sábado, 27 de abril de 2019

el mozambiqueño Ricardo Chibanga, primer y único torero africano de la historia, falleció el 19 de abril en su casa de Golegã (Portugal) a los 76 años de edad

'' Olé  '', Chibanga
Ricargo Chibanga, primer y único torero africano de la historia

Luis Negro Marco
Portada de la revista LA GACETA DE GUINEA
ECUATORIAL,corresòndiente a los meses de
marzo y abril
de 2019, donde ha sido publicado
este artículo.
Ri
cardo Chibanga falleció el día
19 de abril de 2019,
después de que este artículo
fuese enviado a la revista y 
tan solo tres días antes
de su publicación. Sirva de homenaje
y recuerdo a su memoria.
Ricardo Chibanga nació un 8 de noviembre de 1942 en Mozambique, en el barrio de Mafalala de la ciudad de Lourenço Marques (actual Maputo), capital de la por aquel entonces colonia portuguesa, y en donde el gobierno luso había construido, en 1956, una plaza de toros, que es una de las cinco que actualmente siguen existiendo en el continente africano. Miembro de una familia humilde, el padre de Chibanga regentaba una pastelería y su madre cuidaba de sus siete hijos.

En Portugal, para convertirse en torero
 Al joven Ricardo le gustaba ir a ver las corridas de toros, que en la plaza de Lourenço Marques se celebraban en diciembre, abril y durante las fiestas de junio. De manera que, entusiasmado por aprender el arte del toreo en Portugal, en 1962, cuando tenía 18 años, se dirigió al torero portugués Manuel dos Santos y al empresario Alfredo Ovelha, para que intercedieran por él ante el gobernador de Portugal en Mozambique, entonces el almirante Sarmento Rodrigues, para hacer realidad su sueño de trasladarse a la metrópoli para aprender el noble arte de la tauromaquia.

 Poco se podía imaginar entonces el joven Ricargo Chibanga que, con el tiempo, iba a convertirse en uno de los más célebres embajadores de Portugal en el mundo; junto a Amalia Rodrigues (célebre cantante de fados y actriz nacida en Lisboa [1920-1999]); y junto a Eusebio da Silva, jugador de fútbol [1942-2014], que ganó con Portugal la Copa Mundial de Fútbol en el año 1966, y que como Ricardo Chibanga también era mozambiqueño, y también nacido en la ciudad de Lourenço Marques (actual Maputo). 

Ricargo Chibanga (Maputo –Mozambique– 1942), 
 en su casa de Golegã (Portugal) con el capote rojo 
y la espada de torero. Detrás de él, la cabeza de 
uno de los toros que Chibanga toreó y un cartel 
en el que aparece ataviado con el “traje de luce
” característico de los toreros.-    
 Fotografia: Revista Domingo (CM - Correio da Manhã). 
Vanessa Fidalgo
 Al poco tiempo de llegar a Portugal, Chibanga realizó el servicio militar obligatorio en Lisboa, y una vez terminado, se fue a la ciudad de Golegã, aproximadamente a 100 kilómetros al norte de Lisboa, porque tradicionalmente, Golegã había sido una tierra de toros y caballos, y creyó (con acierto) que era el lugar ideal en el que podría aprender para llegar a convertirse en el extraordinario torero que fue.

 El primer toro que lidió fue en la plaza de toros de la localidad portuguesa de Campo Pequeño, en el año 1968, al término de cuya faena salió a hombros del público, por la extraordinaria actuación que llevó a cabo.

Chibanga, “El Africano
  El 15 de agosto de 1971  Rafael Chibanga tomaba la alternativa (ceremonia por la cual el novillero recibe la categoría de torero)  en la plaza de toros de la “Real Maestranza” de Sevilla (España), de manos de los toreros españoles Antonio Bienvenida y Rafael Torres, cortando la única oreja de la tarde (las orejas y el rabo, son trofeos que se ofrecen a los toreros, solamente si su actuación ha sido brillante y ha divertido al público). La consagración de Chibanga como torero fue de tal trascendencia para

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Ricargo Chibanga en 1971,  en una de sus magnificas faenas con el capote, burla la embestida del toro con inigualable elegancia, muy acorde con la más alta distinción del arte de la tauromaquia.-     
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Portugal que la Televisión Pública del país (la RTP) desplazó un equipo de técnicos y periodistas para transmitir en directo el importante acontecimiento.Dos años después: el 14 de abril de 1974 llegaba a la plaza de toros de “Las Ventas” (la catedral española del toreo), en Madrid, siendo confirmado como uno de los mejores toreros del momento. Los periódicos españoles le dedicaron páginas enteras de elogio apodando cariñosamente a Ricardo Chibanga como “El Africano”.

Plazas de toros en África
 Curiosamente, también en África existen algunas plazas de toros, que fueron construidas por españoles y portugueses en sus respectivas colonias y zonas de influencia. Así,  los españoles construyeron en Marruecos (en la ciudad de Tánger), una plaza de toros en 1950; y también construyeron otra en Argelia (en la ciudad de Orán), en 1950. Asimismo, en la ciudad española norteafricana de Melilla también los españoles construyeron en 1947 una plaza de toros, bautizada como “La mezquita del toreo”. Por su parte, los portugueses construyeron en su antigua colonia de Mozambique la plaza de toros de Lourenço Marques (que data de 1956) y en Angola, otra plaza de toros en su capital, Luanda, la cual fue edificada en 1964.


Ricardo Chibanga, armado de capote rojo y espada, realizando una magistral actuación en una plaza de toros de Portugal, rebosante de público.

Picasso, admirador de Chibanga
 El  famoso pintor español Pablo Picasso (1881-1973) gran amante de las corridas de toros, fue un incondicional admirador de Ricardo Chibanga.  En una ocasión, cuando Picasso contaba ya 90 años de edad, se desplazó hasta Arlés (Francia) solamente por ver torear al torero africano. El famoso pintor declaró entonces a los periodistas que el mozambiqueño era de los pocos toreros que todavía eran capaces de llevarle a ver una corrida. Y mientras Chibanga toreaba, Picasso, sentado en las gradas de la plaza, no paraba de gritar: “Olé, Chibanga” (Olé es la exclamación de ánimo que, en España, los aficionados a los corriidas de toros dan a los toreros cuando su trabajo entusiasma al público). En correspondencia Chibanga dedicó a Picasso su segundo toro de la tarde.

De aquella efemérides del encuentro de Ricardo Chibanga con el pintor Pablo Picasso, la revista

estadounidense “Ebony” 

El famoso pintor español Pablo Picasso (a la izquierda, con sombrero, cuando contaba ya con 90 años de edad), saluda a Ricardo Chibanga, en el transcurso de una corrida de toros celebrada en el anfiteatro de Arlés (Francia) en el año 1971. 

(que se publicaba en Washington y  Nueva York) dedicó a Ricardo Chibanga un amplio reportaje a todo color –de cuatro páginas– en su edición del mes de marzo de 1971.

Y También Christian Barnard (1922-2001) el cirujano sudafricano, que en 1968 realizó el primer trasplante de corazón, quiso conocer a Chibanga (el primer y único torero africano de la historia) y al igual que antes Picasso, ambos se conocieron en una de las corridas de toros que protagonizó el torero mozambiqueño.  El doctor Barnard declararía después que lo que más le llamó la atención de Ricardo Chibanga fue que su extraordinaria calidad como torero y excelente persona, residían en su gran humildad.
Portada de la revista estadounidense EBONY, 
(marzo de 1971), con una fotografía de un
combate de boxeo entre los púgiles negros 
Muhammad Ali y Joe Frazier, en cuyo 
interior se dedicaba un reportaje de cuatro
 páginas, a todo color, al torero
 mozambiqueño Ricardo Chibanga.
Torero de fama mundial
 Tras su paso por las más importantes plazas de toros de Portugal y España, Ricargo Chibanga desarrolló su arte del toreo en Francia (toreando en la célebre plaza de Arlés, un antiguo anfiteatro romano reconvertido en plaza de toros) y Latinoamérica, lidiando en la “La Monumental” de Méjico –la mayor plaza de toros del mundo–, Colombia y Venezuela. Pero le quedaba un último sueño: presentarse en la plaza de toros de su Lourenço Marques (actual Maputo) natal. Sueño que hizo realidad en julio de 1973, protagonizando una corrida de toros que fue todo un acontecimiento en Mozambique. En África Ricardo Chibanga también toreó en la plaza de toros de Luanda (Angola), cuando todavía era colonia portuguesa, y en Asia, en la plaza de toros de la isla china de Macau, que también había sido colonia portuguesa.

Retiro definitivo de los ruedos
 Ricardo Chibanga ejerció su arte como torero hasta 1974, después de que en una corrida, el toro al que lidiaba le embistiera, y una banderilla que colgaba de su lomo, le afectara gravemente a su ojo izquierdo.

 Sin embargo,  el gran torero mozambiqueño siguió muy ligado al mundo de los toros, y mandó construir una plaza portátil, llevando el espectáculo a muchas ciudades del interior de Portugal.

 Hoy en día, a sus 76 años, Chibanga vive en la ciudad portuguesa de Golegã, cuyo ayuntamiento lo
Ricargo Chibanga, durante su época dorada
 en el mundo de los toros, ataviado con el espectacular
 traje de luces, que visten los mejores toreros, 
minutos antes de saltar al ruedo el día de su
 alternativa  (15 de agosto de 1971) en Sevilla
ha declarado su hijo adoptivo más ilustre y le ha dedicado una de sus calles: “Rúa Ricardo Chibanga”, en la que se ha colocado una placa con la siguiente inscripción: “Ricardo Chibanga, torero. Alumno de la Escuela de Tauromaquia de Golegã, que tomó la alternativa en la Real Maestranza de Sevilla, el 15 de agosto de 1971”.

 A día de hoy, Ricardo Chibanga vive reconfortado con el cariño de sus vecinos, y el amor de su familia, especialmente el de su hija Anete Chibanga de 39 años, y con la satisfacción de no haber sido jamás una mera anécdota: la de ser el primer (y hasta ahora único) torero africano de la historia, sino de contar con el reconocimiento de sus compañeros de profesión, así como con el afecto de las personas que tuvieron la fortuna de disfrutar de su arte, y de quienes aún no habiéndole visto torear admiran su coraje, dignidad, y bonhomía propias de una gran persona.







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