jueves, 26 de septiembre de 2013

"La Casa de la Troya", libro que dio fama mundial a la Universidad de Santiago de Compostela, se edita de nuevo en inglés


"The house of Troy", nueva versión en inglés del laureado libro "La Casa de la Troya" que hizo célebre a la Universidad Compostelana

Su autor, Alejandro Pérez Lugín publicó el libro en 1915, alcanzando en ese mismo año tres ediciones con más de 5.000 ejemplares vendidos. "La Casa de la Troya" hizo célebre a la estudiantina, o tuna compostelana, y a "Fonseca", la Universidad de Santiago de Compostela.

      Luis Negro Marco / Santiago de Compostela

Darío Villanueva (a la izquierda), ex-rector de
la Universidad de Santiago de Compostela, y
actual secretario de la RAE, junto al editor Matías
Membiela (director de la editorial Camiño do Faro)
durante la presentación del libro "The House of Troy"
el día 24 de Septiembre en el museo "Casa de la Troya" de
Santiago de Compostela.
- Foto: Luis Negro Marco

El 24 de Septiembre el Museo “Casa de La Casa de la Troya, en Santiago de Compostela, sirvió de escenario ideal para la presentación de una nueva edición  en inglés del célebre libro homónimo del escritor Alejandro Pérez Lugín (1870-1926). La obra “The house of Troy”, ha sido publicada por la editorial "Camiño do Faro", cuyo director es el coruñés Matías Membiela Pollán. En la presentación de la que es tercera edición en lengua inglesa de "La Casa de la Troya", estuvieron presentes, además del citado editor, el ex rector de la Universidad de Santiago, y actual secretario de la RAE, Darío Villanueva, Matías Membiela, editor de la obra, Benigno Amor, presidente de la "Asociación de Antiguos Tunos Compostelanos" que gestiona el Museo "Casa de La Troya", el profesor Lucindo Javier Membiela, experto en la obra literaria de Alejandro Pérez Lugín, y Albino Mallo, veterano periodista gallego que fue director de la "Agencia Efe", y estudiante de Derecho, en la década de los cuarenta, en Compostela. La  nueva versión al inglés de este clásico de la Literatura española se ha realizado a partir de la versión de una anterior que se publicó en la estadounidense ciudad de Boston en el año 1922
 Alejandro Pérez Lugín nació en Madrid, en el año 1870 y murió en la localidad coruñesa de Burgo en 1926. En 1886 inició sus estudios de
Portada de la 64 edición de "La Casa de la
Troya", en 1941, publicada por la histórica
librería compostelana "Galí", que aparece citada
en varias ocasiones en el transcurso de la obra.

Foto: Luis Negro Marco
Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, y una vez finalizados los mismos, en 1893 regresó a Madrid donde trabajó para la Administración y también la empresa privada; en esta época contrajo matrimonió con doña Elvira Sanz. Como periodista, Pérez Lugín hizo crítica teatral de toros, de los Tribunales y de las Cortes. Como escritor, es autor de los libros  “Currito de la Cruz” (1917)  y del célebre “La Casa de la Troya”, un libro publicado por vez primera en 1915, con portada del gran escritor y dibujante
gallego Castelao (1886-1950), de humor, amor, y aventura, que con más de un centenar de ediciones se ha convertido en uno de los libros más leídos en lengua española. Las ediciones sexagésimo tercera de (1939),  y sexagésimo cuarta (1941)  de “La Casa de la Troya”, fueron hechas por la emblemática “Librería Galí” (hoy tristemente desaparecida) de Santiago de Compostela, la vieja “Librería Troyana”, fundada por don José Galí Camps en el año 1872. Librero y librería compostelanos aparecen citados en las páginas 19, 36 y 39 de la 64 edición (que se hizo en el segundo semestre de 1941) de este emblemático libro. La fachada de la "Librería Galí” sirve de fondo al dibujo de la cubierta, [firmado por Juan Luis, y 
"The house of Troy", versión inglesa de "La
Casa de la Troya
" recientemente publicada por
la editorial gallega "Camiño do Faro"
.Fot. L.N.M.
en el que aparece una ronda nocturna de la tuna compostelana] de esa edición. La Casa de la Troya” es un libro de carácter costumbrista, que hunde sus raíces en el Romanticismo y aboga por la fuerza de la Tradición, como base de la relación humana. La obra, que Pérez Lugín autodefine como “Estudiantina” narra el cambio que se produce en un joven madrileño (Gerardo Roquer) atolondrado y juerguista, más amante de las cupletistas y cabareteras de la capital del reino que del trabajo y los estudios, a quien, para enderezar su rumbo, su padre decide enviar a Santiago de Compostela (lejos de los devaneos mundanos) en la esperanza de que en la reputada Universidad compostelana, el joven estudie la carrera de Derecho y forme una familia de acuerdo a su clase social de “Gente de Orden”.
 Sin embargo, una vez en Santiago (con su lluvia insistente y constantes tardes de cielo plomizo y niebla, y falta de fiestas (troulas) tan abundantes en  Madrid) acaban por sumir al joven en una
"Ex Libris" de la Librería "Galí", de Santaigo
de Compostela, que realizó las ediciones de
1939 y 1941 de "La Casa de la Troya".-

Foto: Luis Negro Marco
melancolía que ni los ánimos de sus nuevos compañeros de universidad consiguen aplacar. Hasta que un día conoce a Carmiña, hija de un antiguo alto oficial carlista de Galicia, por quien irá experimentando un creciente interés. Entre  Carmiña y Gerardo pronto surgirá una irresistible atracción, jalonada de acontecimientos y obstáculos que se irán interponiendo en su apasionado amor, al tiempo que el hasta entonces joven atolondrado, se vuelve cada vez más responsable y va adquiriendo conciencia de cuál ha de ser su lugar en el mundo. Este discernimiento, entre la necesaria alegría de juventud (la juerga, el jolgorio y la picaresca de la tuna estudiantil) y la asunción de la responsabilidad en el status social que a un hombre de su  clase le corresponde, conforma el eje de “La Casa de la Troya”, un libro casi centenario cuya arquitectura literaria sigue estando, sin embargo, de absoluta actualidad. 
El tema estudiantil en la literatura ha gozado desde siempre del favor del público. Y quizás el caso más espectacular y reciente lo podemos encontrar en la misma saga literaria y cinematográfica de “Harry Potter”, de la escritora inglesa J.K. Rowling, la mayoría de cuyas historias transcurren en un "College". 
A la derecha, puerta del actual Museo de "La Casa de la Troya"
en Santiago de Compostela, que fue posada real de estudiantes
en la que se ambienta el famoso libro de Pérez Lugín. Cerrará
sus puertas al público el 30 de Septiembre y no se reabrirá hasta
la Semana Santa de 2014
.- Foto: Luis Negro Marco

 La novela de ambiente universitario  [“Campus fiction” o “University fiction”], ha sido también tema recurrente de grandes autores británicos, caso de Tom Sharpe (1928-2013). Y en España, podría citarse al escritor gallego Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999) quien en sus tiempos de juventud estudió Derecho en la Universidad compostelana, y fue el autor de una obra, entre policíaca y misterio unviversitario,  titulada La muerte del decano”; con anterioridad a él, el profesor  de la universidad compostelana José Rodríguez Carracido, había escrito otra novela de ambiente "University Fiction" que llevó por título "La muceta roja".  Y ya más recientemente en el año 1984, Carlos G. Reigosa, publicaba, en gallego, la novela "Crime en Compostela", protagonizada por el aventurero Nivardo Castro y el periodista Carlos Conde, como investigadores de los detalles de un oscuro asesinato en la esotérica y misteriosa capital de Galicia, Santiago de Compostela. 
 La "Estudiantina", la Tuna" (Triste y sola se queda Fonseca / Triste y sola queda la Universidad), casi sinónimos, es uno de los grandes trasuntos de 
Tunos portugueses, durante un encuentro uni-
versitario hispano-luso celebrado en Agosto de
2013 en Santiago de Compostela.-

Foto: Luis Negro Marco
 "La Casa de la Troya". Según el Diccionario de la Lengua Española,  la "Estudiantina" hace referencia a la "Cuadrilla de estudiantes que recorren las calles del lugar en que estudian, o que van de pueblo en pueblo tocando diversos instrumentos y cantando, bien para divertirse, bien para socorrerse con el dinero que recogen". Y es que el distintivo de los tunos, no es otro que el de "la cuchara y el tenedor" en forma de aspa sobre su pecho. Y aún hoy, no hay banquete de boda que se precie si no acaba con la actuación de la tuna, aunque muchos de sus componentes, más que estudiantes, calvos en la coronilla, asemejan más a los abuelos de los verdaderos estudiantes. Asimismo, el diccionario español en su acepción de "Tuna" alude a cierta vida "holgazana, ociosa y vagabunda"; y hace referencia a la expresión "correr la Tuna", como llevar una vida alejada de cualquier responsabilidad social. 

 No quiere esto decir que la Universidad Compostelana estuviera envuelta en el siglo XIX en un ambiente festeiro y de troula. Todo lo contrario; si algo ha caracterizado de  siempre a la Universidad de Santiago, esto ha sido y sigue siendo, la calidad de sus profesores y
Comedor del Museo Compostelano de "La
Casa de la Troya". De izquierda a derecha,
sentados, Lucindo Javier Membiela, Benigno
Amor, Darío Villanueva y Matías Membiela
el pasado 24 de Septiembre durante la pre-
sentación de "The house of Troy",versión
inglesa de "La Casa de la Troya".-

Foto: Luis Negro Marco
su rigor académico. Por ejemplo, fue la de Compostela la primera Universidad española que en el siglo XIX, defendió en su cátedra correspondiente, las Teorías Darwnistas de la Evolución del Hombre. Asimismo, la primera Universidad española de Medicina que dio a conocer la anestesia a través del cloroformo, también fue la Compostelana. Y la electricidad fotovoltaica (la "chispa mágica") llegó a España por vez primera alumbrando el claustro de la Universidad de Santiago de Compostela. Por todo esto, y mucho más, "La Casa de la Troya", es un libro que no hace sino ensalzar, aún más,  desde una vertiente social y humana, la incalculable valía del Campus Compostelano.  

 El libro ha sido llevado al cine en numerosas ocasiones, aunque, quizás la película más conocida de"La Casa de la Troya" sea la que se  filmó en 1959, producida por Juan de Rada y dirigida por Rafael Gil, siendo sus protagonistas principales el actor Arturo Fernández y la actriz Ana EsmeraldaEl autor de “La Casa de la Troya”, Alejandro Pérez Lugín, se encuentra enterrado en el coruñés cementerio de “San Amaro”, en el que un busto, colocado al lado de su tumba, recuerda al genial escritor, cuya prácticamente única obra [al igual que sucedió con el aragonés Braulio Foz (1791-1865) y su novela “Vida de Pedro Saputo”] ha rebasado fronteras hasta alcanzar reconocimiento y fama mundiales.

martes, 24 de septiembre de 2013

El 22 de Septiembre, Equinoccio de Otoño, dijo adiós el Verano. En la Francia revolucionaria, de 1793, y hasta 1805, esta fecha fue la del comienzo del año civil


           Ça sent bon l´Automne

    Luis Negro Marco / Santiago de Compostela


Atardecer, en la tarde del  pasado domingo 22 de
Septiembre, sobre la cima del "Monte Pedroso"
de Santiago de Compostela
.- Foto: Luis Negro Marco
Tras la Revolución Francesa de 1789, el régimen político de "La Convención" dispuso por la ley de 6 de Octubre de 1793 el empleo de un nuevo calendario para Francia y sus territorios de ultramar. La proclamación de la República en Francia tuvo efecto en 22 de Septiembre del año 1792, día del Equinoccio de Otoño. Así que, aprovechando esta casual y feliz circunstancia, los revolucionarios franceses adoptaron tal fecha como origen de una nueva Era, fijando el comienzo del año en el día civil en que recae el Equinoccio de Otoño, según el meridiano de París.
 En el nuevo calendario de los revolucionarios franceses, el año contenía 12 meses de 30 días, y los nombres de los meses, debidos al "Convencionalista" Fabre d´Eglantine tenían uniforme terminación, según las estaciones: Otoño = "Vendimiario", "Brumario", "Frimario"; Invierno = "Nivoso", "Pluvioso", "Ventoso"; Primavera = "Germinal", "Floreal", "Prairial"; Verano = "Mesidor", "Thermidor", "Fructidor". Los convencionalistas franceses pensaron que su nuevo calendario sería, como el sistema métrico decimal, adoptado por todos los países, pero... las sonoras y poéticas denominaciones mensuales, se idearon desde un claro punto de vista nacionalista,
Vendimiario (Mes de la Vendimia,) fue el nombre
que recibió el mes de Septiembre por los revolu-
cionarios franceses, en 1793
.- Foto: Luis Negro Marco
pensando únicamente en el clima de Francia.
 Siguiendo con el calendario revolucionario galo de finales del siglo XVIII, los días del mes se clasificaban en tres décadas (primera, segunda y tercera) y los nombres de los días correspondían a su orden: "primidi", "duodi", "tridi", "quartidi", "quintidi", "sextidi", "septidi", "octidi", "nonidi" y "decadi". A su vez, el año terminaba con cinco días complementarios situados después del último mes del Verano: "Fructidor", y cada cuatro años se añadía un sexto día, llamado "Día de la Revolución". Sin embargo, los "Años Sextiles", que éste era su nombre, no coincidían con los años bisiestos de nuestro "Calendario Gregoriano" (fueron los años III, VII y XI) de la Revolución. De manera que tales discordancias con el calendario europeo repercutieron también en la misma Francia, y el calendario de la Revolución duró 13 años, ya que llegado Napoleón Bonaparte al poder, lo abolió de un plumazo, por decreto de 9 de Septiembre de 1805, entrando en vigor el 1 de Enero de 1806
Por todo lo cual, si se considera que el año I del calendario revolucionario francés quedó sin utilizar (puesto que la fundación de este calendario se remonta al 15 de Vendimiario del año II)
Napoleón Bonaparte abolió el calendario francés revolucio-
nario mediante un decreto que promulgó el 9 de Septiembre
de 1805, que entró en vigor el 1 de Enero de 1806
.-
en realidad este calendario solo se utilizó durante 12 años, y  no hay documento auténtico que pueda llevar fecha del año I. El año XIV, empezado el 23 de Septiembre de 1805 (Gregoriano), solo tuvo tres meses y ocho días. Respecto a las concordancias del Calendario revolucionario francés  con el Calendario Gregoriano, éstas se encuentran en el "Annuaire du Bureau des Longitudes" o en el "Annuaire Astronomique Camille Flammarion".

 Hay que tener en cuenta que en el calendario republicano de los preconizadores de la "Paz, Igualdad y Fraternidad", el año comenzaba el día en que cae en París el Equinoccio de Otoño.  Y para determinar este suceso había astrónomos encargados de determinar el instante preciso en que se producía tal fenómeno y al punto, se fijaba, por decreto, el comienzo del año. Pero había una dificultad: El Equinoccio de Otoño ocurre alrededor de medianoche, y el menor error, podía suponer una imprecisión de un  día entero. 
 Desde una perspectiva nacionalista, los fundadores del calendario republicano que esperaban
El Otoño amarillea las hojas de árboles y
enredaderas como ésta del pazo de la loca-
lidad gallega de Ponte Maceira
.- Foto:  Luis Negro
ver universalmente aceptada su obra, cometieron un grave error psicológico, pues pretendían hacer universal un fenómeno estrictamente local, de manera que ni siquiera en la misma Francia gozó de favor el calendario revolucionario.Y es que los legisladores pasaron por alto la fuerza de la Tradición y los lazos que unen a las civilizaciones con la Historia y el poder de los aniversarios en el corazón humano. El calendario revolucionario, por el contrario, rompía con la Historia, de manera que cuando Napoleón lo abolió, desapareció sin pena ni gloria.

 Aún más: se puede decir que ni siquiera fue original el calendario francés, pues era muy similar al calendario vago del Antiguo Egipto (coincide con él en los doce meses de treinta días, con los cinco días epagómenos, la división de los días del mes en décadas, y otras tantas analogías) con el que tan solo se diferenciaba por la existencia de los años sextiles (similares a los bisiestos) que salvaguardaron al calendario republicano francés de ser vago.

viernes, 20 de septiembre de 2013

El Monasterio de Piedra, imprescindible visita para los amantes de la Naturaleza, la Cultura y la Tradición Popular. A tan solo 100 kilómetros de Zaragoza


El "Monasterio de Piedra", donde el agua marca el Camino

Luis Negro Marco / Santiago de Compostela

Agua, musgo, y roca, en una de las grutas del
Monasterio de Piedra
.- Foto: Luis Negro Marco

"A doce millas de Alhama, [de Aragón] por una excelente carretera a través de montañas, se llega a un pintoresco valle ricamente adornado con árboles y verdura...Allí está el Monasterio de Piedra, objeto de nuestra investigación... Desde "la impresionante catarata de la "Cola de Caballo", el efecto del sol poniente, visto desde el interior de la caverna a través del torrente de agua, así como las sensaciones que despierta el conjunto del espectácuulo, no pueden describirse..." Así expresaba la espectacularidad del "Monasterio de Piedra" la revista inglesa "Fraser´s Magazine" en su artículo correspondiente al mes de Septiembre de 1871. Un hecho revelador de que la belleza de este paraje aragonés era ya famosa en la Europa del último tercio del siglo XIX.

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 El Parque del Monasterio de Piedra, está situado en la localidad de Nuévalos, provincia de Zaragoza, de cuya ciudad se encuentra a 105 kilómetros, en dirección Madrid, y a 229 kilómetros de ésta. Fue el viajero Federico Muntadas Jornet, en 1860 -en la ya lánguida y herida España Romántica del XIX- el descubridor y verdadero artífice  de esta maravilla que se encuentra a mitad del cauce del río Piedra, que nace en la localidad castellana
Remanso del río Piedra en las inmediaciones de la zaragozana
localidad de Nuévalos, antes de que las aguas comiencen su
peregrinación de saltos, cascadas y cataratas espectaculares.

Foto: Luis Negro Marco
de Rueda de la Sierra (Guadalajara), y tras 76 kilómetros de vida desemboca en el Jalón, afluente del Ebro. Los hitos más importantes de la corta andadura del río Piedra, son el pantano de "La Tanquera", en cuya cola desemboca el río Ortiz, y por supuesto, el "Monasterio de Piedra", mágico escenario de cascadas, fervenzas, fantástica vida acuática, rápidos de agua, grutas, estanques y lagos de espejo rebosantes de percas, truchassalmones, gobios, madrillas, y barbos, frondosos bosques (compuestos de álamos blancos, sauces, acacias, hayas, robles, chopos, pinos centenarios y nogales) rebosantes de fabulosas historias de monasterios y monjes, cuyo conjunto da forma a uno de los lugares más visitados de España, tanto por propios como extranjeros. Respecto al nombre del río ("Piedra") dicen se debe a que "no solo viste de piedra a los árboles y ramas que sus
Cascada del "Baño de Diana", en medio de un
paisaje intertropical
.- Foto Luis Negro Marco
corrientes bañan, sino también a las ovas y otras hierbas que se crían en su profundidad, pues a pocos días que en verano estén sin agua, ya son piedra muy dura, labrada con figuras admirables" [Padre Finestres, en su obra "Historia del Monasterio de Poblet"].
 Otra peculiaridad de la maravilla del Monasterio de Piedra es que no sería posible admirarla sin la intervención de la mano del hombre; y es que durante siglos, las zarzas, la maleza, los árboles centenarios caídos, las parietarias, enredaderas colgantes como lianas, helechos y grandes rocas amontonadas en diversos puntos por las grandes avenidas, ocultaron a la vista del hombre los encantos y latidos de esta naturaleza salvaje cuya exuberancia, debió recordar hasta mediados del siglo XIX, la vegetación de la zona intertropical. De manera que, ya en 1860, fue preciso (para que los visitantes pudiesen ver y admirar el conjunto paisajístico-monumental del Monasterio de Piedra) apelar al ingenio del hombre para que este "Canto en piedra y agua a la Creación" experimentase su segundo nacimiento. Así, el Monasterio de Piedra es una oda de armonía (creada en medio de las mayores discordancias) en
Cascada de Los Fresnos Altos; intercambio de
saltos de agua en caída escalonada..- 

Foto: Luis Negro Marco
que la artificiosidad del arte humano, buscando el orden en el desorden de un confuso hacinamiento, ensalza la belleza Natural, cuyo disfrute sereno constituye el estado ideal de la existencia. 
Las crónicas cuentan que ya en el último tercio del siglo XIX, se contaban por cientos las personas que desde los próximos baños de la localidad zaragozana de Alhama de Aragón, se acercaban a visitar el Monasterio de Piedra, cuya fama (apoyada en la que ya tenía Calatayud, ciudad de "La Dolores" y del poeta celtíbero-romano Marcial, nacido en la romana ciudad de Bilbilis, que da el gentilicio a los naturales de Calatayud) era ya notable en Zaragoza y las otras dos grandes ciudades de España: Madrid, la capital del Reino, y Barcelona.
 Tanta belleza atesorada en este mágico espacio abrumó en el siglo XIX a los primeros paisajistas franceses que, allá por el año 1844 conocieron de primera mano este semi-oculto espacio de hermosura, manifestando "L´embarras du choix" (la dificultad de elección) de escenarios naturales para plasmarlos en sus pinturas. Ciertamente, no les faltaba razón:
La Fervenza o Cascada de la "Cola de Caballo"
tiene una caída hasta el lecho del cauce del río Piedra
de 54 metros
.- Foto: Luis Negro Marco
Empezando por la majestuosidad de la cascada de "La Cola de caballo", descubierta en 1860, cuyas aguas se lanzan a un profundo abismo desde los 50 metros de altura, al ritmo de un rugido de agua que se bate con fragor durante su fulgurante caída. Las rocas de tonos marrones, tamizadas de verde por los musgos mojados de lluvia, labradas por siglos de `peregrinación de las aguas del río Piedra, muestran, a veces, formas caprichosas, como si hubiesen sido desgarradas por manos de titanes. Y tras la espectacular trenza de agua, la gruta de estalactitas que confieren a este espacio un especial halo mágico de notas armónicamente irisadas por los rayos de luz que clandestinamente flanquean la oscuridad de la caverna. Tal es la belleza de este espacio que el poeta romántico Ramón de Campoamor le dedicó un poema: "El Amor y el río Piedra", en el que expresa: "Si del Arte es la octava Maravilla / del Arte natural es la primera"

 La Visita al Monasterio de Piedra requiere de calma, tiempo y quietud; porque el Monasterio de Piedra es en sí un sosegante Camino de peregrinación interior del alma a través de una
Tramo final de la caída en torrrentera de la gran
catarata de la Cola del Caballo, sobre una foz del
río Piedra
.- Foto: Luis Negro Marco
Naturaleza ideal que se expresa en nombres y espacios tan evocadores como "El Vergel", "El Lago de los Espejos" (Nombre que recibió hace un siglo por la sugerencia del humanista Pi i Margall -antes se llamaba "Lago de la Peña del Diablo"-), "El Iris", "El Lago de los Argálides", "Los Fresnos", "Torrente de Los Mirlos", "El Baño de Diana", "Gruta del Artista", "La Caprichosa", "Gruta de la Pantera", "Gruta de La Bacante", "Bosque de los Sauces", "El Vergel"...

 Y como colofón a este mágico espacio de belleza natural, las Leyendas que por él deambulan, errantes, y etéreas, pero que el viajero presiente en cada rincón, vericueto, gota de agua o rayo de luz que se cuela entre las ramas de los árboles. Son varias pues las leyendas, de las que se dicen encierran buena parte de verdad y hechos históricos  de tiempos de moros y también de cristianos. Aún se cuentan en los pueblos cercanos la "leyenda del Blasfemo", así como la del siempre enigmático "Monte de la Lastra", o la telúrica leyenda de "La Gruta de los Muertos"; pero hay otras, sobre las que se extiende un halo de sombra y misterio: Son la "Leyenda de la
Lago de aguas azul turquesa, habitado por decenas de truchas
que se encuentra en el interior de la gruta justo detrás de la
cascada de la "Cola de Caballo"
.- Foto: Luis Negro Marco
Energúmena
" y la "Leyenda del Lego de la Brasa". Y por último, una leyenda que encierra un pedazo, en letras de oro, de la Historia de Aragón. Se trata de "La Leyenda del Fugitivo", en referencia a Antonio Pérez, quien fuera secretario del rey Felipe II, a finales del siglo XVI quien, caído en desgracia, huyó de la Corte hacia su tierra natal, Aragón, pernoctando en su fuga, durante una noche, en estos parajes llenos de misterio y ricos en Historia.

 Y es que el Monasterio de Piedra, además de un hermoso conjunto natural, sinfonía de agua, piedra y vegetación, integra en su conjunto a un Monasterio Cisterciense, cuya fundación a finales del siglo XII, se hizo a petición del monarca Alfonso II de Aragón, apodado "El Casto" (1157-1196) y su esposa Doña Sancha, y la Comunidad de clérigos se instaló (llegados del Monasterio de Poblet)
Las numerosas grutas y el encanto de los paisajes y caprichosas
formas de las rocas en el Monasterio de Piedra, han hecho
de este extraordinario paraje lugarr idóneo, y escenario principal
de numerosas leyendas que hunden sus raíces en la Historia y
la Tradición Popular
.- Foto: Luis Negro Marco
definitivamente en el año 1218. No obstante en la construcción de este Monasterio cisterciense también intervinieron (como lo atestigua uno de los escudos heráldicos del cenobio), el hijo del monarca, y su sucesor, Pedro II, y el más sublime Jaime I "El Conquistador". El Monasterio  de Piedra, aunque enclavado en la Diócesis de Tarazona, dependía directamente de la Santa Sede, por medio de sus abades mitrados, de manera que Inocencio IV, en 1327, dispuso que los monasterios cistercienses (como lo era el de Piedra) no pudiesen ser visitados más que por abades y monjes idóneos de la misma Orden.
 Del conjunto del Monasterio de los monjes, destacan las galerías de habitaciones, orientadas al Este, para que sus ventanas atrapasen los rayos del sol, y también la
Torre del Homenaje del Monasterio Cisterciense de Santa María
de Piedra, por donde pasa anualmente la procesión de la "Virgen
Blanca"
.- Foto: Luis Negro Marco
fachada de la antigua "Hospedería" para peregrinos y viajeros, además de la noble torre de la iglesia vieja, y como icono de toda la fábrica, la majestuosa "Torre del Homenaje", por la que pasa -aún hoy en día, y desde tiempos del Medievo- la procesión va desde la ermita de la "Piedra Vieja" (también llamada de "la Virgen Blanca") hasta la nueva iglesia del Monasterio. Sobre todo el conjunto arquitectónico del recinto cisterciense, escribió a finales del siglo XVIII una obra -imprescindible para su conocimiento- el Prior del Monasterio de "Nuestra Señora de Santa María de Piedra" (que este es su nombre completo), Don Antonio Ioachin Sanz de Larrea, titulada "Historia de la Piedra del desierto de Aragón". La ley desamorizadora de los bienes de la iglesia conocida como "La Desamortización
Vista parcial de la fachada de la "Hospedería" del antiguo
Monasterio
.- Foto: Luis Negro Marco
de Mendizába
l", decretada en 1835, hizo que, como en el resto de monasterios y conventos de España, recayera sobre el Monasterio de Piedra una nube de expoliadores autorizados por la real orden, y de no autorizados, que apoyándose en el derecho de "Primi Occupandis", devastaron la historia que albergaban las instalaciones, y condenaron al estado de ruina perpetua sus muros.

 Pero como en la vida misma sucede, todo cambia, "Todo Fluye" (título de uno de los libros del historiador ruso de la II Guerra Mundial, Vasili Grössman") y todo se transforma. Y en este caso, para mejor. Así
En el Monasterio de Piedra, el agua emerge por todas partes
incluso, como en la imagen, desafiando la gravedad, desde
 la verticalidad de las paredes de las rocas, pobladas de una
 vegetación exuberante
.- Foto: Luis Negro Marco
que hoy en día, "El Monasterio de Piedra" se ha transformado en un espectacular Conjunto Turístico que integra el Parque Natural de piedra y agua del río Piedra (con sus espectaculares cascadas, saltos de agua, grutas, estanques y lagos y centro de interpretación) y el Monasterio Cisterciense del siglo XII, cuyas instalaciones se han acondicionado para albergar un lujoso Hotel-Monumento y Spa, idóneo para una escapada otoñal de fin de semana,  o una relajada semana de vacaciones en Verano. Y en cualquier caso, cualquier día del año, será siempre bueno para una escapada al "Monasterio de Piedra", donde la Naturaleza se hace parte de nuestra vida.






martes, 17 de septiembre de 2013

Iconografía numismática y pétrea del traslado de los restos del Apóstol Santiago de Palestina a Hispania

Huellas de la Traslatio del Apóstol Santiago a Compostela

Luis Negro Marco / Santiago de Compostela

Escudo situado en la fachada del Concello de Padrón en
el que se narra la llegada del Apóstol Santiago hasta Iria
Flavia a bordo de una barca, acompañado de dos de sus
discípulos, procedentes de Palestina
.- Foto: Luis Negro Marco
 Según la "Historia Compostelana" entre los años 820 y 834, "algunos hombres, personas de gran autoridad, contemplaron extrañados cómo en determinados días, al anochecer, unas misteriosas luminarias brillaban de noche en el bosque "Libredón" , lugar en el que además, y según su testimonio, se aparecían ángeles con frecuencia". Conocedor de estas noticias el Obispo de Iria Flavia, Teodomiro, acompañado del eremita Pelayo, decidió adentrarse en el bosque "Libredón", para comprobar, personalmente, la veracidad de aquellos rumores. Y efectivamente, el Obispo constató que las extrañas luminarias seguían produciéndose en la noche. Y no solo eso... En el interior del bosque "Libredón" encontraron una vieja casa abandonada desde hacía siglos, y dentro de sus muros, una tumba en mármol blanco que contenía... ¡los restos del Apóstol Santiago! Así que, ante el espectacular hallazgo, el Obispo Teodomiro comunicó la noticia al rey de Asturias, Alfonso II, quien de seguido, se trasladó hasta Iria para saber en persona, sobre la tumba del Apóstol. El monarca astur, impactado por tamaño descubrimiento, ordenó la construcción inmediata de un nuevo templo en el que depositar el sepulcro del santo discípulo, y dispuso  el traslado de la sede episcopal de Iria Flavia  al nuevo templo que recibiría el nombre de Santiago de Compostela (campo de estrellas).
 Las peregrinaciones a Santiago de Compostela comienzan en el siglo IX, en una época en que la circunstancias de la España del momento, necesitaba un acontecimiento de esta envergadura.
Escudo sobre una de las fachadas de la catedral
de Santiago en el que se representa al sepulcro
del Apóstol Santiago bajo la estrella que indicaba
dónde se encontraba
.- Foto: Luis Negro Marco

 Ya en el siglo XII, la consolidación de las peregrinaciones cristianas a Santiago de Compostela hicieron de ellas el cordón umbilical de España con Europa, convirtiéndose en una imprescindible vía de intercambio con el continente, especialmente de ideas.  De manera que a partir del año 1100, el peregrino jacobeo se revelaría, a juicio del profesor Valdeón, como "la mejor de las imágenes del hombre y el creyente europeos". Asimismo, la vía compostelana facilitó la entrada de la reforma gregoriana en España, y también en el siglo XII, bajo el episcopado de Gelmírez, la diócesis  de Compostela salió grandemente fortalecida frente a otras diócesis españolas merced a la posesión de las reliquias del
Vista parcial de la actual iglesia de Iria Flavia
en estilo barroco gallego rural, del siglo XVII. En
este enclave fueron hallados los restos del Apóstol
Santiago, en el siglo VIII
. Foto: Luis Negro Marco
Apóstol
y la aceptación de los usos litúrgicos y jurídicos romanos de los que los restantes reinos españoles no habían estado anteriormente próximos. Y es que si el Derecho Canónico, fruto de esta reforma era altamente beneficioso para Compostela, se debía  a que dejaba bajo la Jurisdicción Papal muchos asuntos de origen ibérico frente a los que el Obispo Gelmírez, por sí solo, no habría tenido garantía alguna de éxito.
 Y en este especial contexto (religioso, económico, cultural y social) de la Edad Media hispana y europea del siglo XII, es en el que se enmarca la acuñación monetaria propagandística de las nuevas ideas; y el Apóstol Santiago (martirizado en el año 44  en Judea, y trasladado en el mismo año a España) iba a ser la piedra angular del nuevo discurso "Pancristiano" (desde el Oriente europeo hasta el occidental Finis Terrae hispano del Imperio Romano) de inspiración Carolingia
 De esta "propaganda monetaria" de la Cristiandad en lucha contra el Islam que había conquistado Hispania en el 711, tan solo se tiene un único pero muy importante vestigio. Se trata de una moneda que fue hallada en 1985 en la necrópolis de Adro Vello -O Grove- por el profesor José
Moneda medieval hispana: Florín aragonés del siglo XIV, con
la representación de San Juan. La numismática, fue, desde el
Imperio Romano, y aún lo es en nuestros días, un eficaz medio
de propaganda religiosa y política
.- Foto: L.N.M.
Carro Otero
. Esta moneda fue acuñada en el siglo XII y es el emblema del Primer Camino de Santiago, por lo que su valor histórico y arqueológico es incalculable. Esta moneda se compone de una aleación de plata y cobre con 13 milímetros de diámetro, presentando en su reverso la escena de la "Traslatio" del Apóstol Santiago, desde Jerusalén hasta la ciudad española de Iria Flavia (situada en la región de Galicia); y en la cara opuesta de la moneda se imprimió una nave nórdica con casco de "tingladillo", conocida como "Hulk"; finalmente, el conjunto de la pieza está coronado con la inscripción latina "Santi Iacobi". De este modo, el descubridor de esta pieza única en el mundo de la numismática hispana, el profesor Carro Otero , dice de ella que "es la representación histórica más antigua de la Traslatio" (de Jerusalén a España) del Apóstol Santiago hasta Compostela".
 
Sepulcros de la Edad Media labrados en granito, que se
encuentran actualmente en torno a la iglesia de Iria Flavia.

Foto: Luis Negro Marco
Cabe decir además que la moneda de la"Traslatio", fue acuñada durante el reinado de Fernando II, entre los años 1158 y 1187. Y precisamente, Ferdinandux rex, fue uno de los grandes impulsores de la construcción de la  catedral de Santiago a la que otorgó grandes privilegios y concedió grandes donaciones; de hecho, el célebre "Pórtico de la Gloria" de la catedral compostelana, obra cumbre del arte Románico mundial, se término, en 1188, el año de la muerte del rey Fernando II, quien  se hizo enterrar en el interior del templo compostelano, al igual que habían hecho sus padres.

 Respecto a la ciudad de Iria Flavia (que se encuentra a tan solo 10 kilómetros de Santiago de Compostela), cabe decir que fue un enclave muy importante en época del Imperio romano, situado en la Vía XIX (la cual unía las ciudades de Braga -Portugal- y Lugo). Los restos arqueológicos que han sido encontrados en Iria Flavia, hablan de una ciudad que tuvo una importante actividad administrativa, política y comercial
Vista de la reproducción del Ara Votiva dedicada
al dios Neptuno, hallada en Iria Flavia, y en la
que según la leyenda, habría sido amarrada la barca
que trajo a España el sepulcro del Apóstol Santiago
Se encuentra en la fachada lateral de la iglesia de

Esclavitude, localidad muy próxima 
a Iria Flavia Foto: Luis Negro Marco








desde el siglo I hasta el siglo IV de nuestra Era. Entre los hallazgos arqueológicos de Iria Flavia correspondientes a época romana, destacan los de un Ara Votiva dedicada al Dios Neptuno, en la que (según la leyenda) habría sido amarrada la nave que trajo a Iria Flavia
, desde Palestina, el cuerpo del Apóstol Santiago. Además, también fue encontrado en Iria, en el transcurso de unas excavaciones arqueológicas, un "Miliario" (poste kilométrico que se situaba en las más importantes vías romanas) dedicado al Emperador Graciano ("Perpetuus Semper Augustus").



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sábado, 14 de septiembre de 2013

El fuego en los bosques de España ha quemado a lo largo del año 41.000 hectáreas de arbolado, el 35% en Galicia. Una catástrofe ecológica y humana

                              Galicia-Pompeya 
     Luis Negro Marco / Santiago de Compostela

 
Portada del libro "Pompeya", del historiador
inglés Robert Harrris, que narra los últimos días
de la ciudad romana de Pompeya, destruida por
la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra Era.
Una sofocante semana a finales de Agosto del año 79 d.C… ¿Qué mejor lugar para pasar los últimos días del Verano que la Bahía de Nápoles? A lo largo de toda la Costa, los ciudadanos más ricos del Imperio de Roma se relajan en sus lujosas villas, la flota más poderosa del mundo descansa pacíficamente fondeada en Miseno, y los visitantes gastan su dinero en las localidades de Herculano y Pompeya.
 Solo un hombre parece preocupado. El ingeniero Marco Atilio Primo, acaba de hacerse cargo del Aqua Augusta, el enorme acueducto que suministra agua potable al cuarto de millón de habitantes de las nueve ciudades de la Bahía de Nápoles, y por primera vez desde hace generaciones, los manantiales se están secando.
 Su predecesor ha desaparecido y hay un problema en algún punto de los noventa kilómetros de la conducción principal, al Norte de Pompeya,  justamente en las faldas del Vesubio. Atilio, responsable, práctico, incorruptible, asegura a Plinio, comandante de la flota imperial, y famoso erudito, que puede reparar el acueducto antes de que los depósitos se queden sin agua. Pero mientras se encamina hacia el Vesubio, se dispone a descubrir que hay fuerzas en la Naturaleza que ni él ni el Imperio más grande del mundo pueden controlar. En la mañana del 24 de Agosto del año 79 d.C. Plinio vio un gran incendio, como si saliese de las faldas del Vesubio, y aunque en un principio pensó que se trataba de otro de tantos incendios que habían plagado la bahía durante todo el estío, la altura de la nube de humo que provocaba, y su velocidad de ascenso eran algo que nunca había visto antes. De repente, todo se volvió oscuro y el aire se llenó de una fina lluvia de carbonilla. Pronto, la ceniza del fuego del Vesubio, arrastrada por el viento, estaba cayendo directamente sobre la ciudad de Pompeya. Después, dos grandes explosiones, y numerosos y mortales ríos de
Molde del cuerpo de un hombre hallado así, por los arqueólogos
que realizan excavaciones arquueológicas en la ciudad de Pompeya,
sobre las escaleras en las que murió asfixiado a causa de los gases
expulsados por la gran explosión del Vesubio en el año 79 d.C. y
que destruyó por completo la ciudad de Pompeya
.- Este molde se
encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles (Italia)

lava anegaron de fuego líquido las calles y casas de la ciudad, petrificando para siempre pertenencias, animales y personas, muchas de ellas, ajenas a la muerte de fuego que les sobrevenía, habían permanecido hasta los últimos instantes de su vida continuando, como si nada ocurriese, con sus labores rutinarrias. Hoy sabemos, gracias a la Vulcanolgía, que la energía térmica liberada durante la erupción del Vesubio del año 79 d.C. habría sido, aproximadamente, de 32 x 10 Julios elevado a 18; es decir, unas 100.000 veces la de la bomba atómica de Hiroshima. Hasta aquí el relato del escritor e historiador Robert Harris, en su libro "Pompeya" (editado por Grijalbo en 2004) sobre la destrucción de aquella floreciente y rica ciudad de Roma, ocurrida en el año 79 d.C. a causa de la tremenda erupción volcánica del Vesubio.

Vista desde la iglesia de Tal (provincia de Coruña) del incendio que se
declaró en el monte de Porto do Son, en la tarde del 12 de Septiembre,
en el lado opuesto  de la Ría de Muros. La altura e intensidad de la columna
 de humo asemejaba la erupción de un volcán.
- Foto: Luis Negro Marco
Dejamos la Historia y volvemos a la actualidad de nuestros días: Galicia, 9 de Septiembre de 2013, a las cuatro de la tarde; se declara un incendio en el monte de la aldea de Santa María de Figueira, muy próxima al "Monte Pedroso", sobre la ciudad de Santiago de Compostela. Desde el  citado pico santiagués  se divisa la columna y olor a humo. El efecto óptico es que el fuego está justo detrás de la Residencia Oficial del Presidente de la Xunta, si bien, afortunadamente, las llamas están a algunos kilómetros de distancia. Desde el
Vista desde el Monte Pedroso, en Santiago de Compostela, del
incendio declarado el lunes, 9 de Septiembre en la aldea de Santa
María de Figueiram, que quemó 4o hectáreas de arbolado.-
Foto: Luis Negro Marco
"
Monte Pedroso", se divisan con claridad, como si fuese el escenario de una batalla, la profesionalidad con la que actúan los piltos de hidroaviones y helicópteros integrantes de los medios de extinción del fuego de la Xunta de Galicia. Hasta seis helicópteros y cuatro hidroaviones, más decenas de brigadas, bajo la dirección de varios agentes forestales, trabajan sin descanso para que las llamas estén controladas antes de que anochezca y no puedan seguir trabajando los medios aéreos. El saldo final de este nuevo desastre ecológico: 40 hectáreas de monte quemadas; el daño humano: terrible, por el miedo causado entre los vecinos de Figueiras y pérdida
Estado que presentaba, desde el "Monte Pedroso"  de Santiago , el
monte calcinado por el incendio del día anterior, 9 de Septiembre,
en el término de Santa María de Figueira
.- Foto: Luis Negro Marco
de sus bienes y su entorno natural. Nada vuelve a ser lo mismo tras la destrucción del fuego. El paisaje devorado por las llamas es como la
dantesca visión del "Descenso a los Infiernos"; un paisaje lunar, que adjetiviza la ausencia de atmósfera y  vida.
 11 de Septiembre de 2013: El "Monte Pindo" el aclamado "Olimpo celta" por el Padre Sarmiento, empieza a arder a causa de un fuego, casi con total seguridad, intencionado. En sus inmediaciones se encuentra la población coruñesa de Carnota (muy
Atardecer del 12 de Septiembre sobre el Monte Louro (Muros)
La estela rojiza es en realidad el humo y cenizas en suspensión,
coloreadas por los rayos del sol, procedentes del fuego que estaba
calcinando el "Monte Pindo" de la población coruñesa de Carnota.
La foto está to
mada desde "Playa Groseira",  térmnino de Abelleira.
Foto: Luis Negro Marco
cerca de
Muxía y Finisterre) muy conocida por encontrarse allí el hórreo de mayor longitud de Europa, con más de dos siglos de antigüedad. Las llamas llegan hasta la misma población, y muchas casas deben ser desalojadas por efectivos de la Guardia Civil y Protección Civil. En el mismo día arden los montes de la también coruñesa localidad de Negreira y los de Porto do Son, también en la provincia de A Coruña
 En la tarde del Jueves, 12 de Septiembre de 2013, camino de la localidad costera de Esteiro, llegando al cruce de Noia, en las inmediaciones de Ponte Nafonso, que cruza la ría, se ve un nuevo foco de fuego en el monte. En Esteiro parece que cuesta hasta respirar; la temperatura es alta, de 27º, y el cielo está cubierto de bruma, teñido de gris. Se
Columna de humo del incendio que se declaró
al mediodía del viernes, 13 de Septiembre en
el término de Esclavitude, aldea próxima a Padrón.

Foto: Luis Negro Marco
huele a humo;  la sensación es la de estar respirando más dióxido de carbono que oxígeno. Los viandantes caminan sin embargo con tranquilidad, como si estuviesen acostumbrados: "
Éche o que temos", dicen con resignación. Y es que allí, en Esteiro, es donde confluyen las olas de ceniza y humo de los incendios de Carnota y Negreira. A las cinco de la tarde, al otro lado de la 
ría de Muros,en el monte de Porto do Son (provincia también de La Coruña) acaba de surgir un nuevo incendio, en la falda del monte que se alza sobre la playa de Aguieira. La intensidad del fuego es tal que el humo espeso, blancuzco, negruzco y grisáceo, parece un volcán. En seguida se oye el rugir de los motores de los hodroaviones y helicópteros de la Xunta de Galicia que acuden rápidamente a sofocar las llamas.
 A las ocho y media de la tarde del Jueves, 12 de Septiembre, empieza a anochecer y el sol acaba de ocultarse tras lo alto de "Monte Louro", de Muros. Y entonces, en el cielo del atardecer empieza a aparecer una estela rojiza de humo y cenizas en suspensión, que se hace visible al ser atravesada por los últimos rayos de sol. "Cheira a fume". Las llamas continúan detrás del "Monte Louro" arrasando casi por completo el "Monte Pindo": 2,000 hectáreas quemadas, o lo que es lo mismo, el 90 por ciento de su superficie; el fuego ha acabado en dos días con cuarenta mil años de historia y  vida de bosque atlántico y sus 650 especies vegetales catalogadas, 100 de ellas especialmente protegidas por estar en peligro de extinción, como el roble enano y el lirio de monte
Vista de la Playa del Vilar (en el término municipal de la
localidad coruñesa de Ribeira. Una vez más, en la tarde del
Viernes, 13 de Septiembre. Una vez más, la rojiza estela de
humo y cenizas en suspensión, procedente de los incendios
de Negreira y Carnota.
- Foto: Luis Negro Marco
 Con ser el peor de los fuegos declarados en Galicia en el año 2013, las cifras asustan y superan inimaginablemente, el más elemental sentido común: desde el 1 de Enero de 2013 hasta el 13 de Septiembre de este año, han ardido en Galicia casi 41.000 Hectáreas de monte en 7.685 fuegos declarados en la Comunidad  de Galicia, según fuentes del propio Ministerio de Agricultura. Pero si increíbles, pero reales, son estas cifras, más aún lo es este dato: el total de hectáreas quemadas este año en Galicia es ¡un 65% menor! a la media de años anteriores
 El viernes, 13 de Septiembre, a la una y media de la tarde, junto al término de la aldea de Esclavitude, (entre Padrón y Santiago) surge una gran columna de humo, que se hiergue como un volcán. Se trata de un nuevo incendio al que, una vez más, con una rapidez encomiable, empiezan a dirigirse para, extinguirlo, dos hidroaviones de la Xunta. 
 
Así fue atardeciendo en la Playa del Vilar (Ribeira) el Viernes,
13 de Septiembre. Lejos de ser un idílico atardecer, la estela roja
está integrada por una masa de dióxido de carbono y cenizas.-

Foto: Luis Negro Marco
Tantos
fuegos, en tantos lugares distintos y próximos y en tan reducido espacio de tiempo, son, a todas luces, intencionados. Los incendiarios realizan acciones homicidas que atentan contra las personas, pues queman los bosques, que son el pulmón por el que respira el planeta. Sin bosques no habría oxígeno, ni vida. Nunca tan cierto aquel eslogan de la niñez de quienes ahora rondan los 50, colocado en letreros de chapa de arboledas y bosques, en el que una simpática ardilla, vestida de agente forestal prevenía así sobre los incendios: "Si el bosque se quema, algo tuyo se quema". Y eso es tan cierto como cuando alguien nos pincha con una aguja y sentimos dolor. Así ocurre con cada árbol devastado por las llamas: es un pedacito de nuestro pulmón, de nuestra propia Historia (hay árboles todavía, cuyo tronco bien pudo haber sido también visto, como nosostros hoy en día, por vikingos, árabes y hasta legionarios romanos) que se destruye y desaparece.