en España de la Institución, en virtud del acuerdo de su Junta, tomado el 13 de diciembre de 2018. La ceremonia tuvo lugar en el Centro Cultural Ecuatoguineano de Malabo el día 30 de abril.           Foto: AEGLE
La nueva Academia continúa una tarea fundamental ya iniciada por los primeros correspondientes ecuatoguineanos: intervenir junto con sus compañeras de ASALE en la fijación de la norma lingüística común del español en cuanto al léxico, la gramática y la ortografía.
Fruto visible de este empeño es la incorporación al Diccionario de Lengua española, cuya vigesimotercera edición, publicada en 2014, que recibe, en su versión digital, una media mensual de sesenta millones de consultas en internet, incluye ya una significativa presencia de ecuatoguineanismos como abaá, apear con el significado de andar a pie, envuelto como manjar que se asa o cuece con un relleno de verdura, pescado o carne dentro de una hoja de plátano, grombif, malamba o mangüeña. Se recogen también anglicismos propios de Guinea Ecuatorial, por ejemplo boy o misis, y como ratificación de la existencia de elementos léxicos panhispánicos, palabras que el español ecuatoguineano comparte con el de otros enclaves americanos, como, en el caso de Cuba,  brujero, o palmiste con Honduras.  

El profesor Darío Villanueva, portando la banda de académico correspondiente de la AEGLE, junto al presidente de la Institución, Agustín Nze Nfumu, y otros académicos y autoridades, entre ellos el embajador de España en Guinea Ecuatorial, Guillermo Antonio López Mac-Lellan.             Foto: AEGLE
P.- ¿Cree que podría elaborarse un diccionario o gramática específica del español en Guinea Ecuatorial como trabajo auspiciado por la RAE?
No lo creo. Ello iría en contra del principio de la unidad de la lengua, que en la gramática es fundamental, como recoge la NUEGA GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA publicada en 2009, y su Fonética en 2011. Otra cosa sería hacer un léxico de ecuatoguineanismos, con mayor amplitud que los recogidos en el DEL. De todos Guillermo Antonio López Mac-Lellan modos, la nueva edición del mismo, la 24ª, que será ya totalmente digital, dispondrá de un espacio ilimitado para incrementar la nómina de las palabras del español hablado en Guinea Ecuatorial.

P.- La AEGLE tiene en proyecto hacer una escultura en honor a Cervantes: El Quijote bantú. ¿Qué le parece la iniciativa?
Portada de “El Quijote antes del cinema”, 
discurso leído por el profesor Darío
 Villanueva el 8 de junio de 2008, 
en Madrid, en su recepción pública en 
la Real Academia Española    L.N.M.
Es una iniciativa extraordinariamente positiva. Que la literatura en lengua española fue, desde muy pronto, un factor de comunicación integradora entre los pueblos de ambos lados del Atlántico es un hecho de la más absoluta evidencia, como también lo es que siga constituyendo, junto a la propia lengua, el vínculo patrimonial más firme que nos une más allá de los avatares de la historia, incluidas las exigencias afirmadoras de las nacionalidades: como recordaba el mexicano Carlos Fuentes, sin la lengua de la colonia no hubiese habido lengua de la independencia. Los escritores cubanos, argentinos, uruguayos, mexicanos, españoles, nicaragüenses, peruanos, colombianos, nicaragüenses y paraguayos que hasta el momento han merecido el Premio Cervantes comparten un mismo idioma, que adquiere en sus plumas diferentes acentos literarios sumamente enriquecedores del acervo hispánico, pero participan a la vez, y desde diferentes perspectivas, de un sistema común en cuyo marco se institucionaliza una literatura.
El Quijote y su autor desempeñan, y no sólo a título retórico, el papel de eje en dicho sistema. El monumento ecuatoguineano será un emblema de esta idea. El emblema del español en África.

P.- ¿Cómo valora la creación de una delegación del Instituto Cervantes en Guinea Ecuatorial?
Tengo mis dudas al respecto. En principio, el papel del Instituto Cervantes y el de la RAE y ASALE es complementario y  a la vez inconfundible. El Cervantes trabaja DONDE NO SE HABLA ESPAÑOL, y las Academias DONDE SE HABLA ESPAÑOL. En principio, con la labor de la flamante AEGLE y una intensificación de las eficaces actividades del Centro Cultural Español, todo ello unido al sistema educativo del país, tendría que ser suficiente. 

Darío Villanueva, con un ejemplar de la “Nueva 
Gramática de la Lengua Española”, obra 
panhispánica editada por la RAE, la cual
es actualizada periódicamente, de acuerdo a la
 evolución del español en los diferentes países L.N.M
P.- ¿Cuál es su valoración sobre el español en Guinea Ecuatorial?
Solo he estado unos días en Malabo, y no en Bata. Lo que he escuchado me ha confirmado en lo que era mi impresión por la lectura de autores ecuatoguineanos: es el mismo español que compartimos más quinientos millones de personas en cuatro continentes, pero dotado de una personalidad inconfundible, como no podría ser de otra forma.

P.- Una nueva generación de escritores promociona el español en África desde Guinea Ecuatorial: ¿algunos que considere destacar?
No quisiera ser injusto con ninguno, pero obviamente solo puedo mencionar los que conozco hasta el momento, y a los que he leído. Por ejemplo, es el caso del novelista Estanislao Medina Huesca, autor de El albino Micó. Me ha interesado mucho la antología Luz para todos compilada por Adelaida Caballero, Cristian Eteo y Recaredo Silebo Boturu, que incluye poemas de Luis Nsue Mia, Alfredo Junior Abe, Homero Nchuchuma, Leoncio Márquez, Juliana Mbengono, Nésgtor Nguema Mangue, Stan Stopale, Emilio Tuscalora Obiang, Luis Elá Micó Mangue, Antonina Ada Okenve, Senén Botau, Manuel Esono Biká y Dulcinea Ndong Jora. No están todos los que son, claro, pero después de leerlos puedo afirmar que son todos los que están. Me encantará seguir leyendo a nuevos autores ecuatoguineanos.
En la conferencia que pronuncié en el Centro Cultural Español de Malabo el pasado mes de abril afirmaba yo que el sistema literario correspondiente a nuestra lengua cuenta con autores y lectores procedentes de cuatro continentes: Europa, América, Asia y África. En tres de ellos, Europa, Asia y África, es solo una nación la que los aporta: España, Filipinas y Guinea Ecuatorial, respectivamente. Pero en el importante capítulo de la mediación entre autores y lectores, el sistema debe intensificar el carácter transversal de la acción representada por los agentes y las casas editoriales, por la industria cultural, por la crítica y la información periodística, así como por la investigación históricoliteraria. Esa transversalidad funciona desde antiguo en lo que se refiere a las relaciones entre Europa y América, pero debe incrementarse considerablemente, sobre lo ya existente, en el caso de Guinea Ecuatorial y de Filipinas. Existe, sin embargo, una diferencia fundamental a este respecto: la emergencia de una renovada actividad creativa en español por parte de los poetas, narradores y autores teatrales ecuatoguineanos.
__________________________________________________________________________________
Dirección en internet de la Academia Guineoecuatoriana de la Lengua Española (AEGLE)

Dirección en internet de la Real Academia Española de la Lengua (RAE)
http://www.rae.es/
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Darío Villanueva, pasión por la Literatura y el idioma español

L. N. M. / Santiago de Compostela

Profesor, escritor, teórico literario, crítico literario… como tantas otras personalidades destacadas de la historia de España, Darío Villanueva nació en tierras de Galicia. Fue un 5 de junio de 1950, en Villalba (provincia de Lugo), la misma localidad en donde nació el célebre político español Manuel Fraga Iribarne (fallecido en 2012), tan ligado a la historia de la independencia de Guinea Ecuatorial.

 Casado y padre de dos hijos, Darío Villanueva se doctoró en Filología Hispánica en 1976, con la más alta de las calificaciones posibles: la de «Summa Cum Laude». En 1987 obtuvo la plaza de catedrático  de Teoría de la Literatura en la Universidad de Santiago de Compostela, de la que fue elegido rector durante dos mandatos consecutivos: 1994 y 2002.

 En 2007 fue elegido Académico de la Real Academia Española  (RAE), ocupando el sillón D (curiosamente el mismo que la inicial de su nombre: Darío). Dos años después en 2009, fue elegido secretario de la RAE, y reelegido para el mismo puesto en 2013, situación en la que continuó hasta que el 11 de diciembre de 2014 fue elegido director de la Institución, cargo que desempeñó de manera brillante hasta que el 20 de diciembre de 2018, tras renunciar a una nueva reelección, le
El profesor Darío Villanueva, en su despacho
 de la Facultad de Filología de la Universidad
 de Santiago de Compostela, de la 
que es catedrático de Literatura y de 
Literatura Comparada   Foto: Luis Negro

sustituyó en el cargo el escritor Santiago Muñoz Machado.

 Entre las muchas actividades y retos que asumió el profesor Darío Villanueva durante sus cuatro años como director de la RAE, será siempre recordado por su firme apuesta para convertir a la Institución en la Academia de las nuevas generaciones que han nacido en la galaxia de internet. Una modernización necesaria para garantizar la supervivencia de la RAE, y que llegó –precisamente– de la mano del profesor Darío Villanueva.

 Su brillante hoja de servicios demuestra una vocación investigadora infatigable y en constante adaptación a las nuevas realidades sociales;  y como prueba de ello, bastará decir que en 1998 fue nombrado director de la Red de Bibliotecas Universitarias Españolas y en 2001 vicepresidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). Además, es «Doctor Honoris Causa» por diez afamadas universidades de Estados Unidos, Hispanoamérica, y Europa, y desde 2018, presidente del Instituto de España, institución que integra a varias reales academias, de ámbito nacional y radicadas en Madrid y Barcelona

En su faceta de escritor, es autor de más de una veintena de libros (entre  ellos, y por citar tan solo uno, «Teorías del realismo literario», que fue finalista del Premio Nacional de Ensayo en 1993 y traducido al inglés en 1997), así como autor de cientos artículos, publicados en las revista más prestigiosas de Literatura a nivel internacional.


Actualmente compagina su trabajo como catedrático de Literatura y de Literatura Comparada en la Universidad de Santiago de Compostela, con el de Académico de la Real Academia Española, viajando semanalmente entre la capital de Galicia y Madrid.