lunes, 13 de junio de 2022

 Guinea Ecuatorial, en el corazón

Basílica de la "Inmaculada Concepción" de Mongomo (Guinea Ecuatorial). Fotografía tomada el día de la inauguración de la Basílica (8 de diciembre de 2011). Foto: LUIS NEGRO MARCO

LUIS NEGRO MARCO


Eran las dos de la tarde del pasado domingo, 7 de marzo, cuando se produjo la primera de sucesivas explosiones en el acuartelamiento de la policía y del ejército, sito en el barrio de
Mondong Nkuantoma de Bata, capital del territorio continental de Guinea Ecuatorial.

Las primeras investigaciones aluden a que una quema de maleza realizada en las proximidades del acuartelamiento pudo haber provocado un aumento de calor en el interior de un depósito en el que se almacenaba munición, la cual acabó por detonar a causa de la elevada temperatura, provocando a su vez el estallido de otros polvorines cercanos.

En las distintas imágenes que ha ido mostrando la televisión de Guinea Ecuatorial queda patente la devastación que las deflagraciones y las sucesivas  ondas expansivas han provocado en la ciudad de Bata, así como el sobrecogedor sufrimiento de los familiares de las personas que han resultado muertas y heridas.

La ciudad de Bata cuenta con más de 250.000 habitantes y después de Malabo (situada en la isla de Bioko) es la segunda urbe más poblada de la antigua colonia española. Porque es preciso no olvidar que Guinea Ecuatorial llegó a ser una más de las provincias españoles y que alcanzó su independencia el 12 de octubre de 1968, es decir, el mismo día en el que en España –y muy especialmente en Zaragoza y Aragón– celebramos la doble fiesta del Pilar y de la Hispanidad.

Razón por la cual la catedral de Bata (de hermosa factura barroca neocolonial, finalizada en 1954) presenta en su altar mayor un magnífico retablo policromado con la imagen del Pilar, el puente de piedra, y el Ebro, y la del apóstol Santiago postrado ante la columna y la efigie de la Virgen, con la catedral de Compostela detrás. Porque Santiago es el patrón de Bata, día en que se inauguran las ferias que se prolongarán hasta finales de año, y en que las familias de la tribu Combe del puerto de Ngolo celebran su ancestral fiesta del Mekuyo.

Muchas veces he pensado que es una verdadera lástima y dice muy poco de nuestra propia identidad y autoestima, el que los españoles no seamos conscientes de la maravillosa rareza que supone el que una población muy similar a la de Aragón, justo en el ombligo de África, tenga al español como lengua oficial y vehicular. De este modo, Guinea Ecuatorial se configura como una quijotesca Isla Barataria del idioma español en medio de un abrumador océano de inglés y francés.

De hecho Guinea Ecuatorial cuenta desde 2013 con su propia Academia de la Lengua Española, adscrita a la ASALE (Asociaciones de Academias de la RAE), cuyo presidente es Agustín Nze, contando en su haber con una larga lista de magníficos periodistas y escritores (hombres y mujeres) con una marcado estilo propio tanto en la prosa como en la poesía y el teatro. Por recordar tan solo algunos, citaremos a Donato Ndongo, Guillermina Mekuy, Trinidad Morgades, o Maximliano Nkogo.

Y en cuanto a la música, qué decir de una nación que se encuentra en el continente de la danza. El machacando es el ritmo por excelencia de Guinea Ecuatorial, y en cuanto a al canto, la lista de voces masculinas y femeninas, constituiría en sí una melódica polifonía que pondría a bailar hasta al alma más aburrida.

Uno de estos grupos lo tenemos precisamente aquí, en Aragón, y lo constituye un grupo de mujeres con varios discos en su haber, cuyas canciones son muy populares en Guinea Ecuatorial. Se llaman “Coro de mujeres de Zaragoza”, porque todas –o la mayoría de ellas– llegaron a la capital de Aragón hace años, donde constituyeron sus propias familias, ahora tan españolas y aragonesas como guineoecuatorianas.

Guinea Ecuatorial es pues el corazón español de África que late en el día a día de sus habitantes. Y esto no es tan solo una metáfora. Así, en la isla de Annobón numerosas familias llevan los apellidos Teruel, Zaragoza, Segorbe, Toledo… que tomaron de los lugares de procedencia de los primeros colonos españoles. Y, a pesar de la distancia y del tiempo transcurrido, siguen recordándonos con cariño y afecto.

Por eso insto desde estas líneas al Cabildo Metropolitano de la Basílica del Pilar, para que en el conjunto de las banderas que hay ante el camarín de la Virgen, representando a los países hispanos, se emplace también la ahora ausente bandera de Guinea Ecuatorial. En estos momentos de tanto sufrimiento para el país, sería mucho más que un simple acto simbólico. Supondría la expresión de amor y solidaridad necesarios hacia los hermanos españoles de África y la reparación de un injusto olvido a quienes tanto nos han dado y nos dan y ahora tanto precisan de nuestra ayuda. Pongamos a Guinea Ecuatorial en nuestro corazón.