jueves, 29 de enero de 2015

San Valero, el 29 de enero, rosconero, laminero y ventolero


               San Valero, patrón de Zaragoza

El Periódico de Aragón. Noticias de Zaragoza, Huesca y Teruelhttp://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/luis-negro-marco-san-valero-cumple-tradicion-cierzo-roscon_1001476.html

      Fachada principal de la Basílica del Pilar.- Luis Negro Marco (texto y foto)

San Valero pudo haber nacido en Zaragoza o en Grecia, habiendo sido enviado por el papa Sixto II a España con san Lorenzo como diácono. Se sabe que el obispo de la diócesis de Caesaraugusta, Valero (o Valerio) participó en el Concilio de Elvira (Granada) el primero de la Iglesia hispana, el cual tuvo lugar en una fecha imprecisa entre los años 300 y 314 de nuestra era.
El posible origen heleno de san Valero y no su tartamudez podrían explicar, según algunos historiadores, las dificultades en el habla que de acuerdo a las fuentes padeció, y que a la postre acabarían por salvarle la vida. Y es que el prelado cesaraugustano siempre se hizo servir de la elocuencia de su diácono, el oscense san Vicente, para que predicara en su nombre, guardando él silencio la mayoría de las veces. El caso es que durante las persecuciones de los cristianos por los emperadores Diocleciano (244-311) y Maximiano (250-310), Valero fue llamado a Valencia para declarar, junto a su diácono Vicente, ante el prefecto romano Daciano. Corría el año 304 de nuestra era y las fuentes dicen que el viaje entre Zaragoza y la capital levantina estuvo plagado de sucesos extraordinarios y milagrosos, como por ejemplo que los dos santos hicieran brotar fuentes de agua tanto en Cariñena como en Daroca. Pero una vez llegados a Valencia, Daciano fue implacable y condenó al martirio a san Vicente, mientras que a san Valero le conservaba la vida pero le condenaba al destierro, seguramente en tierras próximas a Barbastro.
Otras fuentes aluden a que pudo haber sido enviado a Roda de Isábena, en donde habría edificado una iglesia en honor a su diácono Vicente. Se cree que la muerte le sobrevino a san Valero el 29 de enero del año 315, día en que la Iglesia recuerda su memoria, e una localidad denominada Anet, próxima a Barbastro, siendo enterrado en el castillo de Estada. Tras la invasión musulmana de España, el castillo fue destruido y no se tuvo constancia del sepulcro del santo hasta que en 1050, al obispo de Roda de Isábena le llegaron noticias de su posible ubicación.
UNA VEZ hallada la tumba, el prelado de Roda decidió el traslado de las reliquias de san Valero hasta su sede episcopal; tras la conquista de Zaragoza, en 1118, por Alfonso I, y a petición de las autoridades eclesiásticas de la ciudad, un brazo de san Valero pasó a conservarse en el templo de La Seo; y posteriormente, durante el reinado de Alfonso II llegaría su cabeza, para la que el papa Benedicto XIII (Pedro Martínez de Luna, el papa Luna, de Illueca) mandó labrar un busto relicario en pedrerías y plata que se puede contemplar en la catedral de La Seo, y en cuyo rostro son muchos quienes quieren ver un fiel retrato del propio papa de Avignon.
Asimismo, la historia de san Valero y san Vicente está ligada a la de los innumerables mártires cristianos de Zaragoza, un relato de época visigoda cuya base se encuentra en el Himno a los 18 mártires de Zaragoza obra del poeta cesaraugustano Prudencio (348-405). Han sido muchas las obras artísticas que se han realizado en honor a los dos santos. Algunas, víctimas del expolio. Ya en 1965, el escultor turolense Pablo Serrano, realizaba para la plaza del Pilar, su colosal y conocida estatua en bronce de un san Valero en actitud predicante, junto al Ángel custodio de la ciudad de Zaragoza.
Pero además, san Valero y el roscón constituyen una dualidad indisociable en el día de su celebración como patrón de Zaragoza. Antiguamente, la tradición consistía en esconder dentro del roscón un haba y un regalo. A quien le tocaba el haba, le correspondía pagarlo y a quien el regalo, se convertía en el rey del roscón. Costumbres ancestrales que hunden sus raíces en la cultura romana, fundadora de la ciudad, y que preludían los alegres días del Carnaval.

lunes, 26 de enero de 2015

La Gaceta de Guinea Ecuatorial estrena su nueva página web con un especial dedicado a la "Copa África de Naciones", Campeonato Continental de Fútbol que se está celebrando en el país




http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CCMQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.lagacetadeguinea.com%2F&ei=PmLGVNe6McP9UvTfg_gN&usg=AFQjCNExZcKCug3vqG9LrYIOCDwPQ6mdJA&bvm=bv.84349003,d.d24&cad=rj


África, corazón de la música moderna
Luis Negro Marco (Textos y fotos)

Desde comienzos del siglo XVI, millones de africanos fueron  víctimas de la trata transoceánica de esclavos llevada a cabo por los europeos, con rumbo a tierras americanas. Los grandes terratenientes solucionaban así la escasez y economía de la mano de obra en sus nuevas plantaciones de América, ante la expansión mundial de productos como el tabaco, el algodón y el maíz.  En los Estados Unidos, el puerto de Jamestown (estado norteamericano de Virginia) en 1619, es la primera referencia geográfica que se tiene de la llegada de un barco negrero cargado con esclavos procedentes de África. De allí, como los miles que habrían de seguirles, fueron llevados a trabajar, de sol a sol, a las plantaciones agrícolas de Missisippi, Lousiana, Georgia y Alabama. Estados que a su vez se convertirían en los focos a partir de los cuales surgieron y se desarrollaron dos estilos cruciales para entender la música moderna: el  Blues y el Godspell.

Imagen de un grupo de músicos, bailarines y cantantes de Guinea Ecuatorial, fotografiados en Bata momentos previos a la presentación oficial del Campeonato de fútbol  de la “Copa África de Naciones” (CAN, 2012). De izquierda a derecha, Elvira Majeda, Sandra Star, Mercedes de Eló, Doctor Mbomeche, y a su lado, ataviada con los colores de la bandera de Guinea Ecuatorial, la  tristemente desaparecida y recordada Fifi la Mireille. También se encuentran en la imagen cantantes y bailarinas de Corisco, Pili “la Peligrosa”, y Doctor Ndong.                                                                     Foto: Luis Negro Marco
La abolición de la esclavitud decretada por el presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, en 1865, devolvió la libertad a las mujeres y hombres negros de América, aunque no por ello dejaron de sufrir los afroamericanos la dura opresión de los blancos, que siguió  ejerciéndose por medio de las leyes segregacionistas y por  las amenazas de colectivos racistas, cuyo mayor exponente fue la organización criminal del Ku Klux Klan.  Pero fue en tan luctuoso marco de la Historia de la Humanidad, donde se gestó el inicio de la música popular actual, siendo sus iniciadores las mujeres y hombres negros esclavos de África; y los escenarios de sus cantos y música: las  extensas plantaciones de algodón, tabaco y maíz de los estados federados de Norteamérica, así como los porches de sus humildes casas, las haciendas de los amos, y los coros de las iglesias.

El blues, origen de la música moderna, fue
creado en los Estados Unidos por esclavos africanos
El blues (pronunciado “blús”) se convertiría en la expresión melódica que sintetizó toda la música del esclavo africano en tierra americana, y su desarrollo estuvo íntimamente unido a  la historia del pueblo afroamericano a lo largo del siglo XX. Todos los estados de ánimo, desde la más honda tristeza, al humor más picante, se concentran en este género, puro sentimiento de la historia del pueblo negro sometido por los blancos. De manera que se puede afirmar que el blues es la columna vertebral de toda la música popular de la era moderna. Durante los años que duró la II Guerra Mundial (1939-1945), ciudades del Sur de los Estados Unidos como Chicago, San Luis o Menphis, se convirtieron en las capitales del Blues.  En estos mismos años surgieron las primeras bandas, y las mujeres pronto se destacaron como excelentes cantantes y compositoras del nuevo estilo musical. Pero será a partir de 1950, una vez terminada la Segunda
Guerra Mundial,  cuando otro ritmo derivado del blues, se convertiría en un nuevo estilo que haría furor en la juventud americana, trascendiendo fronteras, y hasta nuestros días: el rock and roll.  Y fue un descendiente de esclavos negros de América: Robert Johnson (1911-1938), uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, a quien se le considera como el gran impulsor, y por tanto “abuelo del rock and roll”. Ya en la década de 1960 surgirían destacados grupos y cantantes negroafricanos, siendo el Teatro Apollo de Nueva York el escenario del que saldrían grupos y
Doctor Mbomeche, una de los grandes cantantes de Guinea 




cantantes de fama mundial: caso de Los Jackson Five, grupo musical de cinco hermanos afroamericanos en el que se fraguó el magistral estilo del menor de ellos: Michael Jackson; Otros grandes músicos y cantantes  afroamericanos del rock and roll y el soul, fueron, de una exitosa e interminable lista: Aretha Franklin, Stevie Wonder, o Diana Ross. Sin olvidar que también otros estilos aún en boga, y muy populares en la mayoría de países, como el  soul, funk, o la música hip hop, también hunden sus raíces en el blues.

La música Godspell, la llamada a Dios
Las iglesias se convirtieron en las grandes catedrales de esperanza de los esclavos negros de América, y es allí donde se congregaban durante las ceremonias religiosas,  para elevar sus cantos de plegaria e invocación a Dios. A partir del siglo XX, estos cantos religiosos se conocen como música Godspell, literalmente traducido: “Llamar a Dios”. Y al igual que el blues, este estilo de música proyecta toda la energía y el sentimiento del pueblo afroamericano. Desde entonces, las iglesias se convertirán en las escuelas para la mayoría de cantantes africanos de todos los tiempos. En los templos, los cantos religiosos africanos se fueron fusionando poco a poco, y sin tensión, con los propios de  la religión cristiana que los esclavos negros habían abrazado con gran confianza, pues encontraban en Cristo salvador y redentor la gran esperanza de su liberación, identificados con el pueblo de Israel y su esperanza de ser libres en la tierra prometida.
Mujer de un grupo ntondowe en la parroquia de Bityendem (Bata)
En la música Godspell (muy similar a los coros ntondowe de Guinea Ecuatorial) se mezclaban los himnos de los blancos junto al ritmo sincopado de los negros. El canto inicial era liderado por el sacerdote, y respondido por el coro, al cual acompañaban, en sus poderosamente rítmicas melodías, toda la multitud de feligreses congregados durante la celebración eucarística, quienes no dudaban en aplaudir y bailar, dando gracias a Dios por disfrutar de la alegría de ese momento único de libertad y amor.

El Jazz: música y arte genuinamente africanos
 Tras la cruenta Guerra de Secesión (1861-1865) en los Estados Unidos, la cual costó la vida a más de un millón de personas, las familias de ambos bandos que habían sobrevivido a la catástrofe, hubieron de vender sus instrumentos  musicales (violines, violoncelos, clarinetes, tambores, trompetas, pianolas…) a precio de ganga, para sacar un dinero con el que salir adelante y sobrevivir. Una circunstancia que aprovecharon  muchos esclavos negros de la ciudad de Nueva Orleans  para adquirirlos a bajo precio. Surgieron así en la ciudad, capital del estado de Louisiana, numerosas bandas de músicos que tocaban varios instrumentos con los que improvisaban hermosas melodías. Había nacido el Jazz: una música  creativa que permitía infinitas combinaciones musicales. Y aunque surgió, como hemos visto, en Nueva Orleans, pronto se desplazó por otras ciudades norteamericanas, con especial incidencia en la  isla de Manhattan. Allí surgiría en la década de 1920 el mítico club de música Cotton Club (“El Club del Algodón”), en pleno barrio neoyorquino de
Los Bling son un joven grupo de hip hop de Guinea Ecuatorial que en 2012 grabó suprimer disco: "La Reconquista"
Harlem. Por allí pasaron las grandes figuras del jazz de aquellos años, y la publicación  Revue Nègre daba a conocer a una gran estrella: Josephine Baker, hermosa bailarina y cantante afroamericana, quien acompañada por una orquesta de jazz triunfó en París (la capital de Francia), en 1925, popularizando además en Europa los bailes desenfrenados del charlestón. Y más tarde, en 1948,  durante la celebración del “I festival de jazz” celebrado en Niza (Francia), nacía una gran estrella: el mejor trompetista y cantante de jazz de todos los tiempos: el insigne músico afroamericano Louis Armstrong, cuya canción “What a wonderfull world” (“Qué mundo tan maravilloso”) sigue siendo una  de las canciones más escuchadas en radios y televisiones de todo el mundo.
































sábado, 24 de enero de 2015


 El Periódico de Aragón. Noticias de Zaragoza, Huesca y Teruel

The Paper´s Boys
Luis Negro Marco / Punta Mbonda
En plena Guerra Civil española, el cineasta mejicano Ramón Peón estrenaba una película que llevaba por título “Los chicos de la prensa”; cabecera que a su vez utilizó en 1996 el escritor Juan Carlos Laviana para un libro, editado por Nickel Odeón, en el que exponía las intensas conexiones existentes entre el periodismo y el cine.   Ciertamente intensas,  de tal manera que “Ciudadado Kane” –dirigida, interpretada y estrenada por Orson Wells en 1941–,  considerada como una de las diez mejores películas de todos los tiempos, habría estado inspirada en Randolph Hearst, magnate de la prensa de los Estados Unidos, fundador de 28 influyentes periódicos en su país.Se cuenta que antes de estallar el conflicto, y ante los persistentes telegramas de uno de sus corresponsales en La Habana sobre la normalidad absoluta en la capital de Cuba, Hearst le habría contestado: “usted envíeme las noticias y yo le enviaré la guerra”. Pero en las sociedades modernas y democráticas, la prensa solo tiene sentido desde la veracidad de las noticias, verdadera medular de los medios de comunicación, que ante todo deben generar confianza y credibilidad.
 Y hoy es el día de San Francisco de Sales, el patrón de los periodistas.  Nacido en el actual departamento francés de Saboya, en 1567, murió en Lyon, en el año 1622. En París, se graduó en retórica, filosofía, y teología, y con 24 años, alcanzó también el doctorado en Derecho.  Sus escritos pronto empezaron a destacar por ser a la vez que muy bien documentados, cargados de concreción y sencillez, de manera que se entendían con facilidad entre todos los estamentos sociales, incluso en los más legos en las  materias que abordaba. Una vez que en 1593 eligió la carrera eclesiástica, fue nombrado misionero de Chablais, provincia del Ducado de Saboya, de mayoría calvinista. Y fue allí donde San Francisco de Sales, con su sensible y respetuoso modo de predicar, sentó las bases de una premisa que todas las naciones se esfuerzan aun hoy en día por alcanzar: “conquistar los corazones y las mentes de las personas”, es decir, generar confianza y amor  a través de la verdad.
 A él se debe la idea de elaborar manuales sencillos, cortos y prácticos, así como la impresión de hojas en tamaño tabloide, para la propagación de las enseñanzas cristianas. Un “periodístico” modo de evangelizar, por el que en 1602 fue nombrado obispo de Ginebra.
Tras su muerte, esas hojas fueron reunidas en un  solo libro: "Controversias", cuyos originales se conservan todavía en el convento de la Visitación de  la ciudad francesa de Annecy.  Francisco de Sales fue canonizado en 1665 por Alejandro VII, y teniendo en cuenta la calidad de sus publicaciones,  Pío IX lo nombró  en 1877 doctor de la Iglesia.  Finalmente,  fue Pío XI, en su Encíclica del 26 de enero de 1923, quien lo declaró Patrono de los periodistas y escritores. Entre otros motivos justificativos de su designación, el sumo pontífice exponía que al igual que hizo San Francisco de Sales con sus obras a lo largo de toda su vida, los medios de comunicación “esclarecen, difunden y vindican la sabiduría”. Del mismo modo, el papa exhortaba en su carta a la moderación, y que –siguiendo el ejemplo de San Francisco de Sales– “no se corrompa la verdad ni se debilite o disuelva so pretexto de no ofender al adversario; que [los periodistas] cuiden también de la belleza y elegancia del lenguaje y distingan y adornen los conceptos con palabras tan luminosas, que los lectores encuentren deleite en la verdad”.