domingo, 31 de julio de 2016

Cuando el Homo sapiens cazaba pokémons en las cavernas


Luis Negro Marco / Historiador y periodista

  Uno de los títulos de libros más estrambóticos con que me he topado, lo encontré en una librería de viejo de la ciudad coruñesa de Ferrol hace ya algunos años: Prehistoria moderna iba firmado por el arqueólogo estadounidense Robert C. Dunnell y 1977 fue el año de su publicación en España. Bien es cierto que el título original en inglés no era ese, sino el de Systematics in Prehistory, que vendría a ser algo así  como la interrelación sistémica de la vida durante la Prehistoria.

 Sin embargo, el oxímoron del título (como lo sería el hablar, por ejemplo, de guerra pacífica o
Portada del libro Prehistoria moderna, de
Robert C. Dunnell.-
Editorial Istmo; 1977
de triste felicidad) estaría justificado, porque ¿puede hablarse de modernidad en la Prehistoria? Por supuesto. Es más, los arqueólogos franceses
Pascal Guissot y Marc Azéma, han expuesto en un documental (emitido hace apenas unas semanas en la 2 de  TVE) que una nueva interpretación del arte Paleolítico  (pinturas y grabados hechos por el hombre en las paredes de las cavernas y en huesos de animales, hace 40.000 años) nos permite concebirlo como una forma primigenia del arte cinematográfico del que habría sido precursor el Homo sapiens.

 De hecho, la arqueología siempre ha considerado a las cuevas con pinturas rupestres (Lascaux, en Francia, con imágenes de briosos caballos, o Altamira, en Santander, con sus poderosos bisontes) como imponentes santuarios, en cuyas oscuras paredes, a modo de gigantescas pantallas, la humanidad prehistórica proyectó imágenes que secuenciaban magistrales escenas de fauna cuaternaria. Un arte, aún a día de hoy, asombroso e insuperable.

 Si contemplamos la obra de arte como un recurso epistemológico, nos encontraremos con que sustancialmente las imágenes representadas constituyen un proceso de comunicación que ya el hombre de las cavernas sintió la necesidad de desarrollar. Para que haya cine debe haber luz y oscuridad, y el hombre cuaternario encontró el lugar ideal para la representación animada de sus observaciones sobre la naturaleza, en la profundidad de las cavernas. Imaginemos el espíritu mágico y sagrado que se debió cernir sobre los miembros de la tribu congregada en el interior de la cueva, con el artista prehistórico iluminando con su lámpara de barro, pautadamente, cada una de las escenas, jugando con los claroscuros, y proyectando sombras animadas sobre las paredes de la cueva en las que había desarrollado su obra.

Bisontes de la Cueva de Altamira, que estuvo habitada desde los
35.000 hasta los 13.000 años antes de nuestra era. Fue el primer
lugar del mundo en el que se identificó el Arte Rupestre, pertene-
ciente al Paleolítico Superior de la Prehistoria
Allí donde no había nada, la proyección de un  reflejo ponía de relieve la existencia de un bisonte iniciando la carrera, y a su lado el mismo ya al galope, hasta confluir en una siguiente imagen en la que el animal caía abruptamente asaeteado, completando con su muerte los diferentes planos de la escena. Habremos de convenir por tanto que, muy probablemente, el hombre del Cuaternario buscó en sus tiempos de ocio, con su lucerna, mamuts, bisontes y caballos en las paredes de las cuevas, como ahora el hombre moderno busca pokémons y pikachus con su móvil por los lugares más insospechados.

 Fue el escritor israelí Amos Oz quien dijo que si fuese posible, recetaría cápsulas de humor como medio infalible para acabar con el fanatismo. Así que pensemos en los memes que se podrían hacer por ejemplo con el niño de la película El sexto sentido, diciéndole con cara de miedo a Bruce Willys:En ocasiones veo pokémons”, o al androide de Blade Runner (película de 1982) asombrando a Harrison Ford: “He visto pokémons que vosotros no creeríais”.

 Nuestra sociedad moderna vive de espaldas al sufrimiento y la muerte, aunque es consciente
Al igual que el Hombre del Paleolítico
buscó bisontes en las cavernas,  con
la ayuda de lucernas de barro, el
hombre moderno busca pokémos con
teléfonos móviles.
de que ambos forman parte esencial de su mundo más inmediato, pero lejos de afrontar el dolor racionalmente, articula una respuesta de evasión. Hemos llegado así al estadio del Homo ludicus, en el que lo que prima es la búsqueda del placer y la diversión inmediatos. Y qué duda cabe de que el mundo virtual que son capaces de proporcionarnos las nuevas tecnologías está contribuyendo de manera decisiva a la infantilización de la sociedad, cada vez más ajena a los verdaderos poderes en los que se toman las más transcendentales decisiones para la vida de las personas.

 La Humanidad ha transitado durante los últimos 40.000 años sobre la Tierra y es como si nada hubiese cambiado a lo largo de este tiempo. Con sus útiles de piedra, madera, pieles y hueso,  nuestros antepasados prehistóricos fueron capaces de crear la magia del arte y de la comunicación, al igual que hacemos hoy en día  a través de los satélites. De manera que, en la estela de lo que sostuviera el paleontólogo estadounidense Stephen Jay Gould, que estableció una clara distinción entre evolución y progreso, ahora no estaríamos sino en una modesta moderna Prehistoria de la civilización.

sábado, 30 de julio de 2016

La periodista y escritora Monika Zgustova reflexiona en EL PAÍS sobre el totalitarismo comunista

Aprender de la historia


La 'nomenklatura' formaba una clase social con privilegios que se negaban al resto de la sociedad



Nací en un país donde cada año el 1 de mayo los niños por obligación salíamos a la calle y donde formábamos filas militares y, con pancartas rojas, marchábamos a través de Praga para saludar a las autoridades del régimen situadas en lo alto de una tribuna como dioses sombríos. Una sonrisa obligada y todas las derivaciones de la palabra patria, declamada por multitudes con el brazo en alto, ya fuera para formar un puño o una salutación militar: ese es para mí el símbolo del régimen en el que crecí en los años sesenta.

En esos años, cuando llegué a la adolescencia, mis padres juzgaron necesario abandonar nuestro país natal y exiliarse en Occidente porque, como uno de los participantes en la derrotada y liberalizadora Primavera de Praga, mi padre empezó a padecer la persecución del endurecido régimen. No era nada nuevo; ya en los años cincuenta, en los albores del régimen comunista en la entonces Checoslovaquia, antes de que nacieran sus hijos, a mi padre le venían a buscar, de madrugada, los miembros de la policía secreta que se lo llevaban a la cárcel donde lo torturaban en un vano intento de persuadirle para que colaborara con ellos.

El totalitarismo comunista —el soviético, el de Europa del Este y el cubano— generó olas enteras de exiliados que huyeron de la persecución (Nabokov, Kundera, Cabrera Infante) o fueron expulsados de su país donde molestaban (Solzhenitsin). El terror comunista creó innumerables exiliados del interior que intentaron sobrevivir como podían dentro de su país (Shostakóvich, Nadezhda Mandelstam, Vaclav Havel).

Aunque mi simpatía tiende hacia los ideales de la justicia social tal como la suele profesar una izquierda moderada, no soy comunista porque en el comunismo, sistema que proclama ante todo la igualdad de todos los miembros de la sociedad, fui testimonio de la desigualdad más grave (la nomenklatura formaba una clase social con privilegios feudales) y las más crueles muestras de injusticia (especialmente cuando se condenaba a inocentes a años y décadas en los campos de trabajos forzados, sin motivo o por un mero chiste, como describe Kundera en La broma). Aprendí por experiencia propia y la de mis padres que a los comunistas que estaban en el poder no les importaba el hombre; lo único que buscaban era mantenerse en el poder.

Muchas grandes obras del siglo XX son testimonios literarios del totalitarismo comunista. El Doctor Zhivago, de Borís Pasternak, es una novela sobre cómo se implantó el comunismo: pensando en el poder de los bolcheviques vencedores y dejando al hombre de lado. La obra entera de los premios Nobel Aleksandr Solzhenitsin, Herta Müller y Svetlana Alexiévich, además de la de Vasili Grossman, que empezó creyendo en la revolución rusa, está dedicada a retratar las enormes injusticias del comunismo.

Creí que la sonrisa obligatoria, el brazo en alto y la patria en la boca habían quedado en la noche de los tiempos

La sonrisa obligatoria en los labios, el brazo en alto y la palabra “patria” en la boca: creí que esos tres gestos, unidos en un solo símbolo, ya habían quedado en las tinieblas de la noche de los tiempos. Al ver resurgir en la campaña de Unidos Podemos los símbolos y eslóganes de mi infancia me quedé preocupada y me pregunté qué diríamos si en España aparecieran símbolos de la dictadura fascista. Son símbolos, gestos y conceptos que apelan directamente a la parte emotiva del hombre, a la parte más irracional de la política, y lo hacen con objetivos electorales.

Sin embargo, lo que a mí me despertó más desasosiego fueron las palabras siguientes del catedrático de Ciencias Políticas de la UNED, Ramón Cotarelo, que fue profesor de Iglesias, Monedero y Errejón: “Los de Podemos censuraron y acallaron a las personas críticas o simplemente independientes y dieron pábulo a los más inútiles pero obedientes”. Estas particularidades obedecen al comportamiento antidemocrático, propio de los regímenes autoritarios y totalitarios.

Es de lamentar que un partido que pretende regenerar el escenario político español recurra a los símbolos y eslóganes más trasnochados, utilizándolos para apelar al homo sentimentalis que hay en muchos de nosotros. Unidos Podemos perdió un 21% de votos, o sea que obtuvo un millón menos que en las elecciones de diciembre. Seguramente son varias las razones de esos resultados, pero una de ellas puede que sea que el ciudadano español ha desconfiado del retorno de esos símbolos, como si el sufrimiento de tantos seres a lo largo del siglo XX hubiera servido de aviso para el día de hoy y que el testimonio del horror no ha caído en saco roto.

miércoles, 27 de julio de 2016

Entrevista del periodista Luis Pousa, en EL CORREO GALLEGO, a Ofelia Rey Castelao, catedrática de Historia Moderna de la Universidad de Santiago de Compostela

                                      REVISTA DE PRENSA
                              Artículo recomendado
                           Protagonistas del cambio
                El Correo Gallego
                                                    27 de julio de 2016

OFELIA REY CASTELAO

CATEDRÁTICA DE HISTORIA MODERNA DA Universidade de Santiago de Compostela

“Galicia está á cabeza en porcentaxe de universitarias”



{ A Estrada. 1956} Ofelia Rey Castelao, catedrática de Historia Moderna da Universidade de Santiago (USC) e membro da Comisión Internacional de Demografía Histórica, é coautora da ‘Historia das mulleres en Galicia. Idade Moderna’



LUIS POUSA / SANTIAGO

O perfil da muller galega ten mudado ao ritmo dos cambios históricos da sociedade galega en canto que parte dela?

As mulleres, en calquer sociedade, teñen ido a ritmo máis lento cos homes. Pero o lugar das mulleres en cada sociedade non é igual: as galegas, como en xeral as mulleres no norte da península Ibérica, tiveron un maior protagonismo, nas familias e na economía agrícola e pesqueira, en razón da emigración masculina. Esto non se pode considerar un logro en si mesmo, é a constatación dunha realidade: elas tiveron que facerse con responsabilidades de todo tipo para que o sistema seguira funcionando. 


Portada del libro Historia de las mujeres en
Galicia
, de las profesoras Ofelia Rey Castelao
y Serrana Rial García.-
Editorial Nigratrea; 319 páginas; 2009

A caída da taxa de fecundidade hoxe pode considerarse en parte como unha reacción consciente da muller galega contra un sistema que non favorece  a igualdade de xénero de facto?
Non teño datos para responder con base científica a esta pregunta no que se refire á actualidade.  Si sei que a taxa de fecundidade en Galicia era xa unha das máis baixas de Europa no s.XVIII, como resultado duha idade de matrimonio moi alta, precisamente para evitar o crecemento da familia. Doutra banda, forma parte dunha actitude vital e mental na que ter moitos fillos non se consideraba un valor en sí mesmo; máis ben, un problema para o patrimonio familiar, polas sucesivas divisións da herdanza. Unha vez que nunha sociedade se asenta o de ter só un fillo ou dous, é difícil que se cambie de modelo.

A emigración da muller galega ten connotacións de loita pola autonomía persoal e a emancipación da súa familia?
Non é tan simple. A emigración, de homes e de mulleres, non ten máis obxectivo ao longo da historia que a procura de recursos, xa sexan materiais ou inmateriais. Penso que o elemento capital da movilidade é asegurar a subsistencia propia e familiar e, de ser posible, unha mellora das condicións de vida. A autonomía persoal e a emancipación, en todo caso, poden ser un resultado. 

A inserción da muller galega na cultura letrada é un feito ?
Si. A fins do século XIX, as galegas estaban entre as mulleres con taxa de analfabetismo máis alta, xunto con outras do norte peninsular; as andaluzas estaban moito máis alfabetizadas. Pola contra, os homes en Galicia tiñan un nivel bo de alfabetización. A necesidade do traballo das nenas nas casas foi a causa da escasa escolarización femenina. Pero afortunadamente esa diferencia ten dado a volta de forma tal que hoxe Galicia está á cabeza en porcentaxe de universitarias. Por certo, non no grao de Historia, no que case non hai mulleres.  

Como se explica o salto que se produce entre 1573 e 1772 na presenza de libros de historia na Universidade de Santiago?
A biblioteca da USC en 1573 era pequena e os libros acababan de comprarse ao cabildo catedralicio procedentes dun bispo. Eran na maioría de relixión. En 1772, a USC recibira os libros expropiados aos xesuítas  en 1767 e outros de diferentes doacións e procedencias, de forma que entraron moitos libros de historia  na biblioteca sin que a universidade fixera esforzo por compralos. 

Mujeres gallegas, a principios del siglo XX, espe-
rando a que los hombres regresen de la siega.
Foto del libro 
Historia de las mujeres en
Galicia
, de las profesoras Ofelia Rey Castelao
y Serrana Rial García.- 
Editorial Nigratrea; 319 páginas; 2009
 
A escasa producción de libros de historia en Galicia na Idade Moderna garda relación coa falta de imprentas? 
Para que haxa imprentas ten que haber compradores e impresos ou quen os financie, e iso era o que faltaba en Galicia: a taxa de analfabetismo era moi elevada e as clases acomodadas, pouco aficionadas á lectura. Os interesados en ter libros –bispos, coengos, mosteiros e conventos, profesionais liberais, algúns nobres e fidalgos– conseguíanos por medio de comerciantes que traían encargos de Salamanca ou Madrid. Non é un caso especial: todo o norte peninsular, incluido Portugal, tiña o mesmo comportamento. Por outra banda, a escasa producción de obras de historia carece de relación coa imprenta, salvo no custo de imprimir un libro de historia sin ter a garantía de que se ía a vender.  A imprenta é un negocio, non unha institución cultural.

Que papel xogan a Audiencia e as Xuntas do Reino na configuración histórica de Galicia?
Son as institucións fundamentais da Galicia moderna. A Real Audiencia foi o Tribunal Superior de Xustiza, ante o que os galegos  –e galegas– puideron recurrir as sentencias dos tribunais dos señores ou ir directamente sin pasar por estes. Por iso tiña boa imaxe entre as xentes do común.  As Xuntas do Reino, máis que a representación de Galicia, poden considerarse un foro de expresión das oligarquías urbanas, ao marxe dos intereses das xentes do común.

A figura de historiador na Idade Moderna está vencellada a Igrexa e a nobreza?
Na Idade Modena había cronistas, que non é o mesmo. Pero na medida en que os consideramos historiadores, eran os coengos das catedrais e os monxes e frades os millor situados para escribir textos da historia; xunto con algúns fidalgos, xuristas, militares e funcionarios, eran os únicos que tiñan certa preparación, tempo libre, documentos e arquivos e casas, e, sobre todo, tiñan intereses económicos, políticos e sociais que defender, para os que a historia –a súa forma de vela– era útil. 

Cal é o momento decisivo no cambio da “narrativa histórica” de Galicia?
Máis que “narrativa” debería falar de “discurso” ou “narración”. Por outra banda, a pregunta ten un  anacronismo, xa que o concepto de “narrativa” é moi recente; ningún cronista dos séculos modernos o entendería: todo o máis, a idea de Galicia como entidade histórica en si mesmo aparece nos autores xesuítas e nalgún comentarista ilustrado.Dando por válida a expresión, o cambio se produce no século XIX, máis tarde que noutros territorios como Cataluña, e dunha forma incompleta, xa que a historia non estaba contemplada no sistema educativo e fallaba, polo tanto, a base teórica e de método necesaria para construir o complexo entramado ideolóxico que debe constituir un discurso histórico común.


APUNTAMENTOS PARA UN DECÁLOGO

PLAN BOLOÑA “Un proxecto feito por políticos en  torno a u­nha idea boa, mal desenvolvido na normativa, mal aplicado e rexeitado por todos. Os resultados confirman os temores”
UNIVERSIDADE “O referente educativo do mundo occidental. Cumple unha función social chave, anque a sociedade non o vexa nin o recoñeza. A universidade pública, claro. A privada é sobre todo un negocio”
PROFESOR “A profesión máis estimulante. Non necesariamente vocacional: a vocación pode nacer do exercicio docente”
ALUMNO “A razón de ser das universidades. Imaxe de cambio social antes incluso de que se produza: son o noso relevo”
INVESTIGACIÓN “Unha das dúas funcións fundamentais das universidades públicas. A máis importante, xa que nos da a oportunidade de crear algo, por pouco que sexa. É o que nutre á docencia de innovación e de novidades”
DOCENCIA “É a función que fixo nacer as universidades. Un bo investigador non é sempre un bo docente; hai que ter capacidade de síntesis e de comunicación”

martes, 26 de julio de 2016

Don Quijote, el peregrino más universal


   El año en que se conmemora el cuarto centenario de la muerte de Cervantes, está coincidiendo con el del jubileo extraordinario de la Misericordia  conferido por el papa Francisco para los creyentes y todas las personas del mundo. Con este motivo, y aunque no debería haber ocurrido hasta el año 2021, la Puerta Santa de la catedral de Santiago de Compostela, permanece abierta para  que cuantos cristianos lleguen a la ciudad, puedan pasar por ella y abrazar al apóstol desde el peregrinaje de la fe.

Luis Negro Marco
Historiador y periodista
 Es mi propósito el de encaminar mis pasos por mejor camino del que llevo. Así habla  el hidalgo caballero en la inmortal obra de Cervantes a su fiel escudero Sancho Panza, cuando decide dar comienzo a su peregrinaje. Porque qué es, sino un convencido peregrino, el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. A lo largo de sus maravillosas aventuras y de las más inimaginables historias, la improvisada senda que recorre el caballero andante junto a su noble amigo, es más que geográfica, un camino de esculpido interior, porque como proclama el noble castellano en un momento de la obra, “quienes dejan morir su reputación y su honor de caballeros, son nada y acabarán en nada, olvidados de todos, en la cueva de la nada”. Razón por la que Don Quijote es ante todo un peregrino en busca de que sus obras y honra ensalcen a la peregrina (en su acepción de hermosa perfección) dama Dulcinea del Toboso.

 Declarado en 1987 “Itinerario Cultural Europeo”, el Camino de Santiago nació en el siglo IX  con la vocación de convertirse en la principal vía de comunicación a través de la cual habrían de desarrollarse los Estados occidentales del continente. Durante siglos, todos los caminos –y no solo los espirituales– de Europa, llevaban hasta Compostela, y pronto la iconografía del santo empezó a combinar las sandalias, el bordón y la esclavina del peregrino piadoso, con la espada del soldado, el caballo y las espuelas del santo guerrero, al que invocaban los españoles cuando entraban en batalla. 

 En el capítulo 58 proclama Don Quijote respecto del apóstol Santiago: Éste sí que es caballero, y de las escuadras de Cristo; se llama don Diego Matamoros, uno de los más valientes santos y caballeros que tuvo el mundo y tiene ahora el cielo. La iconografía de “Santiago Matamoros” tendría su origen en la legendaria batalla de Clavijo, que habría acontecido en un lugar próximo a Logroño, en el año 834. La intervención de Santiago  en ella habría sido decisiva, otorgando la victoria a los cristianos, a la vez que poniendo fin al  tributo de las cien doncellas que los moros les reclamaban anualmente, tal y como refirió en el siglo XII Rodrigo Jiménez, arzobispo de Toledo.

 En su insólito de vagar, la filantropía que inspira el peregrinaje de Don Quijote, le lleva no solo a
La peregrinación, como perfección constante de los seres
humanos, a través de la comunicación entre los pueblos, que
propicia el bien y el amor, es el verdadero significado del
Camino de Santiago
buscar la perfección y liberación de su ánimo, sino también el propio de quienes encuentra en el camino, no recibiendo a cambio sino palos, quebrantos de los más variados, y burlas. Un Don Quijote que es también peregrino por cuanto extraño para las entendederas de la gente sencilla de su tierra (la peregrinidad fue durante siglos entendida también en su acepción de “extranjería”), al igual que
Peregrino Proteo, aquel filósofo cínico que escandalizó primero a las gentes de Egipto y después a las de la misma Roma, y que acabó sus días arrojándose a las llamas durante los Juegos Olímpicos del año 165.

 Las andanzas de Don Quijote son asimismo un torrente continuo de pruebas que se autoimpone nuestro personaje con la finalidad de dirimir sus capacidades personales y fortaleza de ánimo. Es su vida como la de los ríos que en metáfora de Jorge Manrique, van a dar a la mar, que es el morir. También en este sentido es nuestro hidalgo un peregrino en tránsito desde la vida mortal a la eterna, hasta que –como San Pablo, cegado derribado de su caballo por la luz de Dios– Don Quijote es vencido y derribado  de su caballo por  el Caballero de la Blanca Luna, a orillas del mar, símbolo de la muerte.

 Y es en ese preciso instante de sentimiento racional de la derrota, cuando Don Quijote cesa en sus andanzas y deja de ser peregrino.  Extrañamente cuerdo, decide volver a casa (cual Ulises –pero derrotado–) desde Troya (el lugar en que había caído) hasta Ítaca, su aldea de la Mancha, en la que sin embargo, a su llegada, no encontrará a su Penélope, Dulcinea.

 Sobrepasado por el dolor, cree entonces el ingenioso manchego que ha recobrado la cordura y en su lecho de muerte dice a Sancho Panza: Perdóname amigo, de haberte hecho caer en el error en que yo he caído, de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo.  A lo que Sancho, heredero del peregrino ideal de su señor, le responde llorando: No se muera vuestra merced y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que  otras manos le acaben que las de la melaconlía.

domingo, 24 de julio de 2016

Entre los días 20 y 22 de julio: La USC fue sede internacional de investigadores noveles en Arqueología y Ciencias de la Antigüedad



Luis Negro Marco
Santiago de Compostela
La Universidad de Santiago de Compostela acogió el II Congreso Internacional de Jóvenes investigadores en Arqueología y Ciencias de la Antigüedad 

 
La Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) fue el escenario en el que, entre los días 20 y 22 de julio ha tenido lugar el II International Meeting of young researchers in Archaelogy and Sciecences of Antiquity (EINIACA). La organización del Congreso ha corrido por cuenta de la Asociación Cultural de Arqueología y Ciencias de la Antigüedad) (ARCIAN), cuya presidenta es Rebeca Cordeiro Macenlle; y del Departamento de Historia de la Facultad de Geografía e Historia de la USC, cuya secretaría ostenta la profesora Ana María Suáreaz Piñeiro

 En su  consecutiva segunda edición, el II Encontro Internacional de Novos Investigadores en
Programa de las jornadas y patrocinadores de las mismas
Arqueoloxía e Ciencias da Antigüedade
(
EINIACA) ha contado con 65 comunicaciones, entre las que ha habido también seis exposiciones de pósters y diversas ponencias. 


 El programa de las sesiones se ha estructurado en los grupos de: Prehistoria, Iconografía, Protohistoria, Grecia y Próximo Oriente, Roma Republicana y Altoimperial, Arqueología de Roma, Proceso de Romanización y Epigrafía. El Programa se complementó con actividades complementarias, destacando un taller de arqueología experimental y una mini-feria de libros especializados en Arqueología y Ciencias de la Antigüedad.

 La mayoría de las comunicaciones presentadas a este Congreso han sido elaborados por jóvenes doctorandos en Historia radicados en Universidades de prácticamente todas las Comunidades Autónomas de España, destacando todas ellas por la calidad de sus análisis y novedosos enfoques de investigación, lo que hace pensar en un gran momento de la investigación arqueológica en España a pesar de la clara fata de presupuesto para desarrollar estudios de tanta calidad como los que se están llevando ahora a cabo en España.

 Algunas de las ponencias que se presentaron a lo largo de los tres días de duración de este Congreso, fueron las siguientes: En el apartado de Prehistoria, citamos el trabajo de los arqueólogos Miguel Cabrero Pazos, Benito Vilas Estévez y Alia Vázquez Martín: Revisitando Campo Lameiro (Pontevedra) Resultados preliminares dun proxecto de investigación para o estudo dos cérvidos na arte rupestre.


En el centro, escudo de guerrero galaico del primer
 milenio antes de Cristo, elegido como logotipo del
Congreso
En el apartado de Iconografía, destacó la ponencia de Manuel Maneiro y Luis Magarinhos Iglesias, sobre Os cascos de bronce cm arma defensiva dos Guerreiros Galaicos do primeiro milenio antes de Cristo.

 En la sesión de Grecia y Próximo Oriente, citaremos la ponencia de Marta López Alaixandre: Romanos en Samotracia, y el de Carla Setién García: Prácticas rituales supersticiosas en el Antiguo Testamento aegun el heresiarca Filastro de Brescia. En el apartado de Roma, destacaremos el original estudio de Zuhaitz Irañeta Quel: Ira y miedo en el campamento: la expresión del descontento en el Ejército Romano Republicano.

 Ya en la sección de Arqueología, citaremos las ponencias de Alba Antía Rodríguez Novoa, Patricia Valle Abad, y Mikel Díaz Rodríguez, sobre La domus sur del yacimiento romano de Armea (Allariz, Ourense), y la de Verónica del Río Canedo, y Sofía Iglesias Cimadevilla: Posibles producciones de Lucus Augusti (Lugo) en Iria Flavia (Padrón, A Coruña): Cerámica común engobada.

La sección de ponencias de Arqueología de Roma estuvo moderada por el profesor de la Universidad de Vigo Adolfo Fernández Fernández, director de las excavaciones arqueológicas del yacimiento romano de Armela (Allariz), y autor entre otros, del interesante libro "O Comercio tardoantigo no noroeste peninsular" (editorial Toxo-Soutos, 2013), en el que pone de manifiesto el extraordinario comercio de vajillas romanas procedentes de África con la Galicia tardorromana.

 Luis Negro Marco presentó una ponencia sobre la Arqueología musulmana en España, poniendo de relieve la influencia que el continente africano tuvo en la dominación hispana de la Península, sobretodo en el breve período de los almorávides que consiguieron consolidar a finales del siglo XI un efímero imperio hispano africano, desde el río Ebro hasta el río Níger.

 Dada la extraordinaria calidad de las ponencias y la exquisita organización del Congreso, nuestra
Pin con el dibujo de una escultura de guerrero
galaico,con su escudo, del primer milenio antes
de Cristo, procedente de un yacimiento
arqueológico de Galicia
 más sincera felicitación a todas las personas de ARCIAN por la extraordinaria labor de investigación y difusión de la Arqueología y  de las Ciencias de la Antigüedad tan necesarias, precisamente en la Era Digital a la que jamás hubiésemos llegado de no haber sido por los avances conseguidos por los pueblos y gentes que nos precedieron hace miles de años, y de quienes si algo podemos saber a día de hoy, es solo gracias a la vocacional entrega y riguroso estudio arqueológico que desarrollan los historiadores noveles de nuestro país, de los que los miembros de la Asociación de la Universidad de Santiago de Compostela, son claro ejemplo de entrega, profesionalidad y rigor científico.


lunes, 18 de julio de 2016

18 de julio de 2016, 80 años del comienzo de la Guerra Civil española

El Periódico de Aragón. Noticias de Zaragoza, Huesca y Teruel

A veinte años de un siglo

Luis Negro Marco / Historiador y periodista

 Marruecos, 17 a las 17 es el título del libro publicado en 2009 por Joaquín Gil Honduvilla, el cual hace referencia al día y la hora en que empezó (17 de julio de 1936, a las cinco de la tarde) la Guerra Civil española, teniendo por principales promotores a los generales Mola, Sanjurjo y (posteriormente protagonista único, tras la muerte de los anteriores) Franco. Paradójicamente, aquel que se preparó como golpe militar, cuyo fracaso desembocó en una cruenta guerra civil, se inició fuera de suelo hispano, en el entonces Protectorado de Marruecos. Tres días después, el 20 de julio, la lucha de unos españoles contra otros era ya generalizada en toda España, y aún se habría de prolongar, discurriendo por ríos de sangre, a lo largo de casi tres años. 

 Más allá de las batallas, de la intervención extranjera (Italia, Alemania y tropas moras de Marruecos  en favor de los alzados y Rusia y las Brigadas Internacionales en favor de la República), quedan aún a día de hoy muchas incógnitas, y muy vivas las heridas de la represión y la muerte.  El fraile capuchino Gumersindo de Estella (1880-1970), capellán que fue de los condenados a muerte por las tropas de Franco en la capital aragonesa,  narró en un libro de memorias: Fusilados en Zaragoza: 1936-1939 Tres años de asistencia espiritual a los reos (publicado en 2003, ya que antes fue cercenado por la censura), el  trágico destino que padecieron más de 3.500 personas, fusiladas por las tropas de Franco  junto a las tapias del cementerio de Torrero. No fue sin embargo esta inhumana barbarie exclusiva de los rebeldes, pues también de ella dieron muestras las fuerzas de la República, como aconteció en Barbastro con el fusilamiento, apenas unos días después de  la rebelión militar, del obispo de la ciudad y 55 sacerdotes claretianos, amén de 9  religiosos escolapios en Azanuy, todos ellos parte de los más de 6.000 religiosos, sacerdotes y monjas fusilados en España en el transcurso de la Guerra Civil. 

 Una violencia que asimismo fue transversal, como se vio por ejemplo en Barcelona con la
Trinchera excavada sobre roca de alabastro en el alto
 de un cabezo frente a la localidad zaragozana de Codo.
La trinchera fue excavada en entre agosto y septiembre
de 1937, en el marco de la batalla de Belchite.

                                                        Foto: Luis Negro Marco (febrero de 2014)
guerra abierta que se entabló en mayo de 1937 entre fuerzas de la Generalitat y el Gobierno de la República por un lado, y anarquistas y miembros del POUM por otro, que culminó con una dura represión sobre estos últimos. Y lo mismo ocurrió entre las tropas de Franco, fusilando a varios religiosos originarios de Vascongadas, y a numerosos efectivos disidentes de los tercios carlistas de Navarra que se habían unido a la rebelión.

 Transcurridos ahora 80 años desde el inicio de los tres años más trágicos de la historia reciente de España, la sociedad española es muy diferente a la de 1936, así como el contexto nacional e internacional en el que aquella se desenvolvió. De manera que persistir  a día de hoy en el discurso maniqueo de las dos Españas, es caer en un grave error, o lo que es peor, en una interesada interpretación de la historia, distorsionada, errática y muy alejada de la realidad social de nuestros días. La articulación de la sociedad española del momento trasciende el plano ideológico (a día de hoy resulta ya extemporáneo hablar de personas de derechas y de izquierdas) y muestra una identidad dinámica y transversal que supera el anticuado concepto marxista de clases cerradas determinadas por el modo de producción.

 La ciudadanía avanza  ahora desde una perspectiva radicalmente diferente a la de aquellos felizmente superados trágicos sucesos de la Guerra Civil, de acuerdo a  los nuevos impulsos que brotan de la globalización económica que marca la historia mundial de las dos últimas décadas, así como del extraordinario avance que han experimentado las tecnologías de la información y de la comunicación, abriéndonos a la era de Internet y de la telefonía móvil.

Estado en el que se encuentra actualmente (la foto-
grafía fue tomada en febrero de 2013) la iglesia de la
localidad zaragozana del pueblo viejo de Rodén, el
cual quedó destruido durante la ofensiva republicana
de Belchite, que se desarrolló entre el 24 de agosto
y el 6 de septiembre de 1937.-

Foto: Luis Negro Marco
Asimismo el estudio histórico de la Guerra Civil se está complementando en este siglo con el estudio arqueológico, el cual proporciona nuevos aportes y enfoques para el estudio y la interpretación. Los destruidos por la guerra pueblos viejos de Belchite y Rodén, en la provincia de Zaragoza, son testimonio de aquella lucha fratricida, como lo son las trincheras de la Ruta Orwell en la sierra de Alcubierre o  las de Corbalán, en la provincia de Teruel. Conocer la existencia de aquellos escenarios debe servir para sensibilizar a las presentes generaciones que el horror, las guerras y el terrorismo son producto de la irracionalidad, de la que a su vez emana la violencia.

 La vigente Ley de Memoria Histórica debe ser un instrumento al servicio de la verdad, y por tanto ajena a la manipulación y a espurios intereses partidistas,  en la estela de la “Comisión de la Verdad y la Reconciliación” creada en Sudáfrica por Nelson Mandela en 1994 con el objeto de investigar los crímenes cometidos durante el apartheid, como medio imprescindible para acceder a la reconciliación nacional. 

 A día de hoy, a veinte años para un siglo de su comienzo, están más que superados los relatos justificativos que esgrimió el franquismo sobre la Guerra Civil, y nos encontramos ante un nuevo escenario que nos obliga a salvaguardar y restituir la dignidad de las víctimas de la guerra y el franquismo, así como a continuar avanzando en el estudio histórico de aquellos hechos que nunca debieron haber sucedido, y de los que sigue siendo imperiosamente necesario conocer la verdad.


sábado, 16 de julio de 2016

Elie Wiesel testigo del Holocausto y Nobel de la paz

Elie Wiesel, superviviente  de los campos de extermino nazis y premio Nobel de la paz en 1986, falleció el 2 de julio en Nueva York

Luis Negro Marco / Historiador y periodista

 Nacido el  30 de septiembre de 1928, en el seno de una familia judía, en la localidad rumana de Sighet, la tranquila vida de Elie Wiesel cambió diametralmente de rumbo en 1944  cuando a sus adolescentes 15 años de edad fue enviado por los nazis, junto a toda su familia, al campo de concentración de Auschwitz. Una vez allí, fue  trasladado sucesivamente,  a los campos de Buna, Gleiwitz y  Buchenwald, del que fue finalmente liberado por los aliados en abril de 1945. De su familia, tan solo él y dos de sus hermanas sobrevivieron al holocausto y  el niño Elie lo consiguió gracias al consejo de un anciano judío, quien le exhortó a que mintiera a los SS sobre su edad y les dijera que tenía 18 años, edad mínima requerida en los campos para el trabajo, lo que –de momento– le libraría de una muerte segura en los crematorios.

La Presidenta de la República Federal de Alemania, Ángela Merkel, junto al Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama y Elie Wiesel, superviviente del Holocausto y Premio Nobel de la Paz en 1986, depositan flores en el antiguo campo de exterminio nazi de Buchenwald, en recuerdo, memoria y homenaje a sus víctimas, el 5 de junio de 2009.- 
                                                                                                                                                Foto: Mandel Ngan /AFP / Getty IMages)

 Tras su liberación, Elie Wiesel fue llevado a Francia, donde pasó tres años en un orfanato, hasta que en 1948 comenzó sus estudios universitarios en La Sorbona, y una vez finalizados empezó a trabajar como periodista en el diario L´Arche (El Arca). Fue entonces cuando conoció al escritor François Mauriac –premio Nobel de Literatura en 1952– quien le animó a que escribiera sobre su terrible experiencia como esclavo destinado a morir en los campos de exterminio nazis.

 Cuando en 1963 adoptó la ciudadanía estadounidense, hacía cinco años que residía en Nueva York, donde en 1958 publicó su primer  libro: Night (Noche), en el que recuerda su primera horrible experiencia tras las alambradas de Auschwitz: “Jamás podré olvidar aquella noche, la primera noche en el campo, en la que asesinaron a mi Dios y mi alma, convirtiendo mi vida en una noche eterna”. A este libro siguió en 1966 la publicación de Jews of silence (Los judíos del silencio), un llamamiento a la necesidad de actuar y abandonar la pusilanimidad ante los crímenes contra la dignidad humana, la desigualdad y la injusticia.

 Casado en 1969 con Marion Rose (superviviente como él del holocausto, y traductora de algunos de los más de treinta de libros que escribió) Wiesel fue profesor de literatura y filosofía en las universidades de Boston, Yale y de la ciudad de Nueva York. En septiembre de 1979, siendo presidente de la “Comisión del Congreso de los Estados Unidos para la Memoria del Holocausto”, redactó para el presidente Jimmy Carter, su transcendental informe para las salvaguarda de la memoria de los seis millones de víctimas del genocidio judío llevado a cabo por la Alemania nazi: “Quienes sobrevivieron a las cámaras de gas saben  que tienen la ineludible obligación  para con la Humanidad de recordar y contar aquella historia que jamás debió haber sido contada, aquella historia que tristemente acontecida  debe –sin embargo ahora– ser contada en su totalida,  antes de que sea demasiado tarde, antes de que el último de los testigos del holocausto haya muerto sin poder contar al mundo aquella mancha imborrable en la historia de la Humanidad”.
  En su discurso del 10 de diciembre de 1986 en Oslo,  cuando recibió el premio Nobel de la Paz, Wiesel insistió en la necesidad de no mostrarnos indiferentes ante los ataques contra la dignidad humana y a mantener siempre viva la memoria de quienes fueron víctimas del holocausto, puesto que “si olvidamos y guardamos silencio ante el conocimiento del crimen, nos convertimos en sus cómplices, ya que la neutralidad nos sitúa siempre del lado del opresor, nunca de sus víctimas. Por este motivo, cuando en 1993 fue inaugurado en Washington el Museo del Holocausto, Elie Wiesel pronunció estas palabras que ahora se encuentran grabadas en la entrada: “Por los muertos, y por los vivos, debemos dar testimonio”.

 Asimismo la defensa de la igualdad y el respeto a la digitad humana por encima de creencias, sexo,  ideología, o color de piel, fue una constante a lo largo de toda la vida de Elie Wiesel, para quien asuntos  tan graves como el apartheid llevado a cabo por la minoría blanca en Sudáfrica, hasta la llegada al gobierno de Nelson Mandela en 1994, o los genocidios habidos en Camboya en la década de los setenta, y mucho más recientemente en Ruanda y Congo, fueron hechos tan horribles como el antisemitismo llevado a cabo por los nazis. Por este motivo y llevado por su inquebrantable decisión de que prevaleciera siempre la verdad, Wiesel escribió: “Mientras haya un solo niño que pasa hambre en cualquier lugar de la tierra, nuestras vidas estarán llenas de vergüenza. Todo lo que necesita saber la Humanidad es que nunca nadie va a estar solo ante el dolor, y que mientras la libertad de quienes sufren esté amenazada, la calidad de la nuestra también lo estará, puesto que nuestro bienestar es indisociable de de quienes desesperadamente precisan de nuestro amor”.